La tecnología lleva años colándose en las aulas y no podemos parar su incursión viviendo como vivimos en la era digital.
Poco o nada tienen que ver las clases de esta vuelta al cole, con las que vivimos nosotros. La pizarra tradicional se ha sustituido por la digital y los libros de texto van dejando paso a las tablets. Estos dispositivos son los favoritos de los más pequeños para aprender, incluso los niños de edades más tempranas son auténticos expertos en su uso.
Pero, ¿realmente son tan útiles? Candy H. Albarrán, orientadora del grupo Brains International Schools nos explica que sí son una gran ayuda educativa, pero no en todas las edades.
Su uso depende de la edad
- En la etapa preescolar, el niño debe interactuar con su entorno
"En el caso de los niños más pequeños el uso de la tecnología debe ser más limitado: desde casa y en la escuela hay que controlar los tiempos de uso, porque lo más importante durante los primeros años de vida es el desarrollo sensorial a través de la experimentación con el entorno”.
Es más:
"los niños más pequeños no solo deben relacionarse con máquinas. Ante todo, en la primera etapa de la infancia, los niños deben aprender las reglas de las relaciones sociales como el respeto o valores como la empatía, y no debemos olvidar la importancia del aprendizaje a través del juego".
Por eso, según explica Candy Albarrán:
- 3-6 años: un día a la semana
La orientadora asegura que las tablets pueden comenzar a utilizarse en el aula a partir de los tres años una o dos veces a la semana, ya que:
"son buenas para reforzar el aprendizaje táctil, la preescritura, para familiarizarse con la tecnología... Pero no podemos descuidar la necesidad de interactuar con el entorno".
Y su uso debe estar muy bien supervisado, explica la orientadora de Brains:
"Internet ha abierto una nueva era de acceso a la información, pero en algunas ocasiones los niños tienen acceso a mucha más de la que comprenden o entienden bien. A esa edad, no saben discernir con facilidad cuál información es cierta o falsa. Por eso, en el caso de los más pequeños, el proceso de búsqueda debe ser bajo la supervisión de un adulto".
- Primeros años de primaria
Puede comenzar a utilizarse como una herramienta educativa más, pero no la única. Es bueno tenerlas siempre a mano ya que son muy útiles para realizar un proyecto, para buscar información o contrastarla... Su uso debe estar supervisado.
“No podemos negar que la tecnología es positiva para el desarrollo educativo de los niños, pero en el caso de la primera infancia es mucho más importante que los niños desarrollen otras competencias más importantes como los valores o sus emociones”.
- Últimos años de Primaria: sustituyen los libros de texto
Las mochilas se aligeran y los ejercicios se hacen más interactivos, pero también precisan de una doble supervisión y control de su uso: en casa (con control parental) y en el colegio (con una plataforma segura, con accesos restringidos).
Este control de buen uso de la tecnología es aún más necesario en secundaria, cuando Internet es una herramienta ya imprescindible de trabajo pero hay que lograr que solo se utilice con fines educativos, y no como ocio.
Ventajas del uso de tablets o iPads
Ofrece mayor libertad a los profesores para buscar nuevos contenidos e incluso para crearlos.
Mejora el flujo de entregas y correcciones de trabajos y exámenes.
Favorece la creatividad: se pueden elaborar podcast, radio, vídeos, presentaciones interactivas...
Fomenta el pensamiento divergente animando a una forma más creativa de ver las cosas.
Ayuda a crear un espíritu crítico, ya que los alumnos tienen más posibilidades de contrastar la información.
Acceso más directo y rápido a la búsqueda de información.
Más posibilidades para trabajar en grupo, en el aula y también desde casa.
Su ventaja innegable respecto a los libros de texto es que su menor peso los hace ideales para transportar mucha información en pocos gramos.
Posibilita relaciones con alumnos de otros centros y otros países, al permitir interactuar en grupos de videoconferencia. Se puede practicar idiomas con alumnos de otros países.
Desarrolla su capacidad de expresión escrita y su creatividad, ya que incluso se puede crear un blog en el que los alumnos se conviertan en periodistas y escriban sus noticias.
Xataka también apunta el ahorro económico que supone para las familias y nos habla de las experiencias en algnos colegios que ya las utilizan.
Permite personalizar la educación, ya que no todos los alumnos van al mismo ritmo. Ahora no es necesario que cada clase sea homogénea.
Su lado negativo
Son ya una herramienta escolar, así que hay que restringir su uso al académico, algo complicado. Eso exige un mayor esfuerzo por parte de los padres que deben supervisar su utilización. Cuando son pequeños, estando a su lado mientras las utilizan; cuando ya son adolescentes y demandan su autonomía con apps de control parental, conectando el wifi solo en ciertas franjas horarias...
Elemento de distracción. Si la plataforma de clase está adaptada solo al currículo, no tiene por qué entrar en otros programas o juegos en clase. Además:
"Si el profesor tiene algo interesante que ofrecer, la atención se dispara. Es lógico que su atención se desvíe a menudo y no porque utilice la tablet para otros medios que no sean los académicos, y hay que lograr que vuelva a engancharse a la clase con propuestas atractivas. Lo importante es que tenga delante algo atractivo que pueda llamar su atención de nuevo, que capte su atención por entero".
Los niños pierden la capacidad de escribir a mano. Es cierto y para combatirlo, hay que animarles a que sigan utilizando el papel para hacer esquemas o plantearse ideas. La tablet debe complementar al papel.
Enseñanza 'coja' sin los métodos tradicionales. La manipulación es una de las mayores herramientas de aprendizaje de las que disponemos desde pequeños. Y hoy con la tecnología, los niños juegan al fútbol en la videoconsola, charlan a través de un móvil, tocan el piano o pintan en la tablet. Sobre todo los primeros años hay que limitar el uso de las pantallas a favor de la experiencia palpable.
Los pequeños siguen necesitando su huerto escolar, una buena biblioteca, caballetes para pintar, instrumentos musicales, laboratorio de idiomas y de ciencias, espacios para practicar deporte... Si no se combinan todas las posibilidades, la enseñanza se empobrece.
Conclusión: el uso de tablets en el colegio aporta muchos beneficios, pero siempre que se usen con moderación, supervisión y acorde a su edad, sin desbancar a los métodos tradicionales de enseñanza.
Fotos | iStock
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