Hace poco más de un mes que se estrenó el libro de Carlos González que habla acerca de las vacunas, cuyo título es “En defensa de las vacunas” y del que ya hablamos en enero, días antes de que pudiera comprarse.
En Bebés y más hemos considerado que podría ser interesante hablar con el autor para conocer el objetivo de dicho libro y para que nos explique un poco cuáles son las dudas más comunes de los padres en cuanto a vacunas se refiere y nos responda a algunos de los argumentos que aquellos que están en contra de las vacunas esgrimen.
¿Por qué un libro sobre vacunas?
Estaba preocupado porque encontraba padres que no vacunaban a sus hijos, engañados por algunos médicos antivacunas.
Uno de los argumentos contra la vacunación es el número de vacunas que reciben los niños a edades tempranas. Bajo el eslogan “Too many, too soon” (demasiadas, demasiado pronto), muchas personas explican que tantas vacunas antes del año puede ser peligroso para los bebés, ¿es esto cierto? ¿No sería mejor vacunar según las características de cada niño (peso, antecedentes, estado de salud,...)?
Suena lógico, ¿verdad? Como aquello de “¿cómo le das el pecho antes de tres horas, no ves que tiene que hacer la digestión?” o “no lo cojas en brazos, que se acostumbra”. Son cosas que suenan superficialmente lógicas, pero son completamente absurdas.
Todos los países de Europa occidental ponen la primera tanda de vacunas a los dos meses, y aunque algunos países nórdicos se permiten esperar hasta los tres, otros en África o Asia han de empezar al mes y medio o antes. Lo que sería muy peligroso es vacunar más tarde, o vacunar de cada enfermedad por separado (lo que, además de multiplicar el número de pinchazos, el riesgo de complicaciones y las posibilidades de error, significaría que algunas de las vacunas se pondrían demasiado tarde).
El European Forum for Vaccine Vigilance ha llegado a decir que es muy posible que el número de víctimas como consecuencia de las vacunas sea superior al de las víctimas de las enfermedades contra las que supuestamente éstas tenían que actuar y además han asociado las vacunas a muerte súbita y a autismo. Con argumentos así dan ganas de no ir ni al pediatra…
El “European Forum for Vaccine Vigilance”, pese a su pomposo nombre, no es ni una sociedad científica, ni una institución seria, ni un oganismo dependiente de la Unión Europea. Y muestran un absoluto desprecio por la verdad.
La información seria sobre las vacunas en Europa se puede encontrar aquí: EUVAC, Europa por los pacientes (UE) y OMS en Europa.
Teóricamente los niños son vacunados para tener anticuerpos y protegerse de las enfermedades, sin embargo, según se comenta, las personas que se contagian de SIDA crean anticuerpos y pueden llegar a morir. Además explican los antivacunas que los anticuerpos se consiguen por la entrada natural del virus vía boca, nariz, amígdalas, piel, etc. cogiendo la enfermedad, pero no a través de una vacuna. ¿Qué hay de cierto en esto?
Tal vez por eso no hay todavía una vacuna contra el sida: porque los anticuerpos contra esa enfermedad no son capaces de protegernos. Si alguna vez existe una vacuna contra el sida, tendrá que inducir cantidades mucho mayores de anticuerpos, o anticuerpos de un tipo completamente distinto a los que induce la infección natural; porque salta a la vista que los producidos por la infección natural no son suficientes.
Las vacunas son muy eficaces para prevenir las enfermedades. Lo sabemos porque hay cientos, miles de estudios en todo el mundo que así lo demuestran. También sabemos que actúan induciendo la producción de anticuerpos (y también hay cientos de estudios que muestran los niveles de anticuerpos conseguidos con las distintas vacunas), pero ya existían vacunas antes de que se descubriera la existencia de los anticuerpos.
Con respecto a los adyuvantes, ¿hay alguno que sea cancerígeno? Al ser inoculados los virus en órganos de animales, ¿podría haber virus de esos animales en las vacunas?
No, los adyuvantes no son cancerígenos. Si lo fueran, no se pondrían en las vacunas.
Hace décadas hubo vacunas contra la polio contaminadas con un virus del mono, el SV40. Los sistemas de fabricación de las vacunas son muy distintos hoy en día, y eso ya no ocurre.
Una de las vacunas recomendadas es la del sarampión, puesto que al descender el porcentaje de vacunados el riesgo de epidemia aumenta alarmantemente (ya ha sucedido antes), sin embargo hemos podido leer que el sarampión natural inmuniza de por vida tanto contra el sarampión como contra cientos tumores y enfermedades inmunológicas. Creo que nunca he tenido sarampión, pero me dan ganas de cogerlo…
El sarampión es una enfermedad muy peligrosa, que mata todavía a cientos de miles de niños en todo el mundo (y hace unas décadas, cuando las tasas de vacunación eran más bajas, mataba a millones). Todavía hoy, en Europa, con la mejor asistencia sanitaria, aproximadamente uno de cada mil enfermos de sarampión muere a causa de la enfermedad.
Se está investigando sobre la posibilidad de modificar el virus del sarampión para que ataque a las células cancerosas. Tal vez dentro de muchos años saldrá de ahí un nuevo tratamiento… o tal vez no. De ahí a decir que el sarampión previene el cáncer, va un mundo.
Mañana, en una segunda entrada, podréis leer el resto de preguntas que Carlos González nos respondió.
En Bebés y más | “En defensa de las vacunas”: nuevo libro de Carlos González, Carlos González responde a la pregunta: “vacunas sí o vacunas no”, El fraude que relacionó vacunas y autismo