Las caries son el problema bucodental más frecuente entre los pequeños, y ha ido en aumento en los últimos años. Hace 40 años los niños no tenían tantas caries como hoy en día.
La dieta, con un exceso de productos azucarados, así como los malos hábitos de limpieza son las principales causas de motivan la aparición de caries, por lo que es importante transmitirles hábitos saludables desde que son muy pequeños. Os damos algunos consejos para prevenir las caries en los niños.
No chupar el chupete para limpiarlo
Una costumbre muy frecuente de los padres es limpiar el chupete metiéndoselo en la boca, pero no es nada aconsejable pues de esta forma podrían pasar al bebé las bacterias que tienen en su boca y contagiarle las caries.
Aunque hay estudios que sugieren que este gesto podría ser beneficioso para prevenir el riesgo de alergias, limpiar el chupete con la saliva de los padres no debería hacerse si tienen caries o una escasa higiene dental.
Las caries pueden contagiarse de adultos a niños, por tanto evita transmitírselas, no sólo no chupando el chupete, sino también evitando compartir utensilios como vasos, cucharas o cepillos de dientes.
Desayunar cada día
El desayuno es la comida más importante del día, con ella los niños acumulan energía para el resto del día. Pero además, no desayunar por las mañanas tiene una relación directa con la aparición de caries, ya que los niños recurren más al picoteo entre horas, una amenaza para los dientes de los más pequeños.
Si el niño necesita comer a horas que no sean las de las comidas, ofrécele tentempiés saludables y evita alimentos azucarados y procesados como galletitas, zumos industriales, bollos y demás productos poco nutritivos.
Evitar zumos envasados y refrescos azucarados
Se cree que con los zumos envasados se les está dando frutas, pero las concentraciones de fruta son mínimas frente a las excesivas de azúcar que contienen.
Los azúcares se convierten en compuestos que aumentan la acidez de la cavidad bucal. El azúcar junto a los ácidos, deterioran el esmalte, erosionándolo y favoreciendo la aparición de caries dental.
Cepillarse los dientes con frecuencia
Los niños deben lavarse los dientes como mínimo dos veces al día, al levantarse y al acostarse. Es frecuente saltarse el cepillado, especialmente por la noche cuando están muy cansados, pero hay que saber que las bacterias que se alojan en la boca actúan sobretodo por la noche al producir menos saliva que ayude a neutralizar su acción.
Muchas veces no es posible debido a los horarios escolares, pero lo ideal es que se cepillen los dientes también después de las comidas. Y por supuesto, después de comer chuches entre horas.
Una técnica de cepillado adecuada
Los dientes hay que limpiarlos desde que aparecen en la boca, ya que cualquier alimento fermentable puede generar caries en el bebé. Al principio con una gasa humedecida y a medida que vayan apareciendo más piezas un cepillo adecuado para su edad con cerdas blandas y puntas redondeadas.
Cuando son pequeños debemos ayudarlos nosotros hasta que aprendan a hacerlo correctamente por sí solos. Incluso hasta con niños mayorcitos hay que repasar aquellas zonas más difíciles de acceder, como muelas y caras internas.
Vistar al dentista
Cada seis meses hay que acudir al dentista para una revisión. Además de controlar la posición de los dientes y la caída de las piezas dentales, se controlará también si hubiese alguna caries y se aplicarán selladores para evitarlas si fuese necesario.
En caso de haber alguna caries, ésta debe ser tratada aunque el diente sea de leche. Se cree que como caerá, la caries se irá con el diente, pero es un error. La caries es una enfermedad infecciosa que ataca el diente pero de no tratarse seguirá afectando el tejido nervioso.
Foto | sethstoll en Flickr CC En Bebés y más | Factores de riesgo de caries dental en la infancia