Cuando un niño pequeño tiene diarrea, aunque sea leve, los padres nos preocupamos enormemente. En realidad en España no es especialmente frecuente que se produzcan diarreas de verdadera gravedad.
Usualmente se nos recomienda no ofrecer alimentos durante un día y luego comenzar con la llamada "dieta astringente" pero no hay ningún dato científico que avale su utilidad en los casos que no revistan gravedad. Ninguna dieta específica ha demostrado ser más eficaz contra la diarrea, aparte de no ofrecer alimentos condimentados en exceso o aquellos que el niño rechaza. Realmente no hay que obligar al niño a comer, y menos aún a comer lo que no desea o en cantidades superiores a las que el quiere. Pero mantenerlos a dieta absoluta es peligroso, siendo más grave el peligro de hipoglucemia que el de deshidratación. El niño debe tomar alimentos apetecibles, nutritivos y de fácil digestión.
Entonces, si un bebé o un niño pequeño tiene leve diarrea, con dos o tres deposiciones blandas o liquidas, ¿qué podemos hacer?
Si toma leche materna y tiene una diarrea leve, nada mejor que seguir con la lactancia, a absoluta demanda, tantas veces como el niño la acepte, incluso aunque sean breves tetadas. Es decir, hay que seguir con el pecho, y cuanto más, mejor. No hay que restringir el pecho en manera alguna. En realidad, si el bebé mama, los productos de rehidratación no suelen son necesarios, pues no llegaría a producirse deshidratación.
Cuando hay deshidratación, en el ámbito hospitalario, se procede a la rehidratación y una vez solucionada, se retoma la alimentación. Pero si no se presenta el problema no hay que suspender en ningún momento la leche materna. No hay motivos a priori para hacerlo y cualquier duda al respecto debe consultarse con el pediatra.
Con los lactantes que toman biberón, se debería seguir con la leche habitual, sin diluirla ni darle leche o agua de arroz. En los casos en los que se sospecha alguna intolerancia a la lactosa el médico prescribirá, y debe ser él, una leche adecuada.
En el caso de niños mayorcitos que presentan una diarrea leve hay que seguir con una dieta normal. Con lógica, obviamente. Ofreciendo alimentos que le gusten y que sean sanos, se recuperará correctamente y se mantendrá nutrido. Un poco de un alimento normal puede ayudarle más que vomitar un plato de arroz cocido soso. El agua es lo mejor para estar hidratado, y si es necesario se le dará una solución especial de rehidratación oral. No hay que dar productos industriales que se venden como refrescos, pues ninguno de ellos tiene la composición adecuada.
Pero si nos encontramos con una diarrea muy frecuente, y no me refiero a tres deposiciones líquidas en unas horas, sino a unas continuadas, si es preciso ofrecer suero oral a demanda y acudir al médico para la valoración de cada caso, especialmente si hay vómitos o sangre en las heces.
Más información | Centres for Disease Control (Avalados por la Academia Americana de Pediatría) , Asociación Española de Pediatría, OMS