España está conmocionada por la violenta muerte de Laura Luelmo. Hoy todo el país habla de ella, es tema de conversación en los bares, en los hogares, y también ha sido tema de conversación en casa. Como madre de tres niñas (de 14,11 y 9 años) la noticia me afecta especialmente porque de solo pensar que el día de mañana podría pasarle algo así a alguna de ellas, se me hiela la sangre. Porque Laura podría ser cualquier de nosotras, cualquiera de nuestras hijas.
¿Quién era Laura Luelmo?
Laura era una maestra zamorana de 26 años que desapareció el pasado miércoles en El Campillo, un pueblo de Huelva al que se había ido a vivir hace apenas un par de semanas. Se había desplazado a este pueblo para cubrir una vacante como profesora de plástica en un colegio, su primer trabajo como docente.
Lo último que se supo de ella, según le había comentado a su novio, es que salía esa tarde a hacer running. Pero no volvió a casa. Tras cuatro días de búsqueda, su cuerpo fue encontrado ayer sin vida a cinco kilómetros de su casa, semidesnudo, tapado por unos arbustos y con signos de haber sufrido violencia.
Hoy hemos sabido que han detenido como sospechoso a un vecino que vivía en la misma calle que la profesora y que llevaba dos meses fuera de la prisión, tras haber cumplido penas por asesinato y robo con violencia.
"Qué miedo, mami"
Es lo que me ha dicho mi hija de 14 años cuando vio la noticia en televisión. Por un instante pensé "no tengo que transmitirle miedo", pero me salió del alma: "Sí, mucho miedo, hija".
Como madre, me aterroriza que mis hijas no puedan salir seguras a la calle. Les enseño a ser fuertes, valientes, independientes, a llevar la ropa que quieran sin sentirse intimidadas, a confiar en los demás, porque también hay gente buena...
Pero la verdad es que tengo miedo, y es un miedo que no debería sentir ni debería transmitirle a ellas. Pero lamentablemente, la amenaza está ahí fuera, y lo cierto es que, también lamentablemente, las mujeres somos más vulnerables solo por el hecho ser mujeres.
Les enseñaré entonces a no vivir atemorizadas pero sí a cuidarse, y ruego que el día de mañana cuando salgan solas de casa, vuelvan sanas y salvas. Que el destino no las cruce algún día con un degenerado que les arrebate la juventud, como le ha pasado a Laura.
#TodasSomosLaura
Las reacciones ante la noticia inundaron las redes sociales de mensajes de mujeres, de niñas, de chicas, de madres que, como yo, tenemos niñas y aunque no deberíamos, sentimos miedo.
Hasta cuando nuestras parejas,madres, hijas, amigas, conocidas van a tener miedo a salir a pasear o hacer deporte!
— miguel garaulet (@MiguelGaraulet) 18 de diciembre de 2018
Hasta cuando las mujeres van a seguir siendo acosadas,vejadas, agredidas y asesinadas por hombres sin escrúpulos!
Basta ya de violencia machista! #TodasSomosLaura pic.twitter.com/nRXhI7PUof
Ser libre no debería ser de valientes. #TodasSomosLaura
— Mónica Carrillo (@MonicaCarrillo) 18 de diciembre de 2018
Avísame cuando llegues.
— Laura Fuentes Vega (@laurafuentesv4) 18 de diciembre de 2018
Llaves en mano antes de llegar a casa y móvil en la otra.
Caminar rápido mirando atrás. Asustarte con cualquier ruido o presencia, con la oscuridad, con un coche que te sigue.
Ya en casa.
Estoy bien.
Sigo respirando.#LauraSomosTodas #TodasSomosLaura pic.twitter.com/fZdBq8jNuo
Como la propia Laura ha compartido en su perfil de Twitter, ESE es el problema:
Foto portada | @emmaylola