La decision de tener uno o varios hijos depende de muchos factores, familiares, económicos, organizativos y también emocionales. A veces se tiene un solo hijo si, por el motivo que sea no se pueden tener más, pero otras es una decisión consciente y meditada, una manera de ver la maternidad y la vida.
Hay quien decide tener un solo hijo porque fue hijo único y disfrútó de esa situación. En otros casos haber tenido hermanos no ha supuesto una vivencia que consideremos indispensable en nuestra vida y que nuestro propio hijo no tenga hermanos lo podemos ver como una ventaja o como algo indiferente.
Al fin y al cabo los hermanos tienen sus cosas buenas y malas, incluso si son estupendas personas y fueron buenos compañeros de juego y vida. Hay peleas, aunque también hay amor; hay celos aunque también hay aprendizaje de convivencia. Pero todos esto puede también tenerse con grandes amigos cercanos que compartan el día a día, se quieran y se conozcan.
Tener solamente un hijo no es motivo para que nadie nos compadezca o critique, sea por circunstancias que nos obligan a ello o por propia decisión. La relación con un hijo único también tiene ventajas, el niño no compartirá la atención de sus padres con otro hermanito y ellos podrán concentrar su dedicación, atención y recursos a él.
Mi hijo es hijo único y posiblemente siga siéndolo. No se siente solo porque tiene a sus padres y abuelos con gran intensidad y complicidad. Tiene muchos amigos, unos elegidos directamente por él y otros por amistades familiares. Algunos son como hermanos y no tienen su misma edad, desde Pablo que tiene 14 a Dani que tiene 8 o Samuel que tiene 5 son sus hermanos de corazón, aprenden y se cuidan, discuten y se reconcilian, comparten experiencias y juegos con intensidad y a la vez seguros de no ver su posición en el hogar disputada. La vida no los separará y crecerán juntos hasta tener, en la vida adulta, experiencias compartidas y visiones diferentes.
Realmente algunos padres que desean tener un solo hijo se preocupan por si le privan al niño de una parte importante de la vida si no le dan hermanos. Tener un hijo debe ser una decisión consciente y deseada por los padres, no darse para no dejar al mayor solo. Pues los verdaderos hermanos los elegimos en la vida, pueden compartir nuestros genes o ser extraños que se convierten en parte de nuestras almas.
Un hijo único puede ser un niño completo, feliz, lleno de experiencias y rodeado de un grupo humano amplio que le de sostén y refugio. Un solo hijo puede crecer con juegos y compartiendo, aunque, por supuesto, no tener otros niños en casa deberemos tomarlo como una de las facetas de su personalidad que debemos, los padres, atender, ofreciéndole un entorno rico en experiencias humanas.
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