No hay pruebas de que los partos por cesárea causen autismo o TDAH

No hay pruebas de que los partos por cesárea causen autismo o TDAH
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Un nuevo estudio basado en la combinación de datos de 20 millones de nacimientos ha descubierto que el parto por cesárea está relacionado con el trastorno del espectro autista (el autismo) y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Sin embargo, el estudio no indica que el parto por cesárea cause autismo o TDAH. La verdad es mucho más difícil de descifrar y nos sirve para ilustrar aquello de que la correlación no implica causalidad.

¿En qué consisten estos trastornos?

Autismo y TDAH son lo que conocemos como trastornos del neurodesarrollo que suponen claras diferencias en el desarrollo conductual de las personas, al que supuestamente se debe a diferencias en el cerebro.

En el caso del autismo, las diferencias de comportamiento ocurren en la parte del cerebro que es la principal encargada del desarrollo social y comunicativo. En el caso del TDAH, estas diferencias afectan a la habilidad de controlar y dirigir la atención.

Las razones exactas por las que el cerebro se desarrolla de forma diferente no están del todo claras. A través de estudios en hermanos gemelos podemos entender el papel de la genética y de las influencias medioambientales en rasgos concretos y gracias a este tipo de estudios sabemos que tanto el autismo como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad cuentan con una carga genética importante.

Sin embargo, estos estudios también han señalado que existen influencias medioambientales, como las infecciones bacterianas o virales durante el embarazo, que probablemente se deban a las interacciones con la configuración genética.

¿Cuáles son los resultados de esta investigación?

La relación entre algunos partos por cesárea y el autismo se conoce desde hace casi dos décadas, si bien cualquier relación con el TDAH ha sido menos investigada y es necesario realizar más estudios en este campo.

El estudio que analizamos hoy, publicado en la revista científica JAMA Network Open, combina todos los estudios realizados hasta la fecha en un único análisis. Este metanálisis les ha permitido a los investigadores determinar hasta qué punto existe una relación entre partos por cesárea, autismo y trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

En este caso, el metanálisis incluía a más de 20 millones de individuos y se llegó a la conclusión de que los bebés nacidos por cesárea tenían más probabilidades de ser diagnosticados con autismo o TDAH durante los primeros años de infancia.

Si bien estas asociaciones tienen solidez a nivel científico, tienen poco peso. Los niños nacidos por cesárea tenían 1,33 más posibilidades de ser diagnosticados con autismo y 1,17 más de posibilidades de ser diagnosticados con TDAH.

Si tenemos en cuenta que la prevalencia de estas enfermedades ya es de por sí bastante baja (cerca del 1% en el caso del autismo y del 7% para el TDAH), este aumento de las probabilidades no es sustancial. En el caso del autismo este aumento de las posibilidades no es relevante y no llama a realizar un cambio en las prácticas clínicas actuales.

Esta asociación era similar en el caso de niños nacidos tanto por cesárea electiva como de urgencia.

¿Qué significa todo esto?

El problema de este tipo de hallazgos es que es muy tentador llegar a conclusiones entre un factor (el nacimiento por cesárea) y otro (autismo o TDAH). A diferencia de otras áreas del saber, las conclusiones son fáciles de entender y las implicaciones parecen ser obvias.

Pero esta simplicidad engaña y nos dice más sobre nuestros deseos de obtener respuestas simples que sobre la verdad de la ciencia.

Los estudios incluidos en este metanálisis utilizaban una rama de la ciencia conocida como epidemiología que estudia con qué frecuencia ocurren las enfermedades y los trastornos en diferentes grupos de personas, así como sus causas y cómo prevenirlas o gestionarlas.

Los estudios epidemiológicos analizan grandes números de población para determinar tendencias en los resultados que indiquen la posibilidad de que un factor determinado coincida con un trastorno concreto en mayor medida a lo que respondería de forma aleatoria.

En este caso existe la observación de que la gente con autismo o con TDAH tienen más probabilidades de haber nacido por cesárea de lo que normalmente podríamos esperar.

Pero este tipo de estudio epidemiológico es incapaz de determinar si un factor (la cesárea) causa otro (TDAH o autismo).

Existen dos principales motivos:

Primero, no podemos descartar la existencia de un tercer factor que influya dicha asociación. Por ejemplo, sabemos que los partos por cesárea son más comunes en embarazadas obesas y de mayor edad, así como en aquellas que cuentan con un historial de enfermedades inmunológicas como el asma.

Todos estos factores también han sido relacionados con un aumento de las probabilidades de tener un hijo con autismo y es totalmente posible (algunos dirían que hasta probable) que estos factores en realidad indiquen una relación entre parto por cesárea y trastornos del neurodesarrollo.

embarazada

La segunda razón es que este tipo de estudio epidemiológicos son incapaces de proporcionar aquello a lo que los científicos denominan como "mecanismo": es decir, una explicación biológica para determinar por qué existe dicha asociación.

Un estudio de mecanismo en este campo podría ser la exploración de diferencias biológicas en los recién nacidos, ya sea nacidos de forma natural o por cesárea, y entender la forma en la que dichas diferencias puedan significar un desarrollo de conducta atípico.

Al no disponer de un conjunto de pruebas sólidas a partir de este tipo de estudios, simplemente no existe una base científica para poder llegar a la conclusión de que existe un nexo causal entre parto por cesárea y trastornos en el desarrollo neurológico.

¿Qué conclusiones deberíamos sacar de este estudio?

Este estudio nos proporciona una buena base para llegar a la conclusión de que existe un vínculo estadístico entre parto por cesárea por un lado y el autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad por el otro. Pero eso es todo.

Todavía desconocemos por qué existe este vínculo, pero es casi seguro que solamente el parto por cesárea no contribuya a las posibilidades que tiene un niño para desarrollar autismo o TDAH.

En cambio, es probable que otros factores del embarazo tengan un papel en esta relación causa-efecto, así como los factores genéticos que puedan interactuar con las influencias ambientales durante el embarazo que contribuyen al desarrollo del cerebro.

Autor: Andrew Whitehouse, Cátedra Bennett de Autismo, Instituto Telethon Kids, Universidad de Australia Occidental

Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí

Traducido por Silvestre Urbón

Fotos | iStochphoto

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