No es por nada, pero a mí ya se me había ocurrido un aparato como este en aquellos momentos que llevaba muchísima prisa, e iba empujando el carrito de mi hijo cuando era bebé.
A decir verdad, no sé si tendría mucho control y equilibrio en las aceras de Santiago con un carrito-patinete “Roller buggy”, a pesar de haber patinado bastante cuando era niña. Quizás, todavía conservo habilidades para ello, pero por si acaso es mejor dejarlo en manos y en pies de patinadores con experiencia.
El Roller Buggy diseñado por Valentin Vodev, puede usarse como un carrito de bebés común o como un patinete con un simple movimiento. Está fabricado de aluminio y tiene un peso de 20 kilos.
Sin duda, una idea gran idea para padres aventureros.
¿Te imaginas en uno de estos?
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