Están acabando las clases y los padres ya pensamos en comprarles libros de estudio para el verano.
Pero no son libros tediosos. Son unos libros muy particulares concebidos no como cuadernillos de deberes, sino con la idea de entretener a los niños durante las vacaciones a través de la lectura lúdica y que de paso mantengan frescos los contenidos que han trabajado durante el año escolar.
Los cuadernos de repaso son libros con un planteo muy ameno en los cuales a continuación de una historia o una parte de una novela, se encuentra una sección de actividades que a manera de juego profundiza en materias como comprensión de la lectura, lengua y matemática.
También en algunos casos proponen trabajos manuales relacionados con la misma lectura.
Algunos incluyen una especie de guía para que los padres sepamos explicarles de manera adecuada las dudas que los niños nos puedan plantear.
Me parecen muy interesantes para el verano. Es una buenísima forma de recordar lo que han aprendido durante el año sin que lo sientan como una obligación sino más bien como un juego.
Además me parece genial inculcarles que los libros no se leen únicamente en el cole, sino que la lectura durante las vacaciones también es un placentero entretenimiento.
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