Hace un tiempo que fui a la capital portuguesa con mis hijas y aunque eran muy pequeñas y no pudimos disfrutar de todas sus posibilidades, me quedó claro que Lisboa es una ciudad encantadora también para ir con niños. Hoy viajamos de nuevo a la ciudad para ver los planes que podremos disfrutar con los pequeños.
No solo se trata de visitas a museos o exposiciones, sino también algunas experiencias que van a disfrutar al máximo, desde subirse al mítico tranvía 28, observar delfines o montar en teleférico. Sin olvidar, cómo no, el sencillo paseo por los barrios adoquinados de Lisboa o descubrir su gastronomía, que tantas delicias nos ofrece, en familia. ¿Preparados para viajar a Lisboa con niños?
Lisboa Story Centre para niños
El Lisboa Story Centre es un centro de interpretación dedicado a la historia de la capital, situado en pleno centro de la ciudad, en la popular Plaza del Comercio. Aquí los niños harán un viaje educativo a través del tiempo y conocerán la ciudad a través de su maqueta interactiva, sobre la que tocar sí está permitido.
En el teatro en 4-D toda la familia disfrutará de un espectáculo envolvente. Una serie de experiencias multimedia y sensoriales dan cuenta de los principales acontecimientos de la memoria de la ciudad, como el terremoto de 1755, con rigor histórico y espectacularidad.
También se introducirán en el ambiente de un almacén de Lisboa del siglo XVI, para descubrir los productos procedentes del Nuevo Mundo, en las leyendas y mitos relacionados con la ciudad, verán una Lisboa virtual antes de seguir recorriéndola in situ...
Parques y jardines en Lisboa
En Lisboa encontramos distintos parques y jardines donde los niños pueden correr a sus anchas y todos darnos un respiro, descansar un rato para seguir explorando la ciudad. Muy céntrico se encuentra el Parque Eduardo VII, 25 hectáreas repletas de lugares de interés, con unas vistas estupendas a la parte baja de la ciudad y al fondo el Tajo, o la Estufa Fría y la Caliente, preciosos jardines botánicos, estanques con patos y pavos reales, zona de juegos para niños...
A las afueras está el parque forestal de Monsanto, el pulmón de la ciudad, donde tal vez podremos ver ardillas o alguna actuación teatral o musical y en todo caso disfrutar de un paseo relajante rodeados de naturaleza. También encontramos restaurantes, zonas de pícnic, parques infantiles, senderos...
El Castillo de San Jorge
Símbolo de la ciudad, observable desde buena parte de Lisboa, esta fortaleza que se alza en una de las siete colinas lisboetas es un pedazo de historia a la que los peques les encanta asomarse, disfrutando de las vistas o fotografiándose junto a los espectaculares cañones. Un viaje desde la Edad de hierro hasta la actualidad que merece la pena.
Para llegar al Castillo de San Jorge podemos pasear por el precioso barrio de Alfama, aunque la subida sea algo lenta si vamos con cochecito de bebé, debido a que ay que ascender y al suelo adoquinado del casco histórico (y de buena parte de la ciudad). También se puede acceder en bus o tranvía.
¡Viajeros al tranvía!
Precisamente al Castelao de Sao Jorge y a muchos otros puntos de interés turístico nos acerca el mítico tranvía 28, un viaje que podremos disfrutar si no está demasiado concurrido. En general, subir al tranvía en Lisboa será una experiencia que gusta a los pequeños y tampoco os perdáis los elevadores, con ese aire antiguo de madera noble en su interior, para llegar a algunas partes altas de la ciudad.
El Oceanario de Lisboa para niños
Nos trasladamos al Parque de las Naciones, porque allí puede visitarse el segundo acuario más grande de Europa, que acoge cientos de especies como tiburones, rayas, mantas, peces tropicales... En el Pabellón Atlántico encontraremos este espacio espectacular dedicado a promover la conservación del Medio Ambiente.
Pabellón del Conocimiento
Seguimos en el Parque de las Naciones porque allí nos espera otro museo muy indicado para disfrutar con niños: el Pabellón del Conocimiento y de Ciencia Viva. Se trata de un museo interactivo de ciencia y tecnología, en el que los niños podrán observar experimentos científicos, construirán sus propias casas...
Subir en teleférico
No nos podemos ir del Parque de las Naciones sin subir al teleférico, un paseo junto al Tajo con unas espectaculares vistas del Parque desde lo alto. Se pude subir con carrito de bebé y es un paseo corto (t¡relativamente, ya que recorre 1300 metros entre la Torre Vasco da Gama y el Oceanográfico) pero intenso.
Museo Nacional dos Coches
Nos trasladamos ahora al otro extremo de Lisboa, al encantador barrio de Belém, donde aparte de poder disfrutar de los más deliciosos pastelillos de nata que podáis imaginar, conoceremos un museo muy especial.
El Museo Nacional dos Coches es uno de los museos más visitados de Lisboa y acoge una amplia colección de carruajes que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX y que trasladarán a toda la familia a escenarios de película...
Museo Nacional de Arqueología
No nos vamos muy lejos, porque en Belém también nos acercamos a un Patrimonio indispensable y único, el Monasterio de los Jerónimos. En el mismo edificio se encuentra el Museo Nacional de Arqueología, donde los peques se asombrarán con las momias egipcias, los sarcófagos, verdaderos tesoros, objetos de oro, vasijas, esculturas... y todo tipo de piezas arqueológicas que abarcan desde el Paleolítico hasta la Edad Media.
Zoológico de Lisboa
No nos podemos ir de la ciudad sin un lugar que apasionará a los amantes de los animales, el Zoológico de Lisboa. En este jardín zoológico encontramos cientos de especies de todo el mundo, actividades para niños, un paseo en teleférico para disfrutarlo desde las alturas, espectáculo con delfines...
Una excursión para ver delfines en barco
Pero si queremos ver delfines en libertad, también podremos hacerlo en nuestro viaje a Lisboa con niños. Saliendo de Lisboa pero a poca distancia, hacia el sur de la ciudad, está el Estuario del río Sado. Aquí los pequeños amantes de la naturaleza pueden contemplar en su hábitat una especie única en Portugal, los delfines con nariz de botella.
Se trata de un Área de Reserva Natural en la que los “roedores corvineros” (así denominados por los pescadores locales porque roen las redes de pesca y se alimentan principalmente de corvinas) campan a sus anchas. Existen distintas opciones para realizar excursiones en barco por el estuario.
Esperamos que este paseo por Lisboa con niños os anime a conocer la capital portuguesa, llena de encantos para toda la familia. Desearéis volver para seguir explorándola, como nos pasó a nosotros... y cuando crezcan un poco acudir a un buen espectáculo de fado. Boa viagem!
Fotos | Eva Paris y Thinkstock
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