Los abuelos pueden (pero no deben) criar a los nietos. Ya lo hicieron con sus hijos

Los abuelos pueden (pero no deben) criar a los nietos. Ya lo hicieron con sus hijos
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Los abuelos cumplen una función de amor importantísima en la vida de nuestros hijos, sus nietos. Y es genial que estén en su vida, que nos ayuden con nuestros hijos, que compartamos planes con ellos...

Pero siempre debería hacerse desde la total libertad y evitando sobrecargarlos, ya que sí, claro que pueden cuidar a sus nietos, pero jamás como una obligación. Ellos ya lo hicieron con nosotros, sus hijos.

Y es que, hoy en día muchas personas tienen hijos sabiendo que están los abuelos detrás... pero eso no es para siempre y además, insistimos, ellos no tienen la obligación de cuidar de sus nietos. Obviamente, todo esto tiene un trasfondo de falta de conciliación familiar, pero los abuelos no tienen por qué pagarlo. Entonces, ¿cómo enfocar el tema?

Los abuelos pueden (pero no deben) cuidar o criar a los nietos

Los abuelos deben poder escoger libremente si cuidar y/o hacerse cargo de sus nietos, aunque nos quieran, aunque se lo pidamos, aunque sean familia. Recordemos que no tienen ninguna obligación y que, al igual que cuidamos a nuestros hijos, también debemos seguir cuidando a los abuelos, nuestros padres, los que nos dieron la vida.

Por ello, los abuelos pueden cuidar a los nietos, sí, pero solo si quieren, si tienen tiempo, si están en condiciones, si tienen una salud que se lo permite, y sobre todo, sin la obligación de tener que cuidarlos y criarlos. Debemos valorar su tiempo y no pensar únicamente en lo que necesitamos.

Ellos ya cuidaron a sus hijos y ahora es el momento de disfrutar de su vejez como quieran. Tienen todo el derecho del mundo de disfrutar de esa parte de su vida "sin ataduras" o responsabilidades, más allá de poder disfrutar de sus nietos cuando quieran, puedan y sientan.

La falta de conciliación familiar y la "necesidad" de acudir a los abuelos

Tras esta situación encontramos como trasfondo un escenario sociolaboral donde las parejas, y sobre todo las madres, lo tienen sumamente difícil a la hora de conciliar la vida laboral con la familiar y personal.

Ante tal situación, a la que se le suman ciertas dificultades económicas presentes en muchas familias que impiden contratar a una cuidadora o canguro para los hijos, muchas familias deben acudir a los abuelos para que cuiden de sus nietos.

Sin embargo, aunque las causas se pueden entender, no debemos caer en el error de pensar que estas razones (que no son fáciles) justifiquen el hecho de pedirles ayuda. Y de creer que están obligados a proporcionarnos esa ayuda.

Cuidar a los nietos podría alargar la vida

Pero una cosa no quita la otra, y es que, el hecho de que no sea su obligación cuidar de sus nietos, no quita que hacerlo sea bueno tanto para los abuelos como para sus nietos (simplemente, debería ser una elección libre).

Y en línea con ello, y como curiosidad, encontramos un estudio publicado en la revista Evolution and Human Behavior, que reveló que los cuidados que los abuelos tienen con sus nietos tienen recompensa, ya que podría alargar su vida.

Así, según el estudio, los abuelos que cuidan a sus nietos viven más tiempo. Concretamente, tienen un 37% menos de riesgo de muerte que otras personas de su misma edad que no se ocupan de estas responsabilidades con los pequeños. El estudio se llevó a cabo durante 19 años, entre 1990 y 2009, y en él participaron más de 500 personas con edades superiores a los 70 años.

Concretamente, los investigadores hallaron lo siguiente: que más del 50% de los abuelos con responsabilidad de cuidar de sus nietos seguían vivos diez años después, en comparación con los que no tenían nietos a su cargo, que murieron en los primeros 5 años del estudio.

Cómo plantearnos (y plantearles) esta ayuda de los abuelos

Es importante que los abuelos no se sientan nunca presionados a cuidar de nuestros hijos. Y sobre todo, que tengan claro su rol; cuidar, acompañar, ayudar, enseñar, divertirse con ellos, disfrutar... pero no criar (aunque sus ayudas tengan un claro impacto directo en la crianza de nuestros hijos y en su desarrollo).

Por ello, debemos dejar claro que es un favor que nos hacen ellos a nosotros, y no ponerles entre la espada o la pared. Por otro lado, una cosa es pedir una ayuda puntual, y otra que sea algo recurrente.

Tampoco es lo mismo pedir ayuda a nuestros padres que no son tan mayores, o que están bien de salud, que el hecho de pedirlo a unos abuelos ya delicados de salud. No podemos ser egoístas, hemos de pensar en ellos y en su bienestar por encima de nuestras necesidades.

Nuestros padres tienen derecho a disfrutar de su vejez, de su jubilación, de los años que les quedan ahora después de trabajar toda su vida; por ello, dentro de ese disfrute claro que estarán sus nietos, pero siempre como una libre elección y como un complemento en su vida, nunca como una obligación.

Ellos cuidaron a sus hijos y ahora nos toca a nosotros devolverles este regalo, el regalo de darnos la vida y de entregarnos ese amor incondicional que ahora, también pueden transmitir a sus nietos. ¡Y es un regalo que sigan con nosotros para poder disfrutar de esto! Así que no lo normalicemos o le quitemos valor; no todas las familias tienen esa suerte.

Fotos | Portada (Freepik)

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