Hay miradas tan poderosas que son capaces de cambiarte la vida para siempre. Miradas cargadas de amor que consiguen que el tiempo se detenga por unos segundos interminables. Pero no hablo de la forma en la que puede mirarte una pareja, sino tus hijos. Quienes hemos tenido a nuestros bebés de pocos meses en brazos hemos podido deleitarnos con la mirada más bonita y pura que alguien puede regalarnos: la primera mirada de amor de tu bebé.
¿Sabes a qué me refiero, verdad? Si los has experimentado lo sabrás perfectamente y si aún no has tenido el privilegio, prepárate porque es un momento de plenitud que quedará por siempre en tu recuerdo. Es ese momento exacto en el que sientes que tu bebé ya te reconoce y aunque aún no sepa hablar, te dice a través de su mirada que está muerto de amor por tí. Que tú, papá o mamá, lo eres todo en su pequeño mundo. ¿Puede haber algo más precioso?
Una conexión muy especial
El bebé ve desde que nace, pero todavía no ve demasiado bien, por lo que se guía también por el oído y el olfato. Al nacer, la primera conexión es puramente instintiva, hasta tal punto que si se coloca al recién nacido sobre el vientre de su madre es capaz de reptar hasta su pecho guiado por el instinto.
No es casual que la mejor distancia para dirigirte a tu bebé está entre los 20,3 y los 30,5 cm. Es la distancia de enfoque perfecta del recién nacido y justamente es la distancia que hay entre el rostro de la madre o del padre al momento de alimentarle o de acunarlo en brazos, como si estuviese diseñado para estar en brazos el mayor tiempo posible, que es donde mejor está un recién nacido.
Pero llega un día, alrededor de los dos meses de vida, en el que se produce una conexión muy especial con tu bebé. Un momento de chispazo que debería tener nombre y no lo tiene. El día en el que no sólo te ve, sino que te mira de otra forma y es algo que sólo sabes si eres madre o padre. Te das cuenta que tu bebé te reconoce y te ama.
Son apenas unos segundos de mirarlo, que te mire y saber que te contempla con amor. Tu bebé te habla con la mirada: te dice que lo eres todo para él, te dice que está enamorado de tí.
Esas caricias y la primera sonrisa
Esa primera mirada de amor suele coincidir con dos momentos de conexión también inolvidables en los primeros meses del bebé: cuando te regala sus primeras caricias y su primera sonrisa.
Al momento de amamantar a tu bebé o darle el biberón, puede enfocarte en su distancia perfecta. Está tranquilo, los estímulos externos se reducen y sólo está enfocado en tu rostro. Lo miras, te mira, sabes que te reconoce y extiende su mano para acariciarte. No hay palabras para describir lo que se siente.
También en esa etapa de primera sociabilización, entre la cuarta y sexta semana de vida, es cuando tu bebé te regala su primera sonrisa. Su primera sonrisa social en respuesta a un estímulo del padre o de la madre, la primera comunicación bidireccional entre los padres y el bebé.
Esa primera mirada de amor de tu bebé es uno de los momentos más bonitos que podemos vivir como padres, cuando tu hijo, de apenas unos meses te mira enamorado. ¿Vosotros lo recordáis?
Foto | freepik.es