Como sabemos, la piel del bebé es muy delicada. A eso se suma que todos los bebés babean, lo que suele provocar una irritación en la zona de la barbilla.
Aunque no parezca ser muy grave, es un trastorno que debemos controlar para que no pase a mayores, ya que la irritación podría llegar a infectarse y convertirse en eczema, causar la aparición de hongos o dermatitis.
El babeo excesivo del bebé aparece aproximadamente a partir de los tres meses, por lo general asociado a la aparición de los primeros dientes. Aunque el primer diente salga a los seis meses, la salivación puede aparecer meses antes.
El bebé no es capaz de tragar toda la saliva que produce, por eso se desborda causando irritación en la zona de la boca, mejillas, barbilla y a veces cuello.
El chupete no ayuda de mucho, ya que agrava la situación debido al roce del plástico sobre la piel de la barbilla del bebé.
¿Qué podemos hacer los padres? Es inevitable que el bebé babee, pero lo que podemos hacer para evitar que la irritación vaya a más es secar la baba frecuentemente con una toalla de algodón.
Lo principal es mantener la zona de boca y cuello lo más seca y limpia posible. Es aconsejable el uso de baberos también para prevenir que el exceso de saliva humedezca la ropa aumentando el riesgo de resfríos.
Además, se pueden encontrar en la farmacia algunas cremas muy efectivas específicas para bebés indicadas para este tipo de afecciones.
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