Todos conocemos los cuentos infantiles tradicionales. Los mismos que hemos escuchado de pequeños y hoy en día les contamos a nuestros hijos. ¿Pero habéis reparado en los secretos que esconden los cuentos? Escenas de canibalismo, personajes exiliados lejos de su familia, abandono de los padres e incluso maltrato y asesinato. Inevitablemente, nos lleva a pensar si los cuentos de toda la vida son educativos o demasiado crueles para los pequeños.
En ocasiones los cuentos infantiles no son tan ingenuos como idealmente deberían. Algunos expertos como Bruno Bettelheim no ven mal las historias algo crueles que entrañan los cuentos para niños. Afirma en su célebre Psicoanálisis de los cuentos de hadas, que este tipo de narraciones transmiten a los niños que ‘la lucha contra las serias dificultades de la vida es inevitable, es parte intrínseca de la existencia humana’.
En su momento se había planteado la alternativa de crear relatos infantiles proponiendo dos finales, un final feliz en el que “todos son felices y comen perdices” y un final abierto en el que tal vez las cosas no son tan perfectas.
Por un lado se piensa que a través de los cuentos se les enseña a los niños que la vida tiene sus dificultades, que deben superar una serie de obstáculos lo cual les ayudará a ser más maduros. Y ya sabemos que las personas maduras suelen desenvolverse mejor ante los avatares de la vida.
Sin embargo, del otro lado están quienes creen que la infancia es una etapa de la vida en la que debemos proporcionarles a los niños un mundo fantástico, dulcificado, seguro e inocente en el que la crueldad no tenga cabida. Total, para dificultades ya tendrán de sobra cuando crezcan.
Personalmente, considero que un punto intermedio es lo más sensato. No es necesario exponerlos a crueldades atroces pero sí enseñarles que la vida presenta momentos difíciles. ¿Tú qué piensas de las historias que esconden los cuentos infantiles tradicionales?
Vía | Terra En Bebés y más | ¿Por qué los cuentos tienen un final feliz?, ¿Cuentos con final infeliz?