Muchos bebés esperan la hora del baño con emoción, es un momento en el que se relajan y sirve como preludio para el sueño. Pero, ¿qué sucede si a mi bebé no le gusta el baño? ¿Cuál puede ser la causa? Estas son algunas preguntas que deberíamos hacernos si nuestro bebé no disfruta con este acto cotidiano.
Por suerte, tal vez solo sea cuestión de días y dentro de poco el bebé pase a ver el momento del baño como otro más de su día a día. Es posible que al principio le dé miedo sentirse en la bañera o se sobresalte por algún motivo. Por ello, hemos de procurar siempre que se sienta seguro. Estas son algunas preguntas que debo hacerme si mi bebé se resiste al baño.
¿Cuánta agua pongo en la bañera? Si hay poca agua (o demasiada) el bebé puede sentirse inseguro o tener frío. Por ello, especialmente en invierno, hemos de procurar que el agua templada cubra más o menos hasta el pecho (lo sostenemos nosotros).
¿Tiene frío o calor? No solo importa la cantidad de agua, también la temperatura de esta. Lo ideal es que esté a unos 35 grados (en invierno más caliente, así como para los recién nacidos: unos 37-38 grados). Comprueba la temperatura del agua antes de meter al bebé. También hemos de cuidar la temperatura del cuarto de baño, y calentar la estancia antes de iniciar el baño en invierno. Los recién nacidos son más sensibles y necesitan una temperatura ambiente de entre 23 y 25 grados centígrados.
¿Se siente inseguro? En una gran bañera, el bebé puede sentirse "perdido", inseguro, sobre todo los más pequeñitos. Por eso es una buena opción utilizar bañeras pequeñas. Además, el bebé ha de sentirse bien sujeto: coloca el antebrazo detrás de su espalda y la mano sosteniendo la cabeza. No lo sobresaltes con chorros de agua potentes ni le frotes con fuerza, ha de manejarse al niño con suavidad y firmeza.
¿Se siente solo? Una buena idea para los bebés que lloran en el baño es bañarse con ellos o meterlos en la bañera con un hermanito cuando crecen. En el caso de que sea la madre o el padre el que se bañen con el bebé, es mejor que otro adulto esté fuera preparado para ayudar a sacar al pequeño de la bañera, con todo lo necesario para secarlo y vestirlo.
¿Tiene sueño o está cansado? Tal vez no sea el mejor momento para el baño. Cuando quieren dormir (o tienen hambre) no es la hora del baño más indicada. Mejor esperar a otro momento en que estén sus necesidades cubiertas. Tal vez cambiando el momento del baño a la mañana o a media tarde, si es posible, el bebé lo disfrute más.
¿Puedo entretenerlo? Si el bebé se aburre, aumenta la sensación de inseguridad, de miedo... Por ello, no dudes en hablarle, cantarle, ponerle su música favorita o utilizar unos pocos juguetes de baño para que el momento sea más entretenido.
¿Estoy yo nervioso? No hay nada peor que unos papás nerviosos o desganados para transmitirles esos sentimientos al bebé. Tal vez necesitemos ayuda para el baño, tal vez mejor no hacerlo uno solo o quizás sea cuestión de buscar un mejor momento del día para el baño. Aquí os dejamos también la guía rápida para el baño del bebé.
También es posible que, sin motivo aparente, a nuestro hijo repentinamente ya no le guste bañarse, cuando crece. Entonces, hay que tener mucha paciencia e introducir pequeños cambios poco a poco para hacer el momento del baño más agradable.
Por supuesto, nunca hemos de olvidar los consejos de seguridad en el baño y con todas estas recomendaciones esperamos ayudaros a descubrir por qué no le gusta el baño al bebé y sobre todo a hacer que esta sí sea una cita gratificante para toda la familia y no un motivo de estrés.
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