Hace unos días os daba mis razones para no tener un cuarto hijo, hablando de que la “parejita” parece ser el ideal actual, y resulta que hay países en los que estos debates apenas pueden tenerse porque sólo te permiten tener un hijo.
Es el caso, por ejemplo, de China, donde si tienes más de un hijo te multan, o donde pueden suceder cosas tan aberrantes como obligar a una mujer embarazada de siete meses a abortar al que iba a ser su segundo hijo.
Multas por tener un segundo bebé
Parece mentira pero no lo es. Si tienes un bebé no hay problema, ya has cumplido, has tenido la descendencia máxima que el país permite para que la población no aumente demasiado. El problema viene cuando una pareja decide tener un segundo bebé porque, simplemente, quiere tener otro hijo.
Las autoridades no lo permiten y por ello imponen una multa totalmente arbitraria que puede ir desde los 5.000 euros, por ejemplo, hasta los 164.000 euros. La decisión sobre la cantidad a imponer varía según la ciudad en la que vivas, los contactos que tengas, el nivel de renta, etc., o sea, que o intentas tener “padrinos” en altas esferas para disminuir la cuantía, o vivir en aquellas ciudades donde sabes que la multa será inferior, o puedes pagarlo caro.
Una mujer fue obligada a abortar
Sucedió el día 2 de este mismo mes. Feng Jianmei fue visitada en su domicilio por las autoridades chinas en la ciudad de Ankang porque teniendo 22 años y estando embarazada de su segundo hijo no iba a poder pagar la multa de 40.000 yuanes que se le imponía (unos 5.000 euros).
Lo de visitada es una manera amable de describir la situación. La sacaron con los ojos vendados, le hicieron firmar un documento que no le dejaron leer y le medicaron para que diese a luz a su bebé muerto. Luego dejaron al bebé junto a ella, hicieron fotos y, como puede llegar a suceder en estos horribles casos, las fotos salieron a la luz, creando gran revuelo en las redes sociales, donde se criticó la medida de tal manera, que tres funcionarios implicados en el caso han sido destituidos, no por lo que hicieron, sino por cuándo lo hicieron: la ley del país prohíbe abortar a fetos de más de seis meses.
Los funcionarios alegaron que todo se hizo de acuerdo con la madre y el gobierno explicó que era cosa de ella. Sin embargo la presión social y la versión de la madre, que explicó que la tuvieron retenida tres días, acabaron por hacer que el gobierno pidiera disculpas y que destituyeran finalmente a los funcionarios implicados.
Cuestión de culturas, cuestión de estratos sociales
Visto desde aquí, desde España, donde el problema es que la natalidad es demasiado baja parece una medida realmente aberrante. Puede ser cuestión de culturas, de aquello de “nosotros nos creemos el ombligo del mundo y todo lo que se hace diferente nos parece horrible”, pero aún así nunca llegaré a entender las razones que motivan el prohibir a unos padres la posibilidad de tener más de un hijo, si es lo que quieren.
De todas maneras no todo el monte es orégano. Si en China quieres ver en un colegio a dos o más hermanos no tienes más que acercarte a los privados. Allí sí es posible porque los padres sí pueden criar sin problemas a los bebés e hijos. En las zonas rurales, donde se considera que cada boca de más significa problemas para la población, las medidas son mucho más restrictivas y duras.
Según se dice, en esas zonas, aunque cada vez se hace menos (esperemos que sí), lo de invitarte a abortar (con mayor o menor insistencia) al segundo bebé se ha hecho durante muchos años. Incluso se habla de operaciones para esterilizar a las mujeres sin su consentimiento y sin su conocimiento.
Muy fuerte, ¿no?
Vía | El País, Uno más en la familia
Foto | David Salafia
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