Expulsan a una madre lactante de una piscina por riesgo de que "contaminara el agua"

Expulsan a una madre lactante de una piscina por riesgo de que "contaminara el agua"
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Es muy posible que este titular os suene, y es que no es la primera vez que sucede e imagino que no será la última. Cada año, cada verano, en alguna piscina de algún lugar del mundo alguna madre lactante sufre la humillación de ser expulsada, o "invitada" a salir, por dar de comer a su hijo.

Ha vuelto a suceder, en esta ocasión en Cornwall, Inglaterra, donde una mujer y su bebé de 10 meses fueron expulsados de la piscina por riesgo de que "contaminara el agua".

La mujer es Rebecca Hough, una madre de 23 años que debe tener por leche una especie de líquido radioactivo altamente contaminante, de color verdoso, cuya mezcla con las sustancias del agua debe producir un gas potencialmente mortal. Digo yo que su leche será así, porque si no, no me lo explico.

Al parecer estaba en la piscina, amamantando a su hijo, cuando el director del recinto se le acercó para pedirle que se fuera, que no podía dar el pecho a su hijo por el riesgo de contaminación. Imagino que segundos después (vuelvo al sarcasmo) echaría a todos los niños menores de 3 años, por lo mismo (ya sabéis que muchos se mean) y a las mujeres y hombres con demasiado calor y excesiva sudoración.

Cuando los medios de comunicación le preguntaron a Rebecca sobre el suceso explicó que se había sentido avergonzada porque "no estaba haciendo nada malo". Y con toda la razón: en Inglaterra se aprobó en 2010 una ley de Igualdad que prohíbe la discriminación de las mujeres por amamantar en público.

Unos días después del inverosímil episodio, recibió una carta de los responsables de la piscina, pidiéndole disculpas, pero repitiendo que la intención fue, en todo momento, la de garantizar la salud y la seguridad del centro. Si ya digo yo: quedaos con el nombre de la madre, es probable que la veáis en la próxima película de X-Men junto a Lobezno, utilizando su superpoder para acabar con el mal.

En fin, a seguir luchando por la normalización de la lactancia en público. Algo que se conseguirá haciendo, precisamente, lo que hacía esta mujer: amamantar en público como si estuviera haciendo la cosa más normal del mundo, precisamente, porque estaba haciendo la cosa más normal del mundo.

Vía | Qué
Foto | Thinkstock
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