Os proponemos ahora, dentro de nuestro Curso de Maternidad y Paternidad, algunas ideas y os damos algunos consejos para favorecer la autoexpresión de los niños centrándonos en este tema en la posibilidad de dejar que los niños elijan su propia imagen.
Todas las personas tienen la necesidad y el derecho de expresarse. Los niños, por supuesto también, y además es que para ellos supone un aprendizaje importantísimo y una forma de reforzar su autoestima.
Déjalo elegir su imagen
Dentro de los límites de la lógica los niños deberían poder elegir y decidir sobre su propia imagen. Permitirles que sean ellos los que decidan la ropa que van a ponerse les ayuda a expresar su individualidad y también a hacerse responsables de su cuerpo y su cuidado.
Como es normal los adultos debemos supervisar sus elecciones y explicarles las normas sociales o los imperativos climáticos que hacen de una ropa adecuada o no, pero, dentro de esos límites y quizá, ofreciendo varias posibilidades a su gusto, no hay problema alguno en que sean ellos los que decidan la ropa, zapatos o complementos van a usar ese día.
Niños más seguros y más responsables
Este sencillo gesto hará que se sientan más seguros y contentos y no sentirán tan intensamente la necesidad de rebelarse en la adolescencia, pues habrán ya crecido con la tranquilidad de que pueden decidir sobre su propia imagen.
Esto, además, les hace más responsables de su ropa y que deseen cuidarla si les gusta, ayudando a que asuman normas lógicas como el guardar las cosas o llevar al cubo la ropa que necesita ser lavada.
De compras
También debemos escucharles y dejarles decidir cuando vayamos de compras. Por mucho que nos guste un vestido de flores y creamos que nuestra niña estará preciosa, si ella prefiere unos tejanos y una camiseta no hay necesidad de prohibírselo, siempre, como decía, con una cierta coherencia. Si necesita una chaqueta buscaremos una chaqueta, no es cuestión de comprar por comprar, pero si de no imponer nuestros gustos a otra persona. Nuestros hijos no son objetos, ni muñecos, ni nos pertenecen para que nos expresemos a través de ellos.
En realidad no pasa nada si un niño quiere combinar colores de forma que no nos guste, o se inclina por un estampado estridente o unas zapatillas fosforito. Lo que importa es que elijan ropa que sea cómoda, adecuada para ellos y de buena calidad, la estética es algo que no tiene reglas fijas.
La creatividad al poder
Otra cosa que les encanta a los niños es disfrazarse. Os aseguro que si salen a la calle con un tutú rosa sobre los pantalones o una capa de su superhéroe favorito cuando tienen cuatro años no se va a acabar el mundo. Si ellos se siente felices, pues adelante.
La infancia debería ser una etapa de creatividad y libertad ante todo, y deberíamos darles todas las oportunidades para expresarse también a través de su propia imagen.
Las ventajas de que elijan su ropa
Sin duda, que permitamos que los niños elijan su ropa y decidan sobre su aspecto ofrece ventajas para su desarrollo: se sienten más respetados y valorados, adquiriendo confianza en ellos mismos y aumentando la que sienten hacia nosotros.
Además, su personalidad se afianza, se hacen más autónomos en el sentido correcto y les ayuda a ser decididos sin miedo a que les sean negadas esas pequeñas decisiones tan importantes para llegar a saber decidir responsablemente en lo importante.
El placer de haber elegido su ropa hará, incluso, que, al sentirse "mayores" deseen aprender a cambiarse de forma automotivada, algo que, en mi opinión es deseable y que nunca hay que forzar.
Inconvenientes de que elijan su ropa
También podemos encontrarnos con inconvenientes si les permitimos elegir su ropa, como el pasar demasiado tiempo hasta decidirse, cambiar de opinión o que se empeñen en ir vestidos de forma poco conveniente.
Sin embargo, con un poco de mano izquierda y mucha confianza mutua esos inconvenientes son muy pequeños y se pueden solventar facilmente. Si el niño es poco decidido, podemos ofrecerle varias posibilidades adecuadas animándolo a que elija su preferida entre ellas.
Si quiere ponerse algo demasiado viejo o inadecuado a la situación o el clima, será nuestra función el hacerles entender con explicaciones cual es el marco en el que debe centrar sus elecciones y las razones para pedírselo. Los niños son muy razonables cuando les damos la oportunidad de aprender a serlo.
Pero, en general, las ventajas superan con mucho los posibles inconvenientes y mi opinión es que darle a los niños la posibilidad de que elijan su ropa es una apuesta clara que favorece, además de su autoexpresión, su autoestima, su capacidad de juicio y su responsabilidad. Al fin y al cabo, nuestros hijos no nos pertenecen.
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