Con niños pequeños, no hay invierno que no pasemos por unos cuantos resfriados en casa. Y si con nuestros bebés la preocupación aumenta considerablemente, conforme van creciendo nos acostumbramos a diferenciar los tipos de tos y a "mantener la calma" ante este proceso.
Hay bastantes dudas sobre si determinados fármacos son eficaces para tratar la tos, y además conocemos que la tos en los niños es un reflejo de protección: constituye una respuesta beneficiosa del cuerpo cuando hay una obstrucción o una infección que afecta al sistema respiratorio, desde la nariz hasta los pulmones.
Todo ello puede hacer que dejemos pasar la tos, o como mucho acudamos a remedios para que la garganta no sufra, y lo normal es que la tos remita con el paso del tiempo y acabe quitándose. Recordemos que en niños mayores de un año, la miel puede resultar beneficiosa en el caso de la tos seca del inicio de los catarros, pero no debe mojarse en ella el chupete, ni olvidar el lavado de dientes.
No obstante, hay ocasiones en las que sí deberíamos preocuparnos. Si el niño tiene tos, ¿cuándo hay que ir al pediatra?
- Si la tos viene acompañada de dificultad para respirar, fatiga...
- Si al coger aire al respirar notamos un sonido agudo y anormal producido por el flujo de aire (estridor inspiratorio), especialmente si se produce fatiga o si estamos hablando de un bebé. Esta afección, que se caracteriza por una tos fuerte y repetitiva, puede ser síntoma de una obstrucción.
- Cuando existe sospecha de que el niño ha aspirado un cuerpo extraño, ya que en este caso también se produce tos seca y a modo de ataques de tos. Os recordamos en este punto los consejos sobre cómo actuar si se atraganta un niño o un bebé.
- Si la tos es persistente (más de tres semanas). Habitualmente la tos blanda o productiva (que expulsa flemas) es de corta duración y se asocia a los catarros "normales" de los niños pequeños, una tos que contribuye a la curación. Pero si se alarga en el tiempo, hay que llevar al niño al pediatra.
- Cuando la tos se acompaña de fiebre prolongada.
- Si la tos en accesos con cambios de color en los labios o cara del niño (azulados o violáceos).
Por último, también nuestro sentido común tiene mucho que decir en los casos de tos de los niños, pues muchas veces la gravedad salta a la vista y no es necesario disponer de un listado de evidencias de peligro.
En definitiva, aunque la tos es un síntoma de los más frecuentes en los niños y no suele ser dañino, como la producen muchas patologías diferentes si nos encontramos con alguno de los casos de tos anteriores hay que visitar al pediatra para que haga un diagnóstico correcto y en su caso localizar y tratar un posible riesgo.
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