Cada año nacen menos niños en España. Los últimos datos del INE revelaron que la tasa de natalidad en nuestro país es la más baja desde 1941, primer año del que se tienen cifras, y todo indica que seguirá su tendencia a la baja. Es una situación realmente preocupante que pone en equilibrio demográfico está en peligro.
¿Por qué los españoles no quieren tener hijos? Entre los principales motivos están la difícil conciliación, la falta de estabilidad económica y el retraso de la edad de la maternidad, pero también están quienes simplemente no quieren tener hijos.
13 treintañeros y treintañeras nos explicaron los motivos por los cuales no está en sus planes tener hijos por el momento, e incluso algunos tampoco a futuro. La maternidad y la paternidad no tienen cabida en su vida.
"Me gusta ser una persona independiente", Tomás (34 años)
"No está en mis planes de futuro porque no me gustan los niños y me gusta ser una persona independiente que pueda hacer más o menos lo que le venga en gana. Soy bastante egoísta en ese sentido.
Además considero que mi salario y condiciones no son las apropiadas para traer a un niño al mundo. De hecho creo que los tintes que está tomando nuestra sociedad, en la que la conciencia sobre el entorno -e incluso de los que lo defienden, véase caso de Greta Thumberg- no es la adecuada con miras al futuro de los niños del planeta".
"Quiero que mi tiempo libre sea para mí", Pepa (31 años)
"Tengo 31 y no quiero tener hijos. Nunca jamás he querido teniendo uso de razón. Para empezar, nunca me han gustado mucho los niños. Los bebés no me despiertan ternura como a otras personas. Quiero a los bebés de mis amigas, pero no es una vida que me llame nada. Me gusta tener mi independencia. La libertad de no saber dónde viviré en unos años, de poder viajar sin preocuparme de qué hacer con el peque. De tener mi casa ordenada sin juguetes y desastres. De no tener conversaciones "de madre".
No hay un motivo único que sea "es por esto". Es más un cúmulo de pequeñas cosas que hacen que no me apetezca nada. Principalmente, la independencia y libertad, la verdad. Es que mi tiempo libre sea para mí. No tener la carga mental de que alguien depende de mí, eso me daría muchísima ansiedad al pensarlo.
Cuando mis amigas que tienen hijos se van, con el carrito en un brazo, la bolsa en el otro, el bebé llorando siempre pienso "madre mía, pobrecitas".
Es cuando paso tiempo con bebés y veo más allá de la diversión de ser la tía molona que digo "no para mí".
Un par de amigas mías han sido madres en los últimos años y por supuesto a ellas les compensa todos los bajones, el embarazo, la lactancia, el caos... porque los adoran. Y creo que si yo tuviera uno también le querría, claro, no soy un monstruo.
Pero yo, que no siento esa conexión especial madre hijo, veo el caos, las depresiones postparto, los cambios en el cuerpo, las noches sin dormir....y digo "no, no, no".
Alguna vez pienso que si hubiera sido de otra generación como mis padres, que a los 21 estas casado y tienes casa y trabajo estable quizá no pensara igual. Que al tener independencia económica y casa propia casi cumplidos los 30 todo se retrasa y que claro que ahora quiero disfrutar de lo que tengo sin cambios. Pero luego me pregunto que si tuviera todas esas cosas querría bebés y la respuesta sigue siendo no, así que yo sola me respondo al final."
"Me aborrece la idea de tener un hijo", Miguel (35 años)
Actualmente estoy soltero. No descarto la idea de tener un hijo (solo uno) si me enamoro perdidamente de una mujer y tenemos una historia de amor maravillosa, pero al ritmo que voy lo veo muy poco probable. Soy el típico que detesta tener que aguantar niños en lugares como trenes o aviones y me aborrece la idea de tener uno.
Creo que usar el argumento de “padecemos superpoblación” o “no tener niños es súper ecológico” sería en mi caso una excusa para tapar lo que te digo, pero eso tampoco significa que crea que son incorrectas, personalmente opino que la población humana ahora mismo debe bajar.
Sí que a veces pienso en el futuro y en el “no voy a tener a nadie que me cuide”, pero por ejemplo tengo a un tío abuelo que ha estado toda su vida soltero y disfruta de compañía y cuidados de otros familiares a sus 96 años en una residencia.
"Es simple y llanamente una carencia del deseo", Esther (30 años)
"Cuando pienso en por qué no quiero tener hijos siempre me planteo lo mismo: en realidad, ¿por qué habría que tenerlos? ¿Por mantener la costumbre?
Siento mi vida como si estuviese en una constante incertidumbre de forma que me cuesta mucho tomar decisiones a largo plazo, incluso las que sí deseo, como por ejemplo comprarme una casa, y muchas veces pienso que, aunque estoy feliz con mi pareja actual, no sé realmente si seguiremos juntos dentro de cinco o diez años.
