Seguro que en más de una ocasión habéis oído decir a alguien que los niños son de goma o seguro que vosotras mismas lo habréis pensado en alguna ocasión al ver alguna de las caídas de vuestros hijos (esas en las que nosotros nos romperíamos una pierna o un brazo y ellos salen sanos y salvos).
Pues bien, además de resistir las caídas como nadie, son unos increíbles supervivientes y nos lo demuestran cuando ocurre algún desastre natural y tras varias horas o días aparecen vivos. En esos momentos te das cuenta de lo fuertes que pueden llegar a ser y dichas noticias suelen generar una inmensa alegría, pero a la vez una terrible pena, por lo mal que lo han debido pasar.
Esto es lo que ha ocurrido hace unos días en Japón, donde un padre recuperó hace unos días a su hija de 4 meses, tras estar nada menos que tres días entre los escombros derivados del maremoto. No es la primera vez que sucede algo así y seguro que recordáis algunos casos:
Algunos niños que fueron rescatados de entre los escombros
En Octubre de 2005, en Balakot, Pakistán, un bebé fue rescatado de entre los escombros tras un terremoto que dejó cerca de 40.000 muertos. El bebé estuvo una semana desaparecido.
En Agosto de 2007, en Pisco, Perú, encontraron a un bebé de 10 meses ileso en los escombros de la iglesia de San Clemente, siete horas después de que un fuerte terremoto la derribara. El hombre que lo encontró dijo: “Pensé que estaba muerto, lo levanté con cuidado y noté que su corazón latía. Lo limpié y ahí empezó a estornudar y llorar".
En Febrero de 2008, en Castalian Springs, Tennessee, un bebé de once meses fue hallado por un bombero a más de cien metros de su casa, varias horas después de que unos terribles tornados dejaran un paisaje desolador. El bombero explicó que en principio lo consideró "un muñeco", pero que rápidamente se dio cuenta de que movía la boca y en cuanto lo cogió el bebé rompió a llorar.
En Enero de 2010, en Haití, donde un terremoto sacudió la zona, fue rescatada una niña de tan solo 13 días de vida, tras ocho días entre los escombros de su casa, en el que es para mí el caso más sorprendente, tanto por la edad de la niña como por los días que pasaron.
En el mismo mes y también en Haití fue rescatada una niña de 18 meses de edad después de pasar 3 días entre los escombros. Sus llantos dieron la señal de alarma a las personas que estaban alrededor.
En Enero del 2011, en Nova Friburgo, Río de Janeiro, un bebé fue rescatado junto a su padre, al que estaba abrazado entre lodo y escombros, 15 horas después de que una inundación derribara su casa.
Una gran alegría, pero también una gran pena
Sin duda es una gran alegría encontrar a bebés desaparecidos con vida, más cuando sus padres, cuando están vivos, creen que sus hijos, a los que dieron vida días o meses atrás, no lo están. Sin embargo es una gran pena (menor que la alegría, claro), pensar en cómo habrán vivido estos bebés dichas vivencias.
Algunos han llegado a estar varias horas, otros incluso días, y no pocos, sino hasta ocho días. Días de hambre, de suciedad, de olores, de frío, de dolor, de sed, de llantos inconsolados, de sufrimiento, de hastío, de heridas no curadas, de soledad... Qué alegría, sí, pero qué pena, pobrecitos.
Nos emociona ver la imagen del padre con su niña en brazos (en la cabecera de la entrada) aunque la cara del padre sacude nuestras conciencias. No pudo apenas celebrar su encuentro, porque enseguida avisaron de que un nuevo tsunami podría hacer acto de presencia.
Por cierto, si queréis hacer una aportación para echar una mano al pueblo japonés, podéis hacerlo mediante la plataforma de Cruz Roja.
Vía | El mundo En Bebés y más | La alimentación y la lactancia de los niños de Haití, Amamantando a los niños de Haití