No es la primera vez que hablamos de una relación entre el cloro de las piscinas y afecciones respiratorias, sin embargo sorprende que se haya hecho referencia a niños menores de 2 años. Según un nuevo estudio, los niños que empiezan a nadar antes de los 2 años tendrían riesgo de desarrollar una infección pulmonar frecuente, bronquiolitis o asma y alergias respiratorias en el futuro.
Los datos, publicados en el "European Respiratory Journal", se suman a la evidencia de que la exposición al agua en piscinas con cloro afecta la salud respiratoria infantil, en especial si existen antecedentes familiares de asma o alergias respiratorias, como la rinitis alérgica estacional.
De nuevo se hace hincapié en el peligro de las piscinas cubiertas, donde no corre el aire que pueda disipar las sustancias perjudiciales. Cuando el cloro para desinfectar el agua se combina con el sudor, la saliva o la orina, se forman sustancias irritantes que, en el tiempo, pueden lesionar las vías aéreas.
La bronquiolitis es una de las enfermedades susceptibles de aparecer, una infección de las vías aéreas pequeñas de los pulmones generalmente causada por el virus sincicial respiratorio, frecuente en los bebés. En el estudio, los nadadores pequeños con esa infección tenían también alto riesgo de desarrollar asma o alergias respiratorias jardín de infantes.
Los datos del estudio
El estudio ha sido realizado por un equipo de investigadores en Bélgica y lleva el título de "Infant swimming in chlorinated pools and the risks of bronchiolitis, asthma and allergy", "La natación infantil en piscinas tratadas con cloro y los riesgos de bronquiolitis, asma y alergia".
El equipo de Bernard evaluó 430 niños pequeños en Bélgica y entrevistó a sus padres para averiguar los antecedentes clínicos de sus hijos, si nadaban y otros factores. Los autores hallaron que el 36% de los niños expuestos a piscinas con cloro al aire libre o cubiertas antes de los 2 años ya habían tenido bronquiolitis.
En los niños que sólo habían usado piscinas cubiertas más de 20 horas antes de los 2 años, el riesgo de sufrir bronquiolitis era 3,5 veces mayor que en los que nunca habían estado en una piscina con cloro a esa edad. El riesgo en los niños que nadaban en piscinas cubiertas también se incrementaba. El riesgo se halla en la cloramina (resultante de la reacción del cloro con elementos orgánicos derivados de la piel y la orina) en concentraciones muy altas.
No hubo diferencias significativas en las tasas de asma y alergias entre los bebés nadadores y no nadadores. Pero al analizar exclusivamente al grupo que había tenido bronquiolitis, el equipo vio que sólo los nadadores tenían más riesgo de desarrollar asma y alergias respiratorias.
¿Se desaconseja la natación para bebés?
Las conclusiones señalan que es muy probable que la irritación de las vías aéreas que producen los derivados del cloro aumente la vulnerabilidad de los bebés a la bronquiolitis. Por lo tanto, la infección y la exposición crónica al cloro interactuarían para elevar el riesgo infantil de desarrollar asma y alergias en el futuro.
Sin embargo, a pesar de que el cloro incrementa el riesgo de alergias infantiles, los científicos no desaconsejan la natación para bebés, ya que es una forma "placentera" de que los niños hagan actividad física.
Pero no deberían olvidar que los desinfectantes de cloro y sus derivados son irritantes poderosos para la piel y las vías aéreas, y por ello no se debe usar cloro en exceso en las piscinas del hogar y evitar las piscinas públicas que no controlen estos aspectos.
Sin duda hay que regular la aplicación de los productos químicos en el agua de las piscinas, especialmente en las que sean usadas por bebés y niños, pues no podemos disfrutar de los beneficios de la natación si existen esos riesgos implícitos. Nosotros hemos de ser los primeros en exigirlo a los responsables de las piscinas.
Vía | Buena Salud Foto | Eva Paris Más información | European Respiratory Journal En Bebés y más | resultados similares, Atención al exceso de cloro en las piscinas