Salir a pasear con tu bebé desde el primer día es bueno tanto para para él como para ti. Sin embargo, en otoño e invierno debes tener en cuenta algunas precauciones, como saber escoger el mejor horario para salir y las situaciones climáticas adversas. Te contamos todo lo que debes saber para sacar a pasear a un recién nacido en esta época del año.
Nada de quedarse en casa
Antiguamente, se solía esperar 40 días antes de sacar al niño a la calle porque se pensaba que, de esta forma, se preservaba su sistema inmunológico aún inmaduro. Sin embargo, hoy en día los pediatras recomiendan que los bebés salgan a pasear a la calle desde el primer día durante, al menos, una hora diaria.
Salir a la calle, al menos una hora al día, ayuda a fortalecer las defensas de los bebés
Al contrario de lo que se pensaba hace décadas, salir a la calle ayuda a fortalecer las defensas de los niños. El aire libre y los rayos del sol tonifican su piel y fortalecen también sus huesos. Además, los estímulos sensoriales de las luces y sonidos de la calle, favorecen su desarrollo y fomentan su sociabilidad.
Si tu bebé ha nacido en otoño, podrá beneficiarse también de todo esto. Tan solo debes tener en cuenta algunas consideraciones antes de sacarle a la calle en esta época del año.
El mejor momento del día
Las primeras horas del día y las últimas de la tarde suelen ser las más húmedas y frías. En otoño e invierno, las mejores horas del día para salir a pasear con tu bebé son las de media mañana, las horas centrales del día y las primeras de la tarde. Comprueba el cielo antes de salir a la calle, si no llueve a cántaros y no hace viento fuerte, podrás salir a la calle con él sin ningún problema.
Como los días son más cortos en invierno, una buena idea es merendar en la calle con tu bebé. Así podrás aprovechar un ratito de sol en el parque a primera hora de la tarde. Cuando al bebé le entre hambre, siéntate cómodamente con él en un lugar resguardado de las corrientes de aire para darle el pecho o el biberón.
Y si decides salir con tu bebé a la calle y, de repente, el día se pone feo; siempre puedes cambiar el paseo por la calle o el parque por una jornada de compras, una cafetería agradable o una exposición.
¿Y con frío también?
¡Claro que sí! El frío no es malo para el bebé si está bien tapado. Lo mismo sucede con las corrientes de aire. Si el aire es limpio y moderado, es bueno para su salud. En cambio, si hace un viento muy fuerte, es mejor que el pequeño permanezca en casa. Las fuertes corrientes de aire remueven partículas de gérmenes y virus. Esto hace que aumenten las posibilidades de contraer enfermedades.
En cuanto a la lluvia y la nieve, si se trata de una llovizna suave o de una lluvia fuerte e insistente pero irregular, se puede salir tranquilamente con el niño. Eso sí, siempre debes taparlo bien y protegerlo dentro del cochecito con impermeables específicos.
Si hace un temporal, deja el paseo para otro día y quedaos a buen resguardo en casa. Por último, el clima frío y seco de una nevada no afecta al niño si este sale bien abrigado.
El aire limpio y moderado es bueno para la salud del bebé
Por lo general, si le arropas adecuadamente y escoges una silla de paseo adecuada para esta estación del año, como DUO Urban Plus Winter Edition, no tienes que tener ningún reparo.
Esta silla de paseo de Chicco está especialmente indicada para los meses más fríos del año y asegura la comodidad del bebé durante el paseo en invierno. Además, se transforma rápidamente en un confortable capazo para atender todas las necesidades del bebé y poder ser utilizada desde el nacimiento.
Cómo abrigar a un bebé para protegerle del frío
Durante la época más fría del año conviene que los bebés vayan abrigados, pero tampoco en exceso porque si sudan pueden enfriarse después. Además, demasiadas capas de ropa harán que se sientan incómodos y no disfruten nada del paseo.
Ten en cuenta que los bebés tardan aproximadamente un mes en adaptarse a la temperatura fuera del útero materno, donde han estado bien protegidos y resguardados de toda inclemencia meteorológica durante 9 meses.
A partir del mes de vida, sentirán el frío y el calor exactamente igual que tú, pero hasta entonces procura ponerles siempre una capa más de ropa que la que tú lleves. Ten en cuenta además, que los recién nacidos apenas se mueven y les cuesta más esfuerzo entrar en calor.
Los bebés pierden calor por los pies, la cabeza y las manos
Para ir en el carrito, ponle ropa cómoda y suelta, vístele con prendas interiores cálidas de algodón y ropa de invierno. Añade encima una cazadora, un mono de invierno o un abrigo. También le vendrá bien llevar manoplitas o guantes, gorrito y cuello alto.
Los bebés pierden calor por los pies, la cabeza y las manos. Procura que lleve estas partes de su cuerpo siempre bien calentitas. DUO Urban Plus Winter Edition incluye un cálido cubremanos que pueden utilizar tanto los padres en el manillar, como el niño en la barra protectora de la silla.
Si hace mucho frío, puedes poner la burbuja en el carrito de paseo. La silla de paseo de Chicco también contiene un suave cubrepiernas forrado con ecopiel, utilizable tanto en la modalidad de capazo como en la de silla de paseo.
Consejos generales
El paseo del bebé debe ser un agradable momento de ocio compartido entre los papás y su pequeño. A todos os sentará bien y os permitirá ir afianzando vínculos. Sin embargo, ten en cuenta antes de salir de casa:
El primer paseo no debe ser muy largo. Da igual lo mucho que antes fueras capaz de caminar. Ahora ya no estás sola y los bebés ralentizan el ritmo. Hasta que te acostumbres a atender con soltura todas sus necesidades y a empujar el cochecito de paseo , no te marques rutas exageradamente largas. No te preocupes y tómatelo con calma, paulatinamente iréis incrementando el tiempo de estar al aire libre.
Tú marcas el ritmo. Andar siempre es sano, pero si has dado a luz hace poco, puede que aún no estés en forma para hacerte una maratón caminando.
Ten en cuenta sus necesidades: si está hambriento, no disfrutará del paseo
Vosotros elegís el momento. Las prisas no son buenas. Es importante salir cuando los padres se sienten a gusto y el niño no está hambriento o incómodo por algo. Respeta siempre sus necesidades y horarios.
Lugares tranquilos y limpios de contaminación. En la medida de lo posible, elige pasear en un parque o en una zona verde, alejada de los centros urbanos, a menudo demasiado bulliciosos y concurridos. En general, se trata de buscar entornos apacibles donde el bebé no se ponga nervioso y donde su salud no corra peligro. Piensa que cuanta más gente haya, habrá más riesgo de que el niño coja alguna infección de transmisión por aire.
Como ves, que tu bebé nazca en los meses de otoño o invierno no es en absoluto impedimento para que pueda disfrutar de los paseos por la calle. La luz del sol es necesaria, ya que aporta vitamina D y ayuda a fijar el calcio en los huesos del bebé. Todo es cuestión de lógica. Tomando algunas precauciones generales, pasear al bebé en invierno no solo no le perjudicará, sino que favorecerá su desarrollo físico, sensorial y social.
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