Está bastante generalizado el uso del capazos para viajes en coche. Los capazos son cunitas portátiles que se instalan de lado, en los que el bebé viaja completamente tumbado. A simple vista parecen cómodos, pero se duda bastante sobre su seguridad, e incluso sobre su comodidad.
Los clásicos capazos de las sillas de paseo se han adaptado y homologado para ser utilizados como sistemas de retención del grupo 0 para niños de hasta 10 kilos de peso. Pero, nos preguntamos: ¿son seguros los capazos para el coche?
En principio, el capazo en el que el niño va tumbado debería utilizarse sólo bajo prescripción y supervisión médica, o en el caso de niños con necesidades especiales como bebés prematuros o con problemas respiratorios, a quienes la sillita de seguridad tipo maxi-cosi (en forma de huevito), debido a la posición semisentado podría ocasionar una parada respiratoria con consecuencias fatales para el niño.
Las probabilidades de que el niño sufra lesiones graves al utilizar un capazo son bastante más elevadas que al utilizar un sistema de retención tipo maxi-cosi.
Al viajar tumbado, en caso de accidente frontal la cabeza del bebé choca contra las paredes del capazo, y aunque el fajín que incorpora evita que salga despedido, éste ejerce presión sobre el tórax, y su cuello no puede soportar el movimiento brusco e incontrolado de la cabeza.
En cambio, en una sillita en la que el bebé va semisentado, y colocado de espaldas a la marcha (la posición más segura), en caso de choque, la parte posterior del capazo protege la cabeza y el cuello y absorbe el impacto evitando que el arnés haga presión sobre el tórax.
Para que lo veáis más gráficamente, os dejo dos vídeos en los que se muestran las reacciones de los dos tipos de sillita frente al impacto.
Prueba de impacto capazo
Prueba de impacto silla tipo Maxi-cosi (semisentado y de espaldas a la marcha)
Como veis, el impacto es mucho más violento en el capazo y por tanto las consecuencias de lesiones graves o fatales son más elevadas.
Además, si hablamos de comodidad, las ventajas no parecen ser muchas desde el punto de vista del niño. Permanecer mucho tiempo tumbado boca arriba aumenta el riesgo de plagiocefalia (aplastamiento de la cabeza) y es totalmente desaconsejable para bebés con reflujo. Al permanecer completamente tumbado y sumado al traqueteo del coche (curvas, frenar, arrancar) es más factible que el bebé devuelva aumentando también el riesgo de asfixia.
En conclusión, el capazo bien para dar paseos en el cochecito los primeros meses, pero sin abusar. Sino el bebé pasa de la cuna al capazo, siempre tumbado. El niño necesita estar sentado, en brazos en posición vertical y tumbado boca abajo para reforzar la musculatura de cuello y espalda.
Para el coche, salvo que esté contraindicado elegid un sistema de retención en posición semisentado en el que pueda viajar cómodo sin riesgos. Hay algunos capazos con diferentes grados de inclinación, para una inclinación más suave para el recién nacido que se va pronunciando a medida que el niño crece.
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