La noticia que compartimos hace dos días sobre la muerte de un niño de 7 años tratado con homeopatía por una otitis que derivó en una infección con afectación cerebral ha generado un intenso debate en las redes, así como en Italia, país donde sucedió.
Como editor de dicho post aquí en Bebés y más, he leído comentarios de personas que dicen que el problema no fue la homeopatía, sino la actuación negligente del homeópata que trató al niño, por no recetarle antibióticos. Sin embargo, en realidad, la actuación fue impecable desde el punto de vista homeopático, y es que los antibióticos no forman parte de la farmacopea homeopática.
Precisamente por eso sorprenden mucho las declaraciones de Christian Boiron, gerente de los laboratorios Boiron (que factura cada año más de 600 millones de euros vendiendo sus tratamientos), al afirmar que tanto él como sus hijos toman antibióticos cuando se los recetan.
Las palabras de Boiron
Entrevistado tras el caso del pequeño de 7 años, Boiron ha declarado en el diario Corriere que la última vez que tomó antibiótico fue "el año pasado, después de la extracción de una muela del juicio", que se lo toman sus hijos cuando les hace falta, y que incluso consume aspirina todas las mañanas para prevenir infartos.
Con esto, lo que quiere dejar claro es que la homeopatía no sirve para cosas complejas, sino solo como método preventivo de ciertas enfermedades, como método curativo de enfermedades leves y como tratamiento complementario a los tratamientos de la medicina alopática (la tradicional).
Es decir, la homeopatía ya no es, según Boiron, una medicina alternativa, sino que es una medicina complementaria.
Si Hahnemann levantara la cabeza...
Para aquellas personas que no saben en qué consiste la homeopatía y creen que es algo natural del estilo "brebaje hecho con plantas", el discurso de Boiron tiene mucho sentido. Los remedios de la abuela son muy útiles para muchas cosas, pero nadie se cura de un cáncer con ellos, o de una infección seria, pero pueden ser útiles para ciertos síntomas.
El problema es que la homeopatía no son los remedios de la abuela. No son plantas ni fórmulas extraídas de la naturaleza, sino sustancias que, independientemente de su origen (a veces se usan sustancias no naturales), se diluyen hasta que ya no están presentes en la formulación, haciéndonos creer que lo que nos cura es el disolvente en el que fueron diluidas, que se ha quedado con las características de la sustancia con la que ha estado en contacto.
Pero no solo esto, y aquí está el quid de la cuestión. La homeopatía cura con sustancias similares, y no con las contrarias. Es decir:
- Si vas al homeópata porque te duele la cabeza, debe indicarte un remedio homeopático basado en una sustancia que, si la consumieras, te produciría dolor de cabeza. Entonces, como esa sustancia está muy diluida hasta no estar ya presente, al consumirla en pequeñas cantidades, tu cuerpo reaccionaría eliminando el dolor de cabeza.
- Si vas al homeópata porque tienes una reacción alérgica, debe indicarte un remedio basado en una sustancia que aumente la reacción alérgica, pero diluida para que al ser consumida tu reacción disminuya. Por eso se indica Histaminum (histamina).
- Si vas al homeópata porque tienes problemas para dormir, debe indicarte un remedio basado en una sustancia que te provoque más problemas para dormir, pero diluida. Por eso indican Coffea (café).
Así, si vas porque tienes una otitis, y fiebre, te tienen que dar remedios que, consumidos, provoquen dolor de oído y fiebre, pero diluidos, como Hephar Sulfur (azufre) y Belladona (planta que al consumirla, por su toxicidad, provoca fiebre).
Cuando los padres fueron con su hijo al homeópata, les ofreció los remedios lógicos según la homeopatía: similares que en gran cantidad habrían acabado con la vida del niño, pero que diluidos deberían haberle curado. Como homeópata su actuación fue impecable.
El problema es que los principios de la homeopatía no tienen ningún sentido, porque nadie se toma una gota de café para poder dormir, y nadie con una reacción alérgica, en la que la histamina empieza a afectar a los ojos, a la piel, y quizás incluso a la lengua y los labios (y después a la glotis), hinchándolos peligrosamente, consumiría más histamina.
