Es frecuente en los niños pequeños meterse los dedos en la nariz, y también que a causa de ello se produzcan hemorragias nasales.
Meterse los dedos en la nariz es un hábito que realizan de forma instintiva, no lo controlan. A veces porque les molesta algún moquillo o porque ya tienen la costumbre de metérselos mientras ven la tele o antes de dormir. El hecho es que son niños con sangrados nasales frecuentes, así que veremos qué hacer cuando el niño se mete el dedo en la nariz y le sangra.
No le regañes, es instintivo
Mi hija de 4 años tiene la costumbre de meterse los dedos en la nariz a cada rato, sobretodo por la mañana cuando se levanta con la nariz reseca, también cuando tiene sueño o se concentra viendo una película, por ejemplo. Vuelve del cole con sangre seca en la nariz un día sí y otro también, cuando no viene corriendo con las manos ensangrentadas diciendo "mami, mami, me sangra" que parece que se hubiese caído por las escaleras.
Le he repetido mil veces que no lo haga pero es como decirle a alguien que no se coma las uñas, lo hace instintivamente, como un tic, no es consciente de ello. Aún así, le seguiré repitiendo que deje de hacerlo cada vez que la vea con el dedo en la nariz, hay veces con una simple mirada se da cuenta y se lo quita enseguida.
Por supuesto, no hay que regañarles porque es algo que no controlan. Hay que hablar con ellos y explicarles que procuren no hacerlo, que le hace daño a los vasitos que tienen dentro de la nariz, y que además queda muy feo.
Nunca los amenacéis con que el médico va a hacerles cosas horribles o tonterías como que se la agrandarán los orificios nasales.
¿Qué hacer cuando le sangra la nariz?
Dicho esto, vamos ahora a lo práctico: ¿qué debemos hacer si le sangra la nariz?
El término usado en medicina para describir el sangrado de nariz es hemorragia nasal o epistaxis. Lo que sucede es que la nariz contiene muchos pequeños vasos sanguíneos que ayudan a calentar y humedecer el aire que respiramos. Se encuentran muy cerca de la superficie, por eso al tocarlos, al frotarlos, o a veces al sonarse la nariz muy fuerte, esos vasos se irritan y pueden sangrar.
También puede sangrar debido a la sequedad ambiental, suele ser más frecuente en los sitios de clima seco y en ambientes calefaccionados en invierno, por ejemplo.
¿Cómo actuar? Lo más habitual suele ser colocar la cabeza del niño hacia atrás, pero esto solo hará que se trague la sangre, lo cual puede hacer que encima el pobre niño vomite.
Lo que debemos hacer es intentar cortar la hemorragia. Hay que mantener la cabeza del niño ligeramente inclinada hacia delante presionando con el dedo la parte superior del orificio donde se produce la hemorragia durante cinco minutos (por reloj).
Si tras cinco minutos de compresión el sangrado no para, colocamos dentro del orificio un trozo de algodón seco o empapado con agua oxigenada. El tapón de algodón no debe ser demasiado grande ni demasiado largo para no dañar la nariz del niño y causar males mayores.
La aplicación de frío también puede ayudar a contraer el vaso y así detener la hemorragia. Se puede aplicar hielo (no directamente) en el dorso de la nariz.
¿Tengo que preocuparme?
Si tras diez o quince minutos la hemorragia no ha cesado pero vemos que se ha detenido un poco podemos repetir el taponamiento. Si por el contrario vemos que la hemorragia va a más, hay que recurrir a un centro hospitalario. También debemos acudir a un médico si el niño está muy pálido, débil o mareado.
La mayoría de las veces el sangrado se detiene de forma rápida con estas sencillas medidas. Si no es así, hay que acudir al médico.
También debemos preocuparnos si el sangrado se produce por ambas fosas nasales, ya que implica el sangrado de vasos sanguíneos más grandes en la parte trasera de la nariz.
Hay que acudir al médico si el sangrado no disminuye después de 15-20 minutos, así como si se produce de forma frecuente, o después de una caída o un golpe.
Cómo prevenir los sangrados
Explícale a tu hijo que se hace daño metiéndose el dedo en la nariz. Aunque sea instintivo, evitarás que lo haga algunas veces.
Procura utilizar un humidificador en su habitación para contrarrestar la sequedad ambiental, al menos por la noche.
Mantén siempre cortadas sus uñas para evitar infecciones
Cuando los sangrados son frecuentes el médico puede prescribir una pomada o vaselina para aplicar en los orificios nasales.
Limpia con frecuencia su nariz con suero fisiológico para eliminar los mocos secos que pueda tener, especialmente por la mañana.
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