Los niños no saben ponerse de pie hasta el día en que aprenden a hacerlo. De igual modo no saben trepar por la cuna o por el moises hasta que un buen día tratan de hacerlo y lo consiguen. Esto significa que el lugar donde están los niños debe ser siempre lo más seguro posible, ya que en Estados Unidos se ha evidenciado que cada año llegan a urgencias cerca de 10.000 niños menores de dos años con lesiones producidas estando en sus cunas, parques infantiles y moisés.
Investigadores del Hospital Nationwide Children's de Columbus, en Ohio, han concluido que la mayoría de estas lesiones suceden cuando los niños tratan de salir y caen al suelo.
En palabras de Gary A Smith, profesor de pediatría y director del Centro de Investigación de Lesiones y Política del hospital:
Lo más sorprendente fue el número de lesiones relacionadas con la cuna que se trataban en los servicios de emergencias de los hospitales. Parece que la mayoría de estas caídas se deben a que los niños tratan de trepar fuera de la cuna y caen al suelo.
La mayoría de veces, por el peso de la cabeza en relación al resto de su cuerpo, los niños suelen caer de cabeza. Si además tenemos en cuenta que muchos niños no tienen la habilidad de amortiguar la caída, ya sea con las manos, ya sea girando el cuerpo, las caídas pueden llegar a provocar lesiones graves.
Por esta razón es importante conocer las capacidades de los niños y saber que cuanto más se mueven mayor es el riesgo de accidente y mayor hincapié deben hacer los padres en minimizar los riesgos.
Según la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de EE. UU., cuando empieza a haber riesgo los padres deben bajar la altura del colchón en la cuna para que haya al menos 68 cm entre la parte superior del colchón y la parte superior de la barandilla y cambiar la cuna por la cama cuando el niño mida 89-90 cm, con su barandilla correspondiente.
Para el estudio el equipo de Smith utilizó los datos del Sistema Electrónico Nacional de Vigilancia de Lesiones entre los años 1990 y 2008. En esos 18 años se identificaron cerca 182.000 niños menores de dos años que habían sido llevados a urgencias por lesiones en la cuna, moisés o parque infantil.
Desglosando los accidentes según dónde dormían los bebés vieron que el 83,2% de las lesiones estaban relacionadas con las cunas, el 12,6% en los parques infantiles y el 4,2% en el moisés. Esto es de una lógica aplastante, porque los que duermen en un moisés suelen ser bebés pequeñitos que se mueven menos y tienen menos habilidad para trepar, los que juegan en parques infantiles lo hacen de día, cuando suele haber un adulto más o menos pendiente (y quizás los parques tienen una mayor distancia entre el suelo y el final de las protecciones) y porque los que duermen en la cuna lo hacen cuando los papás también duermen y no están vigilando (y porque la mayoría de los niños duermen en una cuna).
Ante esta situación, se aconsejan cunas lo más seguras posible y minimizar todo peligro posible, incluso aquellas cosas que podrían relacionarse con muertes por asfixia, como la ropa de cama, peluches o paragolpes.
Con respecto a dormir con los padres, Smith comentó que "acostar al bebé junto con los padres aumenta su riesgo de asfixia", de lo que disiento en parte, ya que si los padres tienen en cuenta una serie de medidas recomendadas la cama familiar, no adaptada a los niños, puede transformarse en un lugar totalmente seguro. Ahora bien, si no se tienen en cuenta sí puede haber riesgos que hagan que dormir junto a un hijo sea peligroso. Por otro lado lo lógico sería que durmiendo con los padres las caídas de niños que tratan de salir disminuyan también, porque la necesidad de irse de donde están en busca de papá o mamá desaparece.
En cualquier caso, una cuna homologada bien montada y con poco o nada en el colchón que pueda ser peligroso será una opción segura siempre que respetemos la distancia entre el colchón y la parte superior de la barandilla.
Vía | Healthfinder Foto | Afroswedee en Flickr En Bebés y más | Cómo debe ser una cuna segura, Mi hijo se ha caído, Cunas, como deben ser