Hace un mes que comenzó en nuestro país la campaña de vacunación contra la gripe 2019-20. La gripe es una infección vírica aguda y muy contagiosa que en determinados pacientes con enfermedades de base o ciertas particularidades puede llegar a ser grave o incluso mortal. Entre estos pacientes estarían aquellos niños con problemas respiratorios como asma e hiperreactividad bronquial, para quienes la gripe podría suponer un mayor riesgo.
Si tu hijo se encuentra en este grupo, te explicamos por qué es tan importante vacunarle contra la gripe y cómo podría afectarles particularmente esta enfermedad vírica.
¿Qué es el asma?
El asma es la enfermedad crónica más frecuente en los niños, que afecta a entre el siete y el 15% de los menores con edades comprendidas entre los seis y los 14 años. Se caracteriza por episodios de dificultad respiratoria provocada por una inflamación bronquial que obstruye la vía aérea de manera total o parcial.
Cuando los síntomas permanecen se utiliza el nombre de asma, mientras que si tienden a desaparecer se suele hablar de broncoespasmo, bronquitis recurrente o hipersensibilidad bronquial, si bien en todos los casos los síntomas son los mismos y el tratamiento también.
¿Por qué se aconseja vacunar contra la gripe a los niños asmáticos?
Existen diversas causas que pueden desencadenar un ataque de asma o empeorar los síntomas, como por ejemplo las alergias, los pólenes, los ácaros, el frío, el estrés, el humo del tabaco o las infecciones víricas, como la gripe.
Según la Asociación Española de Pediatría, el asma es la causa más común por la que los niños ingresan en el hospital por gripe, además de aumentar las visitas a los centros de salud y las urgencias hospitalarias por empeoramiento de los síntomas. Pero la gripe no solo puede agravar los síntomas de asma o desencadenarlos, sino que aumenta las probabilidad de sufrir neumonía.
Es por ello por lo que los médicos recomienda la administración de la vacuna contra la gripe estacional en personas asmáticas o con alguna enfermedad respiratoria.
Sobre la vacuna de la gripe
La vacuna contra la gripe puede ser administrada a partir de los seis meses mediante inyección intramuscular o subcutánea. En los niños que aún no caminan, la zona de preferencia para administrarla será la anterolateral externa del muslo, mientras que para el resto se administrará en el deltoide (hombro).
Si es la primera vez que el niño se vacuna contra la gripe y tiene menos de nueve años recibirá dos dosis con un intervalo mínimo de un mes entre dosis. Para el resto de niños que ya se han vacunado contra la gripe en otras ocasiones, la dosis a recibir será una.
Sobre el mejor momento para vacunarse contra la gripe, cabe mencionar que desde el punto de vista epidemiológico, en el hemisferio norte del planeta la gripe comienza cada año en la semana 40 y finaliza en la semana 20 del año siguiente. Es decir, la temporada de gripe en nuestro país abarcaría desde principios del pasado mes octubre hasta mediados de mayo del año que viene.
Para que la vacuna sea lo más efectiva posible y proteja al niño cuanto antes, es recomendable vacunarse en cuanto da comienzo la campaña (entre la tercera semana del pasado mes octubre y la primera semana de este mes), especialmente si el niño debe recibir dos dosis. Sin embargo, desde el Comité Asesor de Vacunas señalan que "nunca es demasiado tarde para vacunarse contra la gripe", por lo que mientras el virus siga circulando se puede recibir la vacuna.
Otras medidas de prevención si tenemos hijos asmáticos
El virus de la gripe se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotitas y pequeñas partículas expulsadas con la tos, los estornudos o cuando las personas hablan.
También una persona puede contagiarse al tocar una superficie o un objeto contaminado con el virus de la gripe y luego se tocó la boca, los ojos o la nariz. En el caso de los niños, que comparten espacios cerrados como guarderías o escuelas infantiles, se transmite con mucha facilidad.
La mejor prevención pasaría por la vacunación, si bien hay otras medidas que podemos poner en práctica para minimizar los riesgos de contraer tanto este virus, como cualquier otro virus respiratorio frecuente en niños:
Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y luego de estar en contacto con otras personas.
Evitar el contacto directo con personas enfermas, y no llevar a los niños al cole si son ellos los que están enfermos.
Enseñarles a taparse la boca al tose y estornudar, y enseñarles a limpiarse los mocos y tirar el pañuelo a la basura.
Limpiar y desinfectar los juguetes y objetos que tocan y chupan los niños (sobre todo si los van a tocar y chupar otros).
Evitar compartir chupetes, vasos, vajilla y cualquier objeto que haya podido estar en contacto con la saliva o secreciones nasales. Es un punto complicado, especialmente en guarderías y escuelas infantiles, pero es importante implementar medidas básicas de higiene para evitar contagios.
Limpiar y ventilar la casa unos minutos cada día, salir con los niños un rato a la calle en espacios abiertos y evitar sitios cerrados con mucha gente.
Llevar una alimentación saludable (incluyendo alimentos que contribuyan a reforzar el sistema inmunológico en estos días de frío), practicar ejercicio físico y facilitar un buen descanso.
Además, tanto en temporada de gripe como fuera de ella debemos seguir una serie de recomendaciones para controlar el asma:
Si nuestro hijo sigue un tratamiento médico es muy importante llevarlo a cabo correctamente en dosis, frecuencia y duración. Jamás deberemos interrumpir la medicación por nuestra cuenta, educaremos a nuestro hijo en el uso correcto de los inhaladores y llevaremos un control rutinario con el especialista.
No fumar delante de los niños y protegerlos de los ambientes con humo. Este consejo también incluye el período del embarazo, ya que los hijos de padres fumadores tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad en la infancia.
Evitar en la medida de los posible los desencadenantes del asma, y prestar atención a los primeros síntomas para atajarlos cuanto antes y evitar una crisis más grave.
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Más información | SEICAP, CAV-AEP
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