Derek Prue nació con un angioma, una gran mancha en el pecho tipo "vino de oporto". Con ocho años, esta marca distintiva de gran tamaño le avergüenza tanto que incluso la cubre cuando se baña en la piscina. A la vista de lo mal que lo pasaba su hijo, su padre decidió tatuarse una igual para solidarizarse con él. Fueron 30 horas de dolor, según su tatuador, para demostrarle que no es el único.
Se trata sin duda de un ejemplo de que el amor de un padre no tiene límites.
"No quería que fuera el único con la mancha"
Cuenta el pequeño Derek en una entrevista a la CBC de Canadá, que estaba jugando con sus hermanas en la piscina de un hotel, cuando su padre le llamó desde el borde.
Asegura que se asomó y volvió a caer al agua cuando vio que su padre tenía una réplica de su mancha en su pecho, exacta a la suya: "Estaba feliz y un poco confundido. No sabía que iba a hacerlo".
Su padre explica que decidió hacerse el tatuaje tras notar que su hijo insistía en llevar camisa incluso en la piscina. Se emociona al pensar en la vergüenza que pasa su hijo, así que quiso que "no fuera el único".
Añade el pequeño Derek que le pareció extraño que su madre le sacara una foto de su marca de nacimiento, pero no imaginaba su finalidad.
30 horas y mucho dolor para solidarizarse con el niño
El tatuador que se encargó de reproducir el angioma asegura que "es bastante doloroso", ya que se trata de una zona del cuerpo con muchas terminaciones nerviosas.
Así lo atestigua también el protagonista de este bonito acto de amor paternal:
"Recuerdo la primera vez que entré, me acosté y después de tres o cuatro horas, pensé: 'Sí, ¿ya casi hemos terminado?' Y el tatuador me dijo: 'Sí, ya casi hemos terminado el bosquejo'."
Ahora reconoce que se alegra de no haber sabido desde el principio que iba a tardar en conseguir su objetivo 30 horas, a lo largo de seis u ocho semanas.
El mismo tatuador aseguraba en la CBC que "es increíble poder consolar a tu hijo de esa manera". Por eso, solo le cobró cuatro horas de trabajo, porque asegura que "dibujar una sonrisa en el rostro de un niño no debería costarte un ojo de la cara".
Para él es suficiente con haber ayudado a esta familia y lograr que el pequeño Derek "se sienta más seguro y feliz".
De hecho, ya ha asegurado a su madre que sí se quitará la camisa cuando su padre esté con él. Para el padre es suficiente recompensa a su esfuerzo: "Ahora los dos tenemos las mismas marcas permanentes".
¿Qué es un hemangioma o angioma?
Los hemangiomas son provocados por la dilatación de los vasos sanguíneos de las capas más superficiales de la piel, que han crecido más de lo normal. El bebé puede nacer con esta mancha (conocida popularmente como "antojo") aunque por regla general suelen ser visibles más tarde.
Puede llegar a afectar a un 10% de los niños menores de un año y, aunque suelen asustar a los padres, la Asociación Española de Pediatría asegura que solo en un 1% de los casos pueden suponer un peligro, aunque sí ocasionar complicaciones locales en su fase de crecimiento, sobre todo los hemangiomas faciales de gran tamaño.
Requieren un control frecuente por parte del pediatra, del color y tamaño de la mancha por si pudiera cambiar de apariencia, pero la mayoría van reduciendo con el tiempo hasta desaparecer por completo.
Un tipo especial de angioma o hemangioma plano son manchas tipo "vino de oporto" por su particular color rojo oscuro o púrpura. Son áreas de la piel extensas y lisas de formas irregulares provocadas por un exceso de vasos sanguíneos bajo la piel. Estas manchas no desaparecen sin tratamiento. Pueden ser extirpadas por un cirujano plástico o un dermatólogo pediátrico cuando el niño sea mayor. Así es el angioma de Derek (y ahora también el de su papá).
Vía | CBC Canadá
En Bebés y Más | Su madre pide que vean a la preciosa bebé detrás del hemangioma, Un regalo muy especial: su madre crea una muñeca igual a ella para ayudarla a normalizar su hemangioma