En las ferias, en los parques, en las fiestas populares, en las celebraciones privadas... Son muchos los lugares en los que se alzan los castillos hinchable que atraen como imanes a nuestros niños. Pero, a pesar de que están tan al alcance de la mano, no hemos de olvidar que los castillos hinchables pueden ser peligroso si no se usan tomando determinadas precauciones.
Los peligros más comunes que se producen son las lesiones por las caídas (en el interior del castillo o hacia afuera) y los choques entre niños de distinta edad y tamaño, lo que más asusta si hay demasiados niños jugando. Además, si el hinchable tiene un mal anclaje puede desplazarse o sufrir las consecuencias de una ráfaga de viento fuerte: que los niños salgan despedidos del castillo.
Hace tiempo que ya os advertíamos de los peligros de los castillos hinchables, y ahora es la Asociación española de Pediatría la que, desde su páginas web, se pregunta si estos hinchables son una diversión segura. Concluyen que, si se usan correctamente, sí pueden garantizar la seguridad de los pequeños. Pero claro, hay que seguir ciertas recomendaciones que a menudo se olvidan o sencillamente se ignoran.
Y saber de las lesiones comunes que se producen en los castillos hinchables asusta. A menudo se producen en los niños fracturas (más recientes en niños menores de cinco años) y esguinces y también son frecuentes las contusiones, los hematomas y las quemaduras provocadas por el roce con la lona del castillo. Las regiones más afectadas son las extremidades, tanto superiores como inferiores, seguidas del cuello y la cabeza. Incluso puede haber traumatismos craneoencefálicos, poco frecuentes, pero de mayor gravedad.
Consejos para el buen uso de los castillos hinchables
¿Cómo se puede reducir al mínimo el riesgo de lesiones? Siguiendo ciertas recomendaciones, tanto a la hora del montaje como a la hora de la vigilancia o la utilización de los niños.
- Montaje del castillo hinchable: Solo el personal preparado podrá montar y desmontar el castillo; se usarán cuerdas de amarre lo suficientemente resistentes, así como anclajes adecuados que impidan que las cuerdas se deslicen y suelten. Se establecerán, al menos, seis puntos de anclaje; se debe colocar sobre una superficie plana, retirando rocas, palos o posibles elementos que sobresalgan; el perímetro de seguridad alrededor del castillo será de un metro mínimo; se colocará lejos de ramas de árboles y del tendido eléctrico.
En caso de montarse en un interior hay que asegurarse de que el castillo esté lejos de las paredes y de que el techo quede varios metros por encima de la parte superior del mismo. Debe haber una superficie blanda a la entrada/salida del castillo.
Uso adecuado: la entrada y la salida se han de mantener despejadas en todo momento; antes de subirse al castillo se retirarán los zapatos, joyas, gafas, así como los objetos punzantes; no se subirá comida, bebida, ni ningún tipo de mascota; no se podrán realizar volteretas, juegos bruscos, ni subirse o colgarse de las paredes; en la medida de lo posible, los niños se mantendrán alejados de la entrada y de las paredes; si el castillo comienza a perder aire se parará la actividad; en caso de meteorología adversa (lluvia, viento…) también es conveniente detener la actividad.
Medidas de prevención: la actividad estará en todo momento supervisada por un adulto responsable que verifique la seguridad de la instalación y la correcta utilización por los niños; se limitará el número de usuarios al estipulado por el fabricante (según las dimensiones del castillo); se realizarán sesiones por grupos de edad y peso.
Algunas de las medidas anteriores parecen más fáciles de aplicar si se trata de una atracción "de pago", con unas personas responsables y acostumbradas a su uso, que se supone que tienen un permiso para montar ese castillo. Pero en el caso de las celebraciones privadas y sin monitor, es más complicado que se cumplan las normas.
Los pediatras aseguran que en los últimos años se ha observado un incremento significativo del número de niños atendidos en los servicios de urgencias por lesiones producidas como consecuencia del juego en estos dispositivos. Espero que, poco a poco, las personas que montan estas atracciones y los padres seamos más conscientes de los peligros que entrañan los castillos hinchables si no se utilizan bien.
Vía | Aeped
Fotos | iStock
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