Los niños han vuelto al cole: no nos olvidemos de las vacunas
Salud infantil

Los niños han vuelto al cole: no nos olvidemos de las vacunas

La vuelta al cole es una circunstancia que implica muchas cosas asociadas: vuelta al estrés, vuelta a las rutinas, vuelta al mundanal ruido, vuelta a la espiral que nos fagocita para volver a formar parte del engranaje social y vuelta a los virus y enfermedades, que los niños tan bien cogen y contagian.

No hace falta más que echar un vistazo a la gente, en las calles, para ver que los mocos han vuelto, y los resfriados, y las primeras bronquitis, y pronto llegarán las otitis, las faringitis y otras "itis" y con ellas, esperemos que no, las complicaciones secundarias. Teniendo en cuenta que la vuelta al cole implica todo esto: no nos olvidemos de las vacunas.

Pero... las vacunas no sirven para los resfriados

Claro que no. Nada va a salvar a tu hijo de un resfriado más allá de procurarle una dieta equilibrada y la posibilidad de hacer ejercicio, no estresarle mucho y ayudarle a ser feliz. Por más vacuna que le pongas, si tiene que pillar un resfriado, lo pillará. Pero eso no quita que algunas enfermedades que cogen nuestros hijos puedan complicarse con otras infecciones y acabar siendo problemáticas.

Por ejemplo, y aunque aún no entra en todas las comunidades autónomas, la vacuna del neumococo es efectiva para evitar las otitis por neumococo y las neumonías por esta misma bacteria (y las meningitis neumocócicas). Teniendo en cuenta que muchas de ellas acaban en empiema (cuando la neumonía se complica, se produce pus en el espacio pleural), parece bastante interesante que los niños de hasta 5 años, que es la edad de mayor riesgo, estén inmunizados con esta vacuna.

Como además de los virus y las bacterias, la vuelta al cole nos trae una vuelta a las caídas y golpes, a las heridas y abrasiones, la vacuna del tétanos sigue siendo importantísima. Sé que suena a antiguo, a enfermedad de nuestra época de la que ahora nadie sabe, pero el Clostridium tetani sigue existiendo y por ello sigue siendo una vacuna totalmente necesaria para evitar una enfermedad, el tétanos, que puede ser mortal. La vacuna del tétanos va asociada a la de la difteria y a la de la tos ferina. Ésta última, la tos ferina, es una de las vacunas menos eficaces que hay. No consigue una protección completa y además dura poco tiempo, así que por desgracia muchos niños acaban padeciendo la enfermedad a pesar de estar vacunados. Esto no quita que siga siendo importante vacunarse, pues por poco que haga, siempre es mejor que nada.

Otra muy importante y que muchos niños no llevan es la segunda dosis de la triple vírica. Esta vacuna contiene tres, en realidad, la del sarampión, la de la rubéola y la de la parotiditis. El sarampión es uno de los virus más contagiosos que hay y es el que, en cuanto las coberturas vacunales bajan, más rápido vuelve a aparecer.

¿Tendrán mejor salud los niños si tienen todas sus vacunas?

Tendrán mejor salud que si ningún niño estuviera vacunado, sin duda, porque entonces los contagios por enfermedades importantes serían continuos y muchos niños sufrirían las consecuencia de esos virus y bacterias que ya tenemos controladas. Ahora bien, en una situación como la actual, en que la mayoría de niños están vacunados, el hecho de ponerle más vacunas no hará que esté más sano de lo que está, sino que corra menos riesgo de padecer enfermedades que hace mucho que nadie padece (o casi nadie).

Esto es así mientras las coberturas vacunales sigan siendo elevadas. Si en algún momento los padres empiezan a pensar que ya no hace falta vacunar porque las enfermedades están controladas, entonces el riesgo empezará a aumentar y un posible caso de enfermedad podría extenderse rápidamente al haber muchos niños desprotegidos.

Lo que sí sabemos, que es lo contrario de lo que muchos piensan, es que los niños no vacunados no tienen mejor salud. Muchos padres creen que no vacunar a los hijos es bueno para ellos y que así alivian sus sistemas inmunitarios de las vacunas, haciéndoles niños más sanos, pero a la hora de la verdad, esto no se confirma en los estudios. De hecho, lo que sí se confirma es que los no vacunados padecen más las enfermedades de las que no se vacunan, y esto sí es más peligroso que resfriarse más o menos.

¿No os han pedido el carnet de vacunas en el colegio?

Muchos colegios, con la intención de recordar a los padres que los niños tienen que tener las vacunas al día, piden los carnets de vacunas a los padres. Esto hace que los padres se preocupen por buscarlos y se preocupen por ver si falta alguna vacuna y, si se da el caso, acudir a su centro de salud a ponérsela.

En realidad es una anécdota: las vacunas no son obligatorias y por eso, aunque los colegios públicos pueden pedir el carnet de vacunas si quieren, la matriculación no puede depender, en ningún caso, de que un niño tenga o no las vacunas recomendadas en el calendario de vacunas anual. Sí pueden hacerlo los colegios privados, que pueden marcar, para la matriculación, los requisitos que consideren oportunos.

Así que si os lo han pedido, perfecto, pero si no os lo han pedido, es el momento de buscar el carnet, echar un vistazo y aseguraros de que a los niños no les falta ninguna vacuna, por su bien. Como dice una frase que leí hace unos días (y que os he puesto en la imagen de portada):

Lo peor de las vacunas es no estar vacunado.

Fotos | iStock
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