Los que hayan viajado en avión con bebés esta semana ya saben de qué se trata. Para los que no, les explicamos un poco cómo funcionan las nuevas medidas de seguridad en los aeropuertos europeos a la hora de viajar con la comida del bebé.
La normativa no permite llevar líquidos en envases de más de 100 ml, pero la comida de bebé, junto con las medicinas y los alimentos dietéticos que se vayan a consumir en el viaje son la excepción.
Lógicamente, si viajamos con el bebé necesitamos llevar su comida (ya sea potitos, purés, biberones de leche o de agua) en el equipaje de mano justamente para eso, tenerlos a mano por si el bebé tiene hambre.
Se puede, claro. No más faltaba que no pudiéramos alimentar a nuestros hijos en vuelo. Pero eso sí, debemos llevar los potitos, biberones y demás separadamente, fuera de la bolsa transparente para enseñarlos en el control de seguridad.
También puede que el personal de seguridad nos haga comprobar “in situ” la autenticidad de los productos. Hubo padres que tuvieron que “catar” los potitos de su bebé para demostrar que no se trataba de “sustancias peligrosas” sino de inofensivos purés de verduras.
¿Y qué pasa si te niegas a probarlos? Desde luego yo no probaría ni loca la leche de mi bebé. Bueno, ni esa ni ninguna otra porque odio la leche.
Más información | Aena En Diario del Viajero | Nueva normativa europea de seguridad en aeropuertos Foto | EFE