La episiotomía es una práctica bastante controvertida, que consiste en realizar una incisión durante el parto en la zona del periné, entre la vulva y el ano, justo antes de la fase de expulsión, cuando el bebé asoma la cabeza en el parto, con la función de facilitar la salida del bebé y evitar los posibles desgarros de los músculos de la zona.
Ese corte se sutura con puntos formando una herida que hay que cuidar en el postparto.
La sutura de la episiotomía, que también se conoce como “episiorrafia”, se suele hacer con puntos de un material sintético que se reabsorben y se caen solos. Si no es así, porque se ha empleado un material más grueso o no secan bien, alrededor de los diez días tras el parto el médico retirará los puntos.
Mientras tanto, para una buena recuperación de la episiotomía realizada durante el parto vaginal es importante cuidar la herida. En el hospital probablemente sea el personal sanitario el que proceda a la cura y nos indique cómo hacerlo a nosotras y nuestras parejas. Éstos son los consejos básicos para la cura de la herida de la episiotomía.
La cura de los puntos de la episiotomía
La zona debe estar bien limpia y seca, por lo que cada vez que vayamos al baño habremos de lavar la zona con agua fresca y secar con pequeños toques de toalla (de delante hacia atrás) o al aire con un abanico o con el secador en función de aire frío.
Si se puede, es bueno dejar la zona al aire durante unos minutos. Para que no proliferen bacterias también hay que cambiar frecuentemente la compresa postparto, también llamadas “tocológicas”. Estas compresas son de fibras de algodón natural, sin plásticos que no dejan transpirar la zona y se pueden pegar a los puntos. No se deben utilizar tampones al menos hasta la primera regla.
Respecto a otras curas con antiséptico, si damos el pecho podemos aplicarnos un antiséptico con clorhexidina (Cristalmina) para la desinfección. Pero no mercurocromo, Betadine, Topionic… ni ningún antiséptico con yodo, porque podría pasar a la leche materna y falsear la prueba de detección precoz de hipotiroidismo congénito.
Sólo si no damos pecho se puede aplicar algo del tipo de povidona yodada, (prohibida durante la lactancia y en los bebés y embarazadas) por la razón que acabamos de ver. En todo caso serán los médicos los que nos digan con qué antiséptico realizar las curas.
Cómo aliviar el dolor de la episiotomía
Respecto a otros cuidados de la episiotomía, recordamos que el hielo puede aliviar el dolor al desinflamar la zona (no aplicarlo directamente sobre la piel) y que está desaconsejado sentarse sobre flotadores y coger pesos excesivos o hacer esfuerzos hasta pasado un tiempo, ya que la piel y los puntos podrían tensarse.
Otra de la claves para evitar el dolor de los puntos es estar acostada para reducir la presión que aumenta si estamos sentadas o de pie. El reposo durante los primeros días es fundamental para recuperarse, lo cual no significa que no hayamos de levantarnos y caminar, pues también es necesario, aunque hemos de hacerlo progresivamente.
Recordemos que existen varios tipos de episiotomía, las más frecuentes las laterales, que se realizan con inclinación hacia la derecha o la izquierda. Al sentarnos, lo mejor es hacerlo con cuidado, apoyando primero la nalga del lado opuesto a los puntos. Para levantarnos de la cama, lo mejor es hacerlo también por el lado opuesto para bajar primero la pierna contraria y no dejar la presión sobre el lado de los puntos.
Finalmente, recordamos que la episiotomía no debería ser una incisión rutinaria en los partos vaginales, sin embargo se realiza más veces de lo que sería aconsejable según organizaciones como la OMS. Las embarazadas tenemos el derecho a pedir expresamente por escrito en un plan de parto que no se nos practique si ese nuestro deseo.
En cualquier caso, si has sufrido el corte, estas pautas sobre la cura de los puntos de la episiotomía te serán útiles y te ayudarán a la recuperación y a que no se infecte la herida.