En los últimos meses son muchas las noticias que han aparecido relacionadas con bebés robados en los hospitales, relacionadas con casos que sucedieron entre la década de los 60 y los 90, cuando se hacía pensar a las madres que sus bebés habían fallecido en el parto para entregarlos después a otra familia que pagaba por ello en una trama en que se aliaban médicos, curas, monjas y funcionarios para que todo saliera bien (para ellos) y no se levantaran sospechas.
A raíz de todo ello hemos podido conocer muchos testimonios de padres desolados y de hijos que sospechan que no pertenecen a la familia con quien viven (o han vivido), y se ha creado una asociación que trata de ayudar a todas las partes a conocer la verdad. Quizás porque ahora se han dado a conocer los datos, hay gente que parece estar preocupada por si pudiera volver a pasar, y el gobierno, con el fin de poner difícil que se repita, ha decidido introducir nuevas medidas disuasorias.
Este cambio está contemplado en el anteproyecto de ley de medidas de reforma administrativa en el ámbito de la Administración de Justicia y del Registro Civil que comentamos ayer, y tiene como objetivo reforzar los mecanismos de identificación de los bebés. En caso de fallecimiento del bebé, ya no será suficiente con la certificación de un facultativo, sino que será necesaria una segunda certificación de un segundo facultativo. Ambos deberán también confirmar que existe una relación biológica entre la madre y el bebé fallecido (en los casos de los bebés robados, o bien no se enseñaba el bebé a la familia o bien les mostraban el cadáver de otro bebé... sí, a mí también me hierve la sangre).
Esa certificación de parentesco deberá demostrarse en base a pruebas médicas, biométricas y analíticas. Algo así como declarar, los dos facultativos, que bajo su responsabilidad, confirman que del conjunto de pruebas practicadas con el material genético de la madre y el bebé no se desprenden dudas de la relación entre madre e hijo.
¿Servirá?
Sinceramente, nunca me había planteado la posibilidad de que pudiera suceder otra vez un robo de bebé. Uno piensa que la sociedad ha avanzado y que ya no quedan seres (no) humanos capaces de hacer algo así. Sin embargo, ya se sabe, cada día aparecen noticias que te hacen ver que el género humano es capaz de lo peor, así que todo podría ser.
La duda que queda es si esta nueva medida servirá de algo. Antes, con un solo facultativo certificando la muerte de un bebé podría ser más fácil que se dieran casos de bebés robados. Ahora son dos los facultativos y la única diferencia es que en vez de sobornar a uno, tienes que sobornar a dos (bueno, y que ahora ya no hay monjas y curas que puedan meterse en el ajo). No sé yo si todo ello será suficiente para detener el proceso, si es que aún se hace o se tiene la intención de hacer. En cualquier caso, es un comienzo, un principio, y una posible solución, que no es poco.
Por si acaso, como recomendación, que no os separen. Que el bebé esté siempre con la madre y, si por alguna razón el bebé tuviera que ser separado de ella, que papá no se separe de él en ningún momento. Puedo sonar alarmista, lo sé, pero es un derecho del bebé el estar acompañado por uno de sus padres en cualquier momento, así que no hay por qué negárselo.
Vía | El Mundo Foto | Muse Rosli en Flickr En Bebés y más | Una mujer roba un bebé del hospital mientras sus padres dormían, Algunos recién nacidos "no viables" mueren solos en los hospitales