El parto en el agua es una alternativa al parto tradicional que muchas futuras mamás se plantean. Después de ver este precioso vídeo de un parto en el agua, ganador del “Documentary Birth Award” seguro que contará con más adeptos.
Son imágenes emocionantes de un parto en un hospital en el que la madre está sumergida en una bañera trasparente llena de agua a unos 37 grados, la temperatura corporal, para evitar cambios bruscos de temperatura para el bebé.
El parto transcurre muy tranquilo, en intimidad, con supervisión profesional pero sin intervención, ya que incluso cuando asoma la cabecita es la propia madre quien recibe al bebé.
El agua templada facilita el parto ya que relaja los músculos y estimula la producción de endorfinas, disminuyendo la sensación de dolor. Además, acelera la fase de dilatación al ablandar los tejidos perineales.
Tal vez os preocupe el tiempo que mantiene al recién nacido debajo del agua, pero recordad que el bebé viene de un medio acuoso y que aún respira a través del cordón umbilical. Al salir a la superficie respira por primera vez poniendo en marcha su sistema respiratorio.
Con respecto al cordón umbilical, da la sensación de que ha sido cortado prematuramente (aunque no podemos ver el tiempo real del vídeo), al menos aún no ha salido la placenta. La recomendación es la de esperar a que el cordón deje de latir por sí solo para cortarlo, una práctica que aporta importantes beneficios para la madre y el bebé, tanto inmediatos como a largo plazo.
Es un precioso vídeo de un parto en el agua, no me extraña que cada vez más mujeres elijan este método para dar a luz.
Vía | Asociación SINA
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