En mi caso particular no he renunciado a la maternidad por el tema del dinero o la estabilidad laboral (aunque eso sí influye en esas otras decisiones). Es simple y llanamente una carencia del deseo".
"Lo que no concibo es tener un hijo para no poder hacerme cargo de él", Jesús (33 años)
"Hasta el mes de marzo he estado con la misma pareja durante 14 años. Teníamos plan de futuro y en ese futuro no se encontraban los hijos. No es por que no quisiéramos, sino más por una imposibilidad racional. Reconozco que no me gustan especialmente los niños pero no me desagrada la idea de ser padre. Lo que no concibo es tener un hijo para no poder hacerme cargo de él, no disfrutarle, no darle los valores que creo que son apropiados y delegar todas esas responsabilidades en sus abuelos. Unos abuelos que por otra parte veo que hacen las cosas por sus nietos encantados, pero de forma obligada (lo veo con mis sobrinas).
También está el aspecto económico. No es fácil tener recursos suficientes para uno mismo como para tenerlos para un retoño y, volvemos a lo mismo, no quiero depender de ayudas o de mi familia.
Ahora estoy soltero y obviamente no me planteo la paternidad, pero me he ido al caso opuesto. He estado saliendo con una chica que es madre de un peque de tres años y aunque ambos son un amor, sí que veo ciertas cosas que me frenan. Precisamente quizá eso mismo que me frena a ser padre: unos abuelos que se ocupan más del niño mientras la madre se pasa el día trabajando, con el dinero justo, poco o nada de tiempo para hacer vida ni de manera conjunta ni individualmente."
"Ninguno de los dos estamos dispuestos a renunciar a nuestra carrera profesional", Laura (33 años)
"En mi caso (tengo 33 años y pareja estable desde hace 4 años), no puedo decir que no quiera ser madre en un futuro, pero desde luego no entra en mis planes a corto plazo. ¿El motivo? Muy sencillo: la familia de mi novio vive en Burgos y a mis padres (que si están en Madrid) aún les quedan unos años para jubilarse. Eso significa que no tenemos a nadie que pueda ejercer de "abuelos" y que, por tanto, tendríamos que dejar a nuestro hijo o hija en la guardería durante muchísimas horas, con el gasto que ello supone.
El trabajo que tenemos (somos periodistas) nos exige viajar y muchas horas de dedicación, y ninguno de los dos estamos dispuestos a renunciar a nuestra carrera profesional. A ello se suma que ya tenemos unos gastos fijos (relacionados con el piso, principalmente) que no nos permiten llegar a final de mes "sobrados" de dinero, y todos sabemos que un bebé no es algo precisamente barato... En definitiva, con nuestras circunstancias laborales y económicas actuales, no nos planteamos ser papás por el momento".
"No creo que fuera una buena madre porque no tengo instinto maternal", Mara (34 años)
"No descarto tener hijos en un futuro, aunque mucho tienen que cambiar las cosas para que me vea con un bebé en mis brazos. En general, los niños no me gustan. Adoro a mis sobrinos y a los hijos de mis amigas, pero yo no creo que fuera una buena madre porque no tengo instinto maternal; así de sencillo.
Pero por encima de todo esto, es que adoro la vida que tengo y no deseo cambiarla. Me gusta levantarme a las 11:00 de la mañana los fines de semana con la sensación de no tener nada que hacer, me encanta irme al gimnasio y de cañas con amigos tras el trabajo, y organizar dos o tres viajes al año con mi pareja. Vamos, que en mi vida no hay cabida para los niños y mi marido piensa igual que yo".
"Prefiero viajar y disfrutar de mis fines de semana sin ataduras", María (34 años)
"Tengo 34 años, estoy divorciada y la verdad es que incluso estando en pareja, no me planteaba con mucha gana tener niños. Prefiero viajar y disfrutar de mis fines de semana sin ataduras, dormir a pierna suelta, etc.
Además, si ya era complicado planteármelo con pareja, ahora sola todavía más, la economía no me da... "
"Quiero disfrutar de mi pareja, ya tendremos tiempo", Helena (34 años)
Helena y Héctor son de esas parejas de enamorados que llevan juntos desde la adolescencia y cada día están más enamorados.
"No necesitamos ser padres. Somos felices tal y como estamos, disfrutando de nuestra libertad para salir y entrar cuando nos da la gana, remolonear los fines de semana en la cama y escaparnos a caminar por el monte.
No voy a negarlo. Me encantan los niños, pero de momento me basta con mis dos sobrinos y los hijos de nuestros amigos. Los vemos de vez en cuando y disfrutamos de su compañía, siendo los tíos divertidos, pero sin ataduras.
