Hace cosa de dos años conocimos mi mujer y yo, en una fiesta de cumpleaños, a una mamá con la que acabamos hablando de niños, hijos, segundos hijos y embarazos. Nosotros acabamos explicando que teníamos pensado tener un segundo hijo y ella confesó que no, que no tendría más porque no se veía capaz de volver a pasar una experiencia como la que había vivido.
Lo explicaba claramente afligida, cabizbaja, dando rodeos, mostrando que era un tema que tenía todavía pendiente, latente, una cicatriz emocional difícil de superar, más cuando una cicatriz física le recuerda cada día el momento de su parto.
“Me hicieron una episiotomía, pero me abrieron entera”, nos explicó. Yo siempre había sido defensor del parto vaginal ante el parto por cesárea (y lo sigo siendo), sin embargo, en esta ocasión, acabé pensando para mí que, para que te hagan una desgracia en tu sexo, mejor que te hagan una cesárea (y eso que lo segundo conlleva más riesgos).
Mejor parto vaginal que cesárea
La OMS recomienda que las tasas de cesáreas no superen el 15% de los partos y sin embargo se están realizando cerca de un 22% en los hospitales públicos y alrededor del 34% en los centros privados.
Esta diferencia hace que muchas madres que acaban pariendo mediante cesárea se pregunten si era necesaria, si su parto habría sido otro en caso de que le hubiera tocado otro profesional, de que se hubieran seguido otros protocolos o de que le hubieran dado tiempo para que el parto siguiera su curso.
Y es esta diferencia la que hace que gran parte de la población, normalmente la parte que está más informada al respecto (la que tiene menos información suele tener más prisa: “no hay derecho, la tuvieron doce horas de parto, para eso que le hubieran hecho una cesárea”), prefiera el parto vaginal ante la cesárea y luche, mientras sea posible, para que las cesáreas sean utilizadas sólo cuando hay una necesidad médica real y no como medida para evitar denuncias.
Parto vaginal no es lo mismo que parto natural
Pero no es oro todo lo que reluce y parir vaginalmente no significa que hayas tenido un parto natural, con la mínima intervención, ya que las tasas de episiotomía en España son altísimas.
La OMS ha referido que lo ideal es que no se superara el 10-20% de episiotomías en los partos y algunos países están tratando de seguir estas indicaciones. Suecia, por ejemplo, tiene un porcentaje de episiotomías del 6%, Holanda del 8%, Reino Unido del 13%, Francia del 70% y España del 90%.
Esto hace que las mujeres que luchan por tener un parto como imaginan, por la “puerta grande” (entendiendo la “puerta de atrás” como cesárea), se encuentran con una realidad casi tan traumática y en ocasiones aún peor, que la misma cesárea: un corte en el sexo (alias episiotomía).
Por qué digo “corte en el sexo” y no “corte en el perineo”
Supongo que os habréis dado cuenta que defino a la episiotomía como “corte en el sexo”. Podría decir perineo, vagina, labios mayores, labios menores o algo que sonara más liviano, más difuminado y disperso, más científico, pero me gusta decir sexo porque me parece más crudo y más real.
La vagina no es sólo el lugar por el que salen los bebés, sin embargo, en el momento en que una mujer va a parir, parece que poca gente se acuerda de ello y aún menos personas piensan en que después de parir, la madre sigue siendo mujer y una mujer con su sexo herido y cicatrizado, con molestias para mantener relaciones sexuales y con la cicatriz recordándole de vez en cuando que un día alguien la hirió en su zona más sensible puede sufrir una herida psicológica mucho peor que la física.
Si pariésemos los hombres
Ay, amiga, si pariésemos los hombres otro gallo cantaría. Sólo el hecho de pensar en que alguien pudiera cortar mis genitales se me pone la piel de gallina. Sólo el hecho de pensar en que alguien pudiera hacerlo sin ser necesario me enerva.
Quizás me equivoque, pero tengo la sensación (y el convencimiento propio) de que si fuéramos los hombres los que tuviéramos que parir no se harían este tipo de cortes tan a la ligera.
La episiotomía se ha convertido, a mi modo de verlo, en otra de las herramientas de sometimiento que el mundo sanitario emplea sobre la paciente y, más allá, que el hombre emplea sobre la mujer: “Sí, tú eres mujer, quieres ser igual, sin embargo yo tengo el poder de cortar tu sexo y volverlo a construir”.
Sé lo mal que suena esto que digo, pero es que viendo la evidencia científica, no parece haber otra posible razón para que se sigan haciendo tantas episiotomías.
Pero si no fuera por la episiotomía, mi parto habría ido mal…
Una revisión Cochrane de seis estudios (que podéis leer aquí) acerca de la episiotomía concluye lo siguiente:
El uso restrictivo de la episiotomía aparentemente tiene beneficios en comparación con la práctica rutinaria de la episiotomía. Hay menos trauma perineal posterior, menos necesidad de sutura y menos complicaciones, no hay diferencias con respecto a la mayoría de las medidas que se adoptan para controlar el dolor y al trauma perineal o vaginal severo. No obstante, con el uso restrictivo de la episiotomía, hubo un mayor riesgo de trauma perineal anterior.
Es decir, que restringir el uso de la episiotomía tiene muchos beneficios y pocas desventajas.
Esto no quiere decir que sea siempre innecesaria, pues es posible que la episiotomía sea útil e inevitable en algunos partos (en el 10-20% que establece la OMS), ya que la naturaleza es sabia, pero no infalible.
Sin embargo, observar que hay países que están teniendo índices tan bajos como Holanda o Suecia (8% y 6% respectivamente) es la prueba irrefutable de que un 90% de episiotomías en nuestro país es un hecho denigrante, innecesario y que podría ser considerado una mutilación genital.
¿Mutilación genital femenina?
El doctor Wagner, quien fuera director del departamento de salud materno-infantil de la OMS declaró hace un tiempo que, teniendo en cuenta que la mayoría de episiotomías realizadas en nuestro país eran innecesarias, la práctica debería etiquetarse como mutilación genital femenina.
Suena aún más fuerte y exagerado que mi frase “corte del sexo”, sin embargo hay que tener en cuenta que España no es el centro del universo y que, de igual modo que aquí vemos denigrante la mutilación genital femenina que se lleva a cabo en algunos países africanos, una sociedad en la que los partos sean en su mayoría vaginales y en su mayoría naturales, con poco intervencionismo y por lo tanto con pocas episiotomías verá como un exceso y como un síntoma de atraso y de incultura un país como el nuestro en el que la mayoría de mujeres madres tienen cortes vaginales sin necesidad.
¿Cesárea o parto vaginal con episiotomía?
Volviendo a la pregunta inicial, respondo:
Ninguna de las dos, a menos que sean estrictamente necesarias.
Más información | El parto es nuestro, Episiotomía.info
Foto | Flickr – Philms, Jukka1, Por un parto respetado
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