Los factores de protección reducen la probabilidad de depresión infantil en presencia de factores de vulnerabilidad o de activación de este trastorno. Recordemos que existen múltiples factores de riesgo familiares y del entorno para la depresión infantil, así como los factores individuales.
Ante la presencia de estos riesgos, existen determinados factores de protección. Algunos son intrínsecos al niño y no se puede actuar en ellos, pero para la mayoría los padres y el entorno pueden ser determinantes y favorecer estos factores:
- Buen sentido del humor. En un entorno amable y feliz, es más probable que el niño comparta dichos sentimientos y más complicado desarrollar depresión.
Buenas relaciones de amistad. Los niños poco a poco van ampliando sus afectos, y podemos acompañarles en este desarrollo.
Relaciones estrechas con uno o más miembros de la familia Los vínculos afectivos positivos y estables que se desarrollan desde los primeros momentos de vida deben seguir cultivándose.
- Logros personales valorados socialmente. En este sentido, podemos apoyar a nuestros hijos valorando sus pequeños avances e intentar que esto sea así en todo su entorno (escolar, familiar...).
- Práctica de algún deporte o actividad física, importantísimo en el ámbito escolar pero también (y sobre todo) familiar.
- Participación en clubes escolares/sociales o en voluntariado, para los niños algo mayores.
- Nivel de inteligencia normal-alto.
Como vemos, la mayoría de puntos están muy relacionados con la mejora de la autoestima de los pequeños, a la que hemos dedicado un espacio importante.
En cualquier caso, junto a estos factores que pueden proteger frente a la depresión infantil recordemos la importancia de la detección a tiempo de cualquier síntoma que nos haga sospechar de posibles problemas para poder consultar con el especialista.
Vía | Guía Salud En Bebés y más | Depresión infantil: síntomas, El 70% de las enfermedades psiquiátricas en los adultos tienen su origen en la infancia o la adolescencia, Acudir al psicólogo infantil