¿Se puede prevenir? Higiene contra las infecciones en los niños
"¡A la ducha no!" o "Después me lavaré las manos" es algo que muchos padres tenemos que escuchar más a menudo de lo que nos gustaría. En ocasiones los niños se convierten en pequeños seres con fobia al agua y al jabón y hemos de hacer un esfuerzo extra para que se laven.
Una correcta higiene es primordial para una vida saludable y mantener alejados ciertos riesgos como las infecciones. Los padres hemos de inculcar a nuestros hijos ciertas normas de aseo, pautas de las que seremos ejemplo y que no han de ser descuidadas, aunque no siempre sea sencillo.
Y es que el establecimiento de unas normas de higiene empieza en casa, con el ejemplo que les demos nosotros, pero también explicándoles a los niños, que a menudo se niegan a actos cotidianos como lavarse las manos o ducharse, para que entiendan por qué esas medidas son importantes.
Veamos ciertas medidas preventivas de higiene que hemos de llevar en familia, recordando que la higiene no solo abarca el ámbito personal sino que es un factor que trasciende a nuestro entorno y en cierta medida es una manera de respeto hacia los demás.
Higiene en los niños
Procuremos mantener una buena ventilación de los lugares cerrados, incluso en invierno, abriendo las ventanas cuanto sea necesario con el fin de evitar ambientes cargados.
La higiene personal ha de ser cuidadosa, en ocasiones con hábitos que se dan varias veces al día (lavarse los dientes, las manos...) y otros que serán cada varios días, como el baño, dependiendo de las necesidades.
El baño del niño puede convertirse en un momento agradable y distendido, pero hay que tener en cuenta ciertas zonas a revisar y limpiar especialmente: la zona del pañal, el cuello, los pliegues (axilas, ingles…).
La higiene bucal puede prevenir caries, llagas y otras infecciones, por lo que es importante que se lleve a cabo desde que aparecen los primeros dientes. Con una técnica de cepillado correcta y frecuente, después de las comidas y sobre todo antes de acostarse, se previenen muchos problemas.
Para estar protegidos de las infecciones es importantísimo tener las manos limpias. Se han de lavar con agua y jabón frecuentemente, incidiendo en los espacios entre los dedos y secándolas cuidadosamente. También se pueden usar jabones con alcohol y glicerina, con agua tibia, restregando las manos enérgicamente durante 15-20 segundos, hasta que salga espuma. Hay que cubrir toda la superficie de manos y dedos, llegando a las muñecas.
Conviene secarse con toallas desechables, pero no es habitual que lo hagamos en casa. Entonces, hay que lavar las toallas de tela que utilizamos para este fin con frecuencia.
Hay dos momentos en los que lavarse las manos es primordial, por razones obvias: antes de las comidas y después de ir al baño, incluso antes de ir al baño por si, a la hora de limpiarse, se tocan los genitales y se trasmite alguna bacteria.
La higiene íntima después de hacer pipí y caca es algo a lo que ayudamos a nuestros hijos durante bastante tiempo, pero llega un momento en que tendrán que hacerlo solos (cuando van al cole) y por ello es importante practicar antes en casa, ayudándoles y con nuestra supervisión. Una correcta higiene íntima en las niñas previene infecciones como la vulvovaginitis y también en los niños es necesaria una higiene adecuada.
Ante una infección respiratoria, hay que procurar que los pequeños se cubran la nariz y la boca con un pañuelo desechable cuando tosen o estornudan y que tiren el pañuelo después. Es bastante complicado conseguirlo, sobre todo con los más pequeños, pero poco a poco lo conseguirán, sobre todo si nos ven hacerlo a nosotros (y es importante que así lo hagamos para prevenir contagios).
Si no hay pañuelo en ese momento, pueden taparse la boca con el brazo y si lo hacen con la mano, lavarse inmediatamente después. Cuando hay resfriados hay que aumentar el número de veces que se lavan las manos, así como cuidar la ventilación de los espacios cerrados, tal y como hemos señalado al principio.
Si los niños están enfermos y así lo considera el médico, conviene que se queden en casa para no contagiar a los compañeros del colegio.
Recuerda que compartir vasos, cubiertos... puede transmitir infecciones, por lo que hay que ser precavido en este sentido.
Llevar una alimentación sana, beber líquidos en abundancia y mantener hábitos saludables de vida, hacer deporte, jugar... va a contribuir a la salud de manera global.
No podemos pretender que los niños más pequeños sigan ni entiendan todos estos hábitos y normas de aseo, pero poco a poco, con nuestro acompañamiento, explicaciones y ayuda, haciendo de la higiene algo gratificante, veremos los resultados. Ojalá con estas normas básicas de higiene para prevenir infecciones evitemos más de una y nos ahorremos alguna visita al médico.
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