A todos los bebés les fascina dormirse en brazos. La sensación de estar cerca de ti, sentir tu olor, tus latidos y tu calor corporal le hace sentirse seguro y favorece su crecimiento.
Pero muchos padres nos planteamos si hacemos lo correcto al dormirle en brazos o si por el contrario estamos mal acostumbrando al bebé.
Soy muy partidaria de coger al bebé en brazos pues me parece una forma muy bonita de establecer contacto mutuo.
Sin embargo, dormir es un hábito que se aprende, que el bebé va adquiriendo por costumbre.
Por lo que si cada vez que el bebé tenga que dormirse lo cogemos en brazos hasta que cierre los ojos, se convertirá en un hábito y luego no sabrá conciliar el sueño de otra forma.
Asociará la hora de dormir con la sensación de estar en brazos y le costará dormirse solo en su cuna.
Por supuesto que no pasa nada por hacerlo de vez en cuando, incluso es recomendable y una placentera forma de establecer contacto tanto para el bebé como para la madre, el padre o quien le coge en brazos.
Mi bebé tiene cinco meses y todavía se alimenta del pecho, por lo que casi siempre se queda dormida en brazos.
Sin embargo, procuro en algunas ocasiones acostarla en su cuna cuando todavía está despierta para que vaya cogiendo la costumbre de dormirse en su cuna y no únicamente en los brazos de mamá.
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