Casualmente, al igual que mi hija mayor, la menor está dejando los pañales con 2 años y 9 meses de edad. Es meramente una coincidencia, ya que el momento adecuado para dejar los pañales depende de la maduración tanto física como psíquica de cada niño.
Soy de las que piensan que no hay que forzarlos a dejar el pañal porque ya ha cumplido 2 años y toca, porque otros niños de su edad lo hayan hecho o porque el verano es ideal para hacerlo. No depende de cuestiones externas sino de si el niño está preparado o no para dejar el pañal.
Hemos hablado en su momento de cómo reconocer cuando el niño está listo para dejar el pañal. Podemos planteárnoslo cuando observamos que el niño ha adquirido la capacidad de controlar esfínteres. No creo que sea un entrenamiento, sino un proceso madurativo que de pronto se manifiesta como es el caminar o el comenzar a hablar.
Llegará un buen día en el que sea el propio niño quien nos diga que se siente incómodo con el pañal sucio o que nos avise cuando se esté haciendo pipí. Dejar el pañal es un proceso en el que debemos acompañarle, no imponerlo porque a nosotros nos venga bien.
Cuando veamos que está preparado, que sabe usar solito el orinal o el wc y que es capaz de subirse y bajarse los pantalones solito podemos seguir ciertas rutinas para ayudarle a hacer más llevadero el proceso de dejar los pañales.
- Comienza por quitarle el pañal por unas horas, por ejemplo por las tardes, cuando esté tranquilo en casa y siempre con el orinal a mano. Si es necesario, lo plantas en el medio del salón.
- Para que se habitúe al uso del orinal o del wc (en esto también debemos darle la opción a que use lo que prefiera), acompañémosle. Un cuento puede ser una buena idea para que el niño aprenda a quedarse sentado y esperar a que el pis salga. Muchos se sientan por un segundo y como no sale nada, se ponen de pie enseguida y se van. Es importante que adquieran el hábito de sentarse y esperar a que el pis salga.
- Para retirar el pañal durante más horas, escoge un fin de semana que vayáis a permanecer en casa. Prepara unas cuantas mudas de ropa y ante todo, ten mucha paciencia y comprensión.
- Apenas se despierte llévalo a hacer pis y así a cada hora hasta que veas que él solito logra avisarte. El avisar es un gran avance pues indica que ha conseguido identificar la sensación de que tiene ganas de hacer pis o caca.
- Tampoco lo agobies con ir al váter a cada rato porque acabará viéndolo como algo negativo. Si no quiere sentarse, déjalo a que te avise solito o si se le escapa alguna vez tampoco pasa nada. Dale libertad para que decida cuando quiere ir.
- Facilítale la tarea todo lo posible. Colócale ropa cómoda de quitar y poner, ponle un banquito para que puede subirse al váter solito y usa un adaptador para la tapa del inodoro para que se sienta más seguro.
- Ten en cuenta que se le escapará el pis unas cuantas veces, sobre todo cuando esté distraído comiendo o jugando. Nunca le regañes.
- Si ves que el pequeño no avanza con el pasar de los días y se moja siempre la ropa es que a lo mejor no estaba preparado para dejar los pañales en ese momento. Puede que nos hayamos equivocado al retirarlo antes de tiempo. No tengas miedo de volver atrás y colocarle nuevamente los pañales. El niño los usará hasta que se sienta seguro de dejarlos.
- Recurre a estímulos positivos como comprarle unas braguitas o unos calzoncillos nuevos que la haga ilusión estrenar. También hay un montón de libros infantiles muy bonitos que hablan sobre el tema y le ayudarán en el proceso.
- Ten en cuenta factores emocionales que pueden afectar al niño para dejar el pañal en ese momento como puede ser un divorcio, una mudanza, el nacimiento de un hermanito o un cambio significativo en su ritmo de vida habitual.
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