La sonrisa del bebé es el mayor regalo que puede haber para unos padres. Hay bebés que sonríen al nacer, e incluso bebés a quienes podemos ver sonreír en el vientre materno gracias a las ecografías en 3D.
Lo que vemos parece, pero no es en realidad una sonrisa. Es lo que se conoce como sonrisa angelical, que responde a un reflejo del recién nacido.
La sonrisa angelical
En ocasiones vemos en redes sociales fotos de bebés sonriendo minutos o días después de nacer. Vemos al bebé recién salido del vientre de su madre, todavía con el cordón umbilical y cubierto por vérnix caseosa, con una amplia sonrisa en su cara, que parece mostrar su felicidad por haber llegado al mundo.
Sin embargo, no es una sonrisa intencionada. Es un movimiento de labios espontáneo y reflejo que el bebé hace cuando se siente feliz y relajado.
De hecho, si estimulamos las mejillas del bebé acariciándolas suavemente durante el primer mes de vida, el bebé responderá instintivamente con una sonrisa. También es muy habitual verlos sonreír mientras duermen.
Es recién a partir del primer mes de vida (aproximadamente entre la cuarta y sexta semana) cuando el bebé por fin nos regala su primera sonrisa "de verdad". Generalmente, es para la madre o el padre, y sucede ante la respuesta a sus palabras o sus miradas. Es un momento mágico de comunicación con el bebé. Junto con el llanto, la sonrisa pasará a ser a partir de ahora, su forma de comunicarse.
A medida que el niño va desarrollando sus capacidades sociales y perceptivas, las sonrisas serán cada vez más selectivas. Comenzará a discriminar los motivos y las sensaciones que le hacen sonreír.
Sea cuando sea que tu bebé te regale su primera sonrisa, será un momento muy especial e inolvidable.
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