Existe una política abierta en relación a la gran cantidad de cesáreas que se practican en Iberoamérica, al parecer hay tantas debido al temor por las denuncias en el caso de un posible sufrimiento fetal. Los datos son claros, se seleccionaron 120 hospitales de 8 países al azar, entre ellos se encontraban hospitales medianamente equipados y hospitales con los últimos adelantos técnicos existentes, fueran públicos o privados.
Un total de 100.000 nacimientos estaban incluidos en este estudio y nada menos que un 33% correspondían a partos poor cesárea. Como dice en la noticia, el parto es un acontecimiento natural ante el cual, el médico debe permanecer expectante e intervenir en caso de existir alguna complicación. Los médicos deben afrontar y aceptar su profesión, lo que queremos decir es que en todo hay riesgos y que hay que ser profesionales para valorar y juzgar cuando se debe realizar una intervención. Está muy bien intentar trabajar sobre seguro, pero esto tiene que ser cuando exista un posible riesgo para la salud, pero no riesgos burocráticos o judiciales y mucho menos cuando no se presenta ningún problema en el parto.
El estudio ha sido publicado en la revista británica The Lancet, denunciando altas tasas de mortalidad neonatal y complicaciones graves en la madre causadas por las cesáreas.
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