Hace unas semanas se celebró en Madrid el XVI Congreso Mundial de Psiquiatría y uno de los temas que trataron es el de la infancia, etapa de la vida en la que los psiquiatras aseguran, según leo en ABC, que el 20% de los niños tiene un trastorno o problema mental, que suele suceder antes de que los niños o niñas cumplan 14 años.
Al parecer, los profesionales de la psiquiatría consideran que con semejantes números hay muchas diferencias a nivel mundial en relación a la distribución de profesionales que atienden a las personas con problemas de salud mental, provocando desigualdades al haber países con pocos psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y enfermeras de psiquiatría.
Hasta aquí puedo estar de acuerdo, pues no hay nada peor que tener a muchos niños con problemas y que no haya personal suficiente para atenderles. El problema es que para ver un problema en este hecho debería aceptar la premisa que dice que uno de cada cinco niños tiene un problema mental y yo sigo sin aceptarla. No me creo que esto sea cierto.
Esos problemas inventados o magnificados
No me preguntéis por qué, pero acabo de acordarme de Estivill, el autor de libros tan conocidos como el "Duérmete, niño" que, con métodos conductistas de lo más polémicos (por aquello de dejar llorar al niño para conseguir que deje de pedir compañía por la noche), consigue curar el insomnio infantil, que según explica, afecta al 35% de los niños menores de 5 años.
Ante estas cifras yo me pregunto: ¿cómo lo hacían nuestros padres, nuestros abuelos y sus antepasados con ese 35% de niños menores de 5 años que no podían dormir? Porque por aquel entonces ni había "Duérmete, niño" ni había libro para enseñar al niño a dormir.
Quizás les dejaban llorar, pero sin la teoría, o quizás simplemente les acompañaban para que estuvieran tranquilos hasta que, ya mayores, dormían bien. O mejor, quizás esas cifras no existían, porque unos niños duermen mejor, otros duermen peor, pero nadie consideraba que un niño tuviera insomnio, sino que "te ha tocado el niño al que le cuesta más dormir y el que se despierta más veces", vamos, un niño normal como todos que requiere de un poco más de paciencia. Y muy probablemente estos niños con más dificultades a nivel de sueño no llegaban a ser el 35%. ¿No será que cuanto más loco es el funcionamiento de nuestra sociedad, más afectados están los niños y por eso hay más niños que duermen peor?
De igual modo, ¿no será que ahora hay más niños con problemas de comportamiento porque viven en una sociedad con un funcionamiento absurdo? Porque todos sabemos de niños que piden ayuda a gritos mediante el mal comportamiento. Viven mal, tienen problemas, no aceptan el destino que se les ha impuesto y su válvula de escape, su manera de quejarse, es portándose mal. Otros ni siquiera tienen válvula de escape y acaban explotando con crisis de ansiedad. Y otros ni siquiera eso, directos a una depresión que les lleva a vivir una vida que odian cuando aún no han llegado casi ni a la adolescencia.
Los problemas se solucionan yendo a la raíz
Pues me van a perdonar, pero proveer al mundo de más psiquiatras y profesionales dedicados a la salud mental puede ser necesario, no digo que no, pero no deja de ser un parche. Si los problemas tienen que arreglarse de raíz quizás habrá que tratar a los padres, que andamos a menudo más preocupados en tratar de reparar nuestras heridas y carencias que en dar a nuestros hijos el cariño y el tiempo que merecen.
Quizás a quien haya que tratar sea a nuestro gobierno y a los bancos, que han permitido y promovido, corrupción incluida, que los trabajadores de a pie paguen su crisis, dejándonos en situaciones muy difíciles a nivel laboral. O quizás a los psiquiatras, que son capaces de decir que 1 de cada 5 niños tiene problemas o trastornos mentales y quedarse tan anchos.
Porque es imposible. El 20% de los niños son muchos niños. En mi clase éramos 40, pues según la estadística 8 tenían problemas o un trastorno mental. Mentira, a menos que trastorno mental sea mirar al techo porque el profesor de historia es tan rancio que no hay quien se digne a escuchar una de sus clases.
Pero no sé de qué me extraño. El pastel es cada vez más pequeño y todos quieren su pedacito. Hoy en día se hace negocio de todo, hasta se hace negocio con la salud, ahogando al sistema de salud público, recortando y mermando, para que la gente empiece a saltar a la medicina privada donde se dejarán el dinerillo.
Pues en esto de la psiquiatría, lo mismo: decimos que son muchos los niños que están mal, nos quejamos porque no hay profesionales suficientes, conseguimos que cada vez seamos más y empezamos a pasar consulta a todos esos niños que en realidad no tienen nada o cuyos problemas no son realmente psiquiátricos, sino una respuesta normal a un mundo anormal.
Vía | ABC
Foto | Thinkstock
En Bebés y más | ¿Todos los niños tienen un trastorno mental?, Llega el 'TCL': un nuevo trastorno conductual primo hermano del TDAH, ¿Uno de cada cinco niños tiene un trastorno de salud mental?: el negocio de la psiquiatría