Tras un año especialmente complicado, por fin llegan las tan merecidas y ansiadas vacaciones. Muchas familias con niños están organizando sus vacaciones a la playa, al campo o a la montaña, y aunque se pueda creer que con niños pequeños no se descansa lo suficiente, os daremos algunas claves para disfrutar de las vacaciones en familia y que todos los miembros de la familia descansen de la rutina y se lo pasen grande.
La consigna de las vacaciones es que todos puedan relajarse y disfrutar, tanto adultos como pequeños. Si los padres estamos todo el tiempo estresados por los niños acabamos pasándolo mal tanto unos como otros.
Por eso, teniendo en cuenta algunas sencillas recomendaciones podemos encarar las vacaciones en familia con actitud positiva para que todos disfruten del merecido descanso.
Elegir el sitio más adecuado
Lo principal es elegir el sitio más adecuado para ir de vacaciones con niños pequeños. Sea cual sea el destino que elijamos, y ya sea que nos alojemos en un hotel, un aparthotel, un crucero o una casa, es fundamental que cuente con instalaciones y opciones de entretenimiento para los niños.
¿Playa o montaña? Hay quienes aman la playa, pero con bebés muy pequeños prefieren evitarla y cambiar un año por la montaña, o por el contrario aventureros que con un bebé de pocos meses van a cualquier sitio. Tendréis que valorar las posibilidades, pero ahora que sois papás teniendo en cuenta el bienestar del bebé.
Asegúrate de que cada cual podrá disfrutar de las actividades de ocio que más le apetecen. Juegos para los peques, spa, deporte, tomar el sol o lo que cada uno prefiera.
El que cada miembro de la familia disfrute de lo que más le gusta hacer ayuda a que tanto mamá, papá como los niños tengan su propio espacio de relax y luego disfruten a pleno de las actividades compartidas en familia.
Disfrutar en familia
Pasárselo bien en familia es el objetivo de las vacaciones. Las actividades realizadas en conjunto como ir a la playa, salir de excursión a la montaña o simplemente jugar con un balón o tomar un helado, no importa qué, pero juntos. El tiempo compartido en familia enriquece la relación familiar y fomenta el vínculo afectivo entre los miembros de la familia.
Disponer de tiempo libre para estar con los hijos sin ningún tipo de condiciones es un lujo que hay que aprovechar. Lamentablemente, durante el resto del año no es nada frecuente.
Otros niños
Asegúrate de que haya otros niños más o menos de la misma edad que los nuestros para jugar. No hace falta pedir un listado de personas alojadas en el hotel, simplemente tener un poco de tacto a la hora de elegir el lugar.
Un hotel para parejas no es la opción más adecuada, ni un pueblo de pocos habitantes perdido en el medio de las montañas. En una playa familiar, por ejemplo, es más probable encontrarse con otros niños, aunque este año habrá que ser especialmente cuidadosos con las medidas de seguridad para evitar contagios.
Seguridad
La seguridad es un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando salimos de vacaciones con la familia. Tanto si vamos a un hotel, camping o donde sea, probablemente tenga piscina. Debemos informarnos previamente de las medidas de seguridad, si está vallada, si se cierra de noche, si hay piscina para niños, si tiene escaleras, todo lo que necesitamos saber para evitar riesgos. Una vez allí debemos tener muy presentes en todo momento las precauciones a la hora de ir a la piscina con niños pequeños.
Asimismo, si vas a la playa no olvides buscar alguna forma para identificar al pequeño con alguna pulsera o colgante donde lleve su nombre y tu número de móvil por si acaso pudiera perderse.
Descanso para todos
En los años en que los niños son pequeños tal vez no es momento de hacer viajes maratónicos y recorrer cinco ciudades en diez días. Es más recomendable hacer viajes más sosegados con estadías más largas en un solo lugar, sin necesidad de recorrer demasiados kilómetros en pocos días.
Para los niños no es plan estar todo el día viajando de aquí para allá. Puede que conozcamos muchas ciudades pero volveremos todos cansados con la sensación de no habernos relajado.
Alimentación
Es preferible saber de antemano que donde vamos disponemos de todo lo necesario para la alimentación del bebé o de los niños. La comida es un tema que suele agobiarnos mucho a los padres (¿tendré dónde calentar la comida?, ¿dónde refrigerar los yogures?). No hace falta resignar un viaje ni mucho menos, basta con organizarse y ser práctico.
Por eso, con niños pequeños lo más recomendable son los hoteles tipo apartamentos que disponen de nevera y cocina para poder preparar lo que necesite.
Sin horarios
No agobiarse con horarios ni rutinas estrictas. Y al decir no agobiarse me refiero a no agobiar tampoco a los niños. No pasa nada si un día comen más tarde, no se bañan o se acuestan más tarde.
No hacer todo como se debe ni a la hora que se debe también es parte de unas vacaciones placenteras.
Ser flexibles
Así como con respecto a los horarios y las rutinas, todos disfrutaremos más si nos volvemos más flexibles a los deseos de los demás. No digo que debamos consentir todos los caprichos de los niños, pero sí ser un poco menos estrictos para la negociación permitiéndoles darse algunos gustos que durante el año no permitimos.
Si estamos marcándoles durante todas las vacaciones lo que deben hacer sin salirse de la raya, vaya rollo de vacaciones para los pequeños. Vayamos mentalizados a darles más gustos y a estar dispuestos a cambiar de planes.
Actitud positiva
El optimismo es contagioso. Si dejamos los agobios, el estrés, los regaños innecesarios, contribuiremos a crear un mejor ambiente familiar, será más fácil la convivencia entre todos, y lo más importante, disfrutaremos todos de unas placenteras vacaciones en familia.
En Bebés y más | Primeras vacaciones de verano con tu bebé: qué meter en la maleta