En todo caso, el que no puede dormir se tomará algo que le relaje de alguna manera, y el que tiene una reacción alérgica se tomará un antihistamínico.
Por eso no tiene sentido que un homeópata recete antibióticos, por eso si Hahnemann levantara la cabeza se tiraría de los pelos y por eso no tiene sentido que un médico de medicina tradicional sea homeópata. Porque no puedes dar para una alergia histamina diluida y por otro lado un antihistamínico, pues el segundo anula el efecto del primero (o lo anularía si hiciera algo).
Pero... la homeopatía sí cura enfermedades importantes
Por todo lo mencionado, las palabras de Boiron son en realidad contrarias a los principios de la homeopatía. Al asegurar que no puede curar enfermedades serias y que solo es para prevenir y curar procesos banales, lo único que demuestra es que cura aquello que en realidad se cura solo.
Es decir, prevenir resfriados, prevenir bronquitis, prevenir... y tratar enfermedades poco importantes sería según él el objetivo de la homeopatía. La evidencia ya ha demostrado que la homeopatía no es útil para prevenir enfermedades, ni en realidad ha demostrado que cure nada. La gente que mejora con homeopatía se cura porque sin ella se habría curado igualmente. Vamos, que es como dar besitos a una herida, decir lo de cura sana, cura sana, o el "tómate este caramelito dulce que te quitará todos los dolores", y que la persona crea que por haberlo tomado, ya se va a encontrar mejor (efecto placebo).
Este discurso de Boiron, debe haber cogido (imagino) por sorpresa a cualquier homeópata, porque ahora resulta que, si estas son las reglas, miles de homeópatas llevan años practicando muy mal su medicina. Basta con mirar la página ABC homeopatía, que es como una biblia virtual de remedios homeopáticos, y observar que:
- La homeopatía puede curar el cáncer: "No oiréis hablar de ello en los periódicos, pero lo cierto es que en la India, la homeopatía cura miles de casos de cáncer".
- La homeopatía cura tumores cerebrales: "Los tumores cerebrales tratados con homeopatía obtienen excelentes resultados".
- El Cuprum Metallicum es un tratamiento homeopático útil para la meningitis, los ictus y la tos ferina: "(...) afecciones cerebrales, meningitis, apoplejía y congestiones, si el espasmo está presente en algún grado, tanto si es una contracción espasmódica en los dedos, como si se trata de convulsiones generales. Indicado en la tos ferina cuando el niño se vuelve rígido, la respiración se detiene y presenta contracciones espasmódicas. Finalmente, el niño vuelve en sí, vomita y se recupera poco a poco."
- La Ipeca es un remedio homeopático útil en enfermedades importantes en la infancia: "Bronquitis agudas con mucha mucosidad y dificultades respiratorias. Tos espasmódica, con nauseas y sofocaciones, a veces acompañada de vómito, tosferina."
- Las otitis sí se curan con homeopatía: "Es importante acudir a un Homeópata para curar una otitis ya que pueden derivarse varias complicaciones. Otitis supurante con pus amarillo y verdoso, normalmente el el oído izquierdo en niños pegados a mamá: Pulsatilla. Otitis con supuración de pus maloliente, en persona colérica: Hepar Sulfur. Otitis con gran infección, dolor punzante e inflamación detrás del oído. Mastoiditis. Sobre todo con los primeros síntomas: Capsicum.
- El Phosphorus es útil cuando se sufre una neumonía en la base del pulmón derecho.
Y no sigo porque creo que está todo dicho. Son todas enfermedades lo suficientemente importantes como para requerir de antibiótico en muchos casos, o de tratamientos incluso más importantes, según la gravedad del cuadro.
Ahora solo queda saber qué pasará con el homeópata italiano, al que le va a caer, muy probablemente, un juicio por negligencia, cuando él estaba únicamente haciendo bien su trabajo.
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