Los antojos consisten en un deseo irrefrenable de comer o beber algo, y aunque pueden presentarse en cualquier momento y a cualquier edad, el embarazo es la etapa por excelencia. No en vano, un 25% de las mujeres embarazadas afirma haber tenido antojos en algún momento de la gestación.
En torno a los antojos se ha escrito y especulado mucho; desde que no satisfacerlos puede provocar manchas en la piel del recién nacido, hasta que se corresponden a una necesidad fisiológica de la madre que debe ser satisfecha. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Por qué se producen antojos en el embarazo? Te lo explicamos.
¿A qué se deben los antojos en el embarazo?
Los antojos por un determinado alimento son uno de los síntomas más típicos de embarazo, y también uno de los aspectos de la embarazada más retratado en el cine o la televisión.
Existe la creencia de que detrás de los antojos se encuentra una deficiencia de nutrientes que debe ser satisfecha. Así, por ejemplo, si una mujer tiene antojo de chocolate negro podría indicar que está baja de magnesio, un mineral fundamental para nuestra salud.
Sin embargo, diversos estudios (como este llevado a cabo por la Universidad Flinders, en Australia), no consideran que exista tal asociación, pues de ser así, lo lógico es que el antojo girara en torno a otros alimentos con un contenido mucho más alto en magnesio que el chocolate, como las almendras, las avellanas, los cacahuetes o los garbanzos.
No quiere esto decir que detrás de un antojo irracional no se encuentre una carencia alimentaria, pero son casos excepcionales y muy raros, como ocurre con la pica, un trastorno alimentario por el que la persona siente la irrefrenable necesidad de comer cosas que no son alimentos, como tierra, piedras, hielo o papel.
La mayoría de expertos considera que el deseo de comer un determinado alimento podría obedecer a cambios hormonales y físicos que se suceden durante el embarazo, y que tienen repercusión en los sentidos del gusto y el olfato. Esta asociación también explicaría por qué durante la ovulación y fase pre-menstrual (periodo de importantes fluctuaciones hormonales), muchas mujeres también experimentan antojos.
Por otro lado, hay expertos que consideran que tener antojos durante el embarazo se debe simplemente a una llamada de atención por parte de la embarazada, quien desea recibir mimos y atenciones en esta etapa tan sensible y delicada.
¿Debo satisfacer mis antojos si estoy embarazada?
A la pregunta de si la embarazada debería satisfacer o no sus antojos, la respuesta es 'depende'.
Si esporádicamente se tiene antojo de alimentos poco saludables (por ejemplo, los dulces), no habría problema en satisfacerlos y darse un capricho, siempre y cuando la embarazada lleve habitualmente una dieta saludable y equilibrada, practique ejercicio físico y no exista ninguna contraindicación médica que prohíba el consumo de ese alimento específico ( bien sea porque el alimento en sí está contraindicado durante el embarazo o porque la madre presente alguna condición o enfermedad que desaconseje su consumo).
Pero si el deseo de consumir alimentos o bebidas poco saludables es muy frecuente, satisfacer al paladar podría acabar acarreando problemas de salud para la madre -como caries, exceso de peso, hipertensión, diabetes...-, y para el bebé, afectando incluso a su salud futura.
Por otro lado, si la obsesión por un determinado alimento acaba en un atracón impulsivo que provoca culpa o vergüenza, o si el hecho de no satisfacer un antojo genera ansiedad en la embarazada, es recomendable consultarlo con un especialista, pues podría existir detrás un componente emocional que deba ser tratado.
¿Cómo afectan al bebé los antojos de la madre?
Existe la creencia popular de que los angiomas o hemangiomas en la piel del bebé (que algunas personas llaman "antojos"), se deben precisamente a los antojos de la madre no satisfechos durante el embarazo. Ni qué decir tiene que este mito tan extendido carece de cualquier fundamento científico.
Pero recientes estudios han determinado que los antojos de la madre sí pueden influir en las preferencias de sabor que el bebé desarrolle durante su infancia, siempre que hablemos de un consumo habitual. No quiere esto decir que exista un vínculo directo entre la dieta materna durante el embarazo y las preferencias alimentarias de sus hijos durante toda la vida, pero sí se ha observado que una exposición frecuente a ciertos sabores dentro del útero materno podría influir a la hora de desarrollar unos gustos particulares por una determinada comida.
En resumen...
Así pues, tener antojos durante el embarazo es normal y frecuente, aunque no existe una explicación científica que los justifique, ni tampoco influyen en el bebé.
Si tus antojos son saludables (por ejemplo frutos secos, frutas o verduras) no hay ningún problema en satisfacerlos, pero si entre tus preferencias se encuentran alimentos poco saludables, es recomendable evitarlos o hacer un consumo muy esporádico. Consulta con tu médico o matrona cualquier duda que tengas al respecto.
Fotos | iStock, Pexels (Марта Тюзова)
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