El problema de la adicción a los videojuegos entre los niños no es nuevo y los expertos procuran dar a los padres estrategias para evitarlos. La OMS también incluyó en 2018 el trastorno por videojuego entre las enfermedades mentales.
Aún así, es difícil de controlar. Y si no que se lo digan a un adolescente que tuvo que estar ingresado durante dos meses en un hospital de Castellón como medida extrema tras pasarse 20 horas diarias jugando al Fortnite.
Los investigadores de este caso clínico advierten sobre la necesidad de prestar atención a los comportamientos de los menores, especialmente por "la falta de maduración en las funciones ejecutivas y cognitivas durante la adolescencia".
Múltiples síntomas y muy preocupantes
Conozco bien el videojuego del que hablan: mi hijo adolescente fue seguidor del mismo durante tiempo e incluso preguntamos a los expertos para conocer por qué "enganchaba" tanto. Lo que no podía imaginar es que un uso excesivo podría derivar en un ingreso hospitalario por una adicción desmesurada.
De hecho, según señalan los investigadores, es el primer caso publicado en la literatura científica, en la Revista de Psiquiatría Infanto-Juvenil, que precisa ingreso de un menor para desintoxicarse del uso de un videojuego.
Según comenta la Universidad Jaume I (UJI), participante en el estudio junto al Hospital Provincial de Castellón y el Hospital General Universitario, el adolescente tenía un muy alto rendimiento académico hasta que desarrolló una grave adicción comportamental al videojuego. Entre los síntomas que presentaba: aislamiento en domicilio, rechazo a interacciones sociales con negación a acudir a servicios sanitarios, inflexibilidad personal persistente, escaso interés por su entorno y muy selectivo en sus gustos y con actividades restrictivas.
La UJI añade además que el adolescente presentaba alteraciones en el desempeño de las actividades básicas de la vida diaria, en la toma del tratamiento prescrito en el hospital de día y en el ritmo de sueño.
El juego como refugio de su malestar emocional
El equipo que ha participado en el estudio ha efectuado una revisión de las publicaciones científicas sobre las actuales adicciones comportamentales y, en concreto, al videojuego Fortnite en las bases de datos IBECS, PubMED, PsyNet, PsycArticles y Google Académico.
Tras la evaluación, los profesionales plantean que la adicción a los videojuegos actúa como reguladora del intenso malestar por la pérdida de un familiar y por la ansiedad derivada del aumento del nivel de exigencia en el contexto educativo.
Explican que su tratamiento precisó un abordaje intensivo multidisciplinar, desde un enfoque cognitivo conductual, "trabajando tanto con el paciente como con su familia y, a la vez, la implementación de estrategias de intervención como reestructuración cognitiva, desarrollo de habilidades personales, manejo de contingencias y establecimiento de pautas a diario".
Además, los resultados demuestran una disminución significativa del uso de pantallas (en una primera fase después de la hospitalización con supervisión y únicamente para contacto con iguales para fomentar su socialización), así como una mejoría del funcionamiento personal y social del paciente.
Los especialistas de la Universidad Jaume I no consideran que los videojuegos suponen un problema en sí mismos, sino que su uso adecuado puede conllevar unos beneficios en los ámbitos educativo y social e incluso puede ser terapéutico para algunos trastornos.
Vía | Universidad Jaume I
Fotos | iStock
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