Tengo 34 años y, aunque mi familia me dice que "se me está pasando el arroz" pienso que aún hay tiempo. Estoy segura de que algún día tendremos hijos, pero ahora no es el momento. Ya somos una familia de dos y, al menos de momento, no necesitamos completarla para tener una vida plena".
"No me siento con fuerzas para ser madre soltera", Anna (38 años)
"Desde que era pequeña soñaba con una familia, tres niños y un perro. Pero mi vida ha sido muy diferente y me ha llevado por otros derroteros. De hecho, ahora que estoy cerca de los 40, sigo soltera, porque aunque he tenido varias parejas, nunca me he planteado formar una familia con ninguno de ellos.
Cuando era más joven me decía a mi misma que si no encontraba al hombre ideal, tendría un hijo yo sola. Pero a medida que los años han ido pasando, he ido desechando la idea. Recuerdo aún la noche en que sola en casa, con una copa de vino en la mano me plateé seriamente la posibilidad y comencé a pensar en Raquel, que se separó del padre de su hija cuando ella era un bebé y que no descansa ni tiene nunca tiempo para salir y toda su vida gira en torno a la niña. ¡No tiene otro tema de conversación!
O en Sole, que solo trabaja y trabaja para que a sus hijas no les falte nada, pues su exmarido se fue de casa y ni siquiera pasa una pensión alimenticia.
Y luego pensé en mi forma de vida actual, tranquilamente en mi casa propia, sin apuros financieros, con el apoyo de grandes amigas que también están solteras como yo y me di cuenta de que no necesitaba complicarla. Estoy convencida de que no tengo suficiente instinto maternal para tirar yo sola con un bebé, y luego con un niño y más tarde con un adolescente.
Creo que el secreto de la felicidad radica en saber vivir con lo que tienes y yo lo he encontrado. Seguramente hubiera tenido una vida plena con niños y pareja, pero no los tengo y por eso no voy a encerrarme en un caparazón.
De hecho, he decidido que cuando cumpla 40 años voy a celebrarlo por todo lo alto, con una fiesta donde voy a casarme con mis amigos, la familia que he creado.
"Me preocuparía traer una vida al mundo sabiendo que se aproximan problemas por recursos básicos", Denia (31 años)
Decidí no tener hijos por varias razones que comparto con mi esposo. Por el momento, nuestra situación económica creemos no es la ideal para poder brindarle a un hijo lo que necesita. Además de que en lo personal tengo demasiados proyectos y metas profesionales por los cuales sé que no podría brindarle el tiempo suficiente a la crianza de un niño, y esto no lo veo justo para él o ella.
El tema de la situación ambiental y social actual también es un factor que influye en gran parte sobre esta decisión, las consecuencias del cambio climático están cada vez más presentes y me preocuparía traer una vida al mundo sabiendo que se aproximan problemas por recursos básicos.
Sin embargo, no descartamos la posibilidad de adopción en un futuro.
"No me siento capaz de poder darle la vida que me dieron a mí", Alba (38 años)
Me asusta la idea de tener hijos por varios factores: el mundo está cada vez mas inseguro y es mucha responsabilidad tener un hijo. No me siento capaz de poder darle la vida que me dieron a mí y no es algo que me llame la atención. No todos pensamos igual y asi como hay gente a la que le apasiona la maternidad, también habemos otras personas que no lo notamos como algo esencial en la vida.
"Sabía que un hijo me frenaría en mi carrera laboral", Lucía
Y por último, queremos compartir el testimonio de Lucía, de 48 años, que a los treinta no quería ser madre, pero que finalmente tuvo un hijo pasados los cuarenta.
"Yo no soy treintañera y además soy madre. Mi único hijo nació cuando tenía 44 años tras someternos a un proceso de fertilidad. Siempre tuve claro que no tendría hijos porque deseaba vivir una vida volcada en mi trabajo y mi pareja. Pero al final me acabé viendo obligada socialmente, aunque ahora no cambiaría a mi hijo por nada del mundo.
Se me cae la baba con mi niño, y aunque confieso que me sometí a los tratamientos de fertilidad poco convencida con lo que estaba haciendo, si volviera para atrás haría lo mismo, pero en ese preciso instante y no antes.
Yo no quise ser madre en la treintena porque mi trabajo me llenaba plenamente. Deseaba llegar a lo más alto y sabía que un hijo me frenaría en mi carrera laboral. Además, no concebía quedarme sin mi tiempo de ocio por tener hijos. Yo quería seguir viajando, haciendo buceo con mi pareja los fines de semana y no teniendo que adaptar nuestras vacaciones a las necesidades de un niño pequeño. Se que suena egoísta, pero así pensaba antes de tener a mi bebé en brazos. Ahora lo daría todo por él y mis prioridades han cambiado".
Fotos | Elijah O'Donnell, Daniel Xavier from Pexels
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