Los cólicos del lactante, ¿qué son en realidad?

Los cólicos del lactante, ¿qué son en realidad?
11 comentarios

Los bebés lloran. No tienen otra manera de expresarse, así que lloran cuando algo no les gusta, cuando se sienten molestos por lo que sea y cuando necesitan que les atiendas. Eso es el llanto normal de un bebé, pedir para que alguien le provea cuidados. Además del llanto normal, que no es para nada el llamado cólico, sino llanto, hay algunos bebés, que no todos, que por la tarde o noche lloran más de lo habitual, durante un buen rato y, al parecer, sin solución aparente.

Es lo que se denomina llanto incontrolable del bebé (también lo he visto denominar llanto inconsolable del bebé), que se conoce coloquialmente como cólicos del bebé porque se asocian a algún tipo de dolor intestinal o abdominal, y que se caracteriza por episodios de llanto que pueden durar hasta 2-3 horas al día, que suceden más de tres días a la semana y que se dan cuando el bebé tiene menos de 3 meses. Ahora bien, ¿qué son en realidad los cólicos? ¿Por qué lloran tanto?

Dolor abdominal

Los bebés lloran, se arquean hacia atrás y da la sensación de que ciertamente les duele la barriga. Por eso se llaman cólicos, porque de verdad parece que tienen algún problema intestinal o estomacal, malas digestiones o algo similar, por inmadurez, y que con el tiempo dejarán de tenerlas.

Cuando nació Jon, mi hijo el mayor, lloraba mucho por las tardes y pensamos que era eso. Por eso lo poníamos con su espalda contra nuestro pecho y con la mano sujetábamos su barriga. Parecía que le calmaba un poco, pero tampoco es que fuera la panacea. Vamos, que a veces servía y a veces no tanto.

Se ha dicho que el causante de los cólicos podría ser algún tipo de bacteria y parece que al respecto han funcionado algunos probióticos, mejorando la flora del bebé y aliviando un poco las molestias.

En las farmacias venden también preparados para los cólicos de los bebés, compuestos normalmente por manzanilla e hinojo, que funcionan muy bien en algunos bebés pero que no hacen absolutamente nada a otros. Esto nos lleva a pensar que el llanto incontrolable del bebé podría ser un problema con diversas y diferentes causas.

A mí la del dolor de barriga nunca me ha emocionado demasiado por una razón lógica: si te molesta la barriga, si tienes problemas de digestión, inmadurez o una bacteria que te está molestando, debería dolerte la tripa a todas horas. O quizás a todas horas no, pero a veces por la mañana, a veces por la tarde y a veces por la noche. Sin embargo, cuando hablamos de este tipo de llanto, sucede avanzada la tarde y hacia la noche. Y un llanto con horario difícilmente puede deberse a una molestia física, porque los dolores internos, que yo sepa, no tienen horario, ¿no?

Inmadurez en todos los sentidos

Se habla también de intolerancias a proteínas de la leche y cosas similares, pero entonces no estaríamos hablando de cólicos o llanto incontrolable, sino de eso, de intolerancias, así que sin tratar ese tema y dando por sentado que los bebés que lloran no tienen necesariamente una intolerancia a algo que comen o que comen sus madres, nos queda la otra hipótesis, con la que sí me caso, que es la que dice que los bebés son muy, muy inmaduros y por ello están inadaptados al medio.

Como hemos explicado ya en diversas ocasiones, los bebés humanos nacen terriblemente prematuros e incapaces. Incapaces de sobrevivir sin el cuidado de sus padres, de moverse, de valerse por sí mismos, etc. Esa inmadurez (nacen con el cerebro desarrollado sólo en un 25% de lo que será en la edad adulta) les afecta en todos los sentidos. No son capaces de razonar, no son capaces de aprender prácticamente nada hasta que pasan semanas y meses y, en consecuencia, tienen serias dificultades para adaptarse a un mundo que no siempre está preparado para ellos.

El llanto del bebé 3

Ruidos de coches, motos, puertas, bolsas de plástico (lo que les llega a asustar, oye), voces, olores que no conocen, manos que les cogen diferente a papá y mamá, luces, temperaturas varias, etc., y a todo ello le sumas la ausencia de lo que ya conocen, que es un medio caliente, húmedo y con un olor y sabor que ya conocen (el líquido amniótico) y el ruido de la voz de mamá amortiguada, el ruido de sus tripas y el latir constante de su corazón. O sea, que no es solo la presencia de unos estímulos nuevos, sino también la ausencia de los estímulos que sí conocen, lo que les lleva a sentirse fuera de lugar.

Y ese fuera de lugar, ese "este no es mi sitio", que no es un pensamiento racional sino una sensación, un bloqueo mental, un hasta aquí llego, se acaba expresando en forma de llanto incontrolable. ¿Sabéis cuando no podéis más y os dan tantas ganas de salir a la ventana a gritar? Pues mira, hay quien sale y lo hace, grita. Hay quien prefiere no hacerlo y coge lo que pilla en la nevera y se lo mete todo para dentro, hay quien llama a su mejor amigo y se desahoga, hay quien... pues los bebés no tienen ventana que abrir, helado que devorar ni amigo a quien llamar, así que sólo les queda una, llorar como posesos hasta caer rendidos.

¿Y qué podemos hacer?

Si se supone que los cólicos se deben a un bloqueo, lo que hay que intentar es prevenir ese bloqueo mental. Se dice que en las culturas en la que los niños van siempre en brazos los niños no padecen cólicos, que ahí no saben qué es eso de que un bebé llore durante un buen rato sin razón aparente. Por eso se recomienda que los padres cojan mucho a sus bebés.

Si será cierto o no, no lo sé. Yo como padre os puedo asegurar que mis hijos han pasado mucho, pero mucho tiempo en brazos (el tercero, Guim, no salió de ellos), y los tres lloraban a partir de las seis que daba gusto. O sea, que lo de los brazos, pues puede que sí, pero podría haber más.

En esas culturas los niños son morenitos, las madres, hermanas o familiares les llevan en trapos y ahí van todo el día, sin llorar. No creo que se diferencien mucho de mis hijos, que iban todo el día en brazos en ese aspecto, pero sí había una diferencia. Nosotros no vivimos ahí donde viven ellos, sin ruidos ambientales artificiales, rodeados de naturaleza viva y con, probablemente, menos estímulos visuales y sonoros en general.

¿Será eso? No lo sé, pero como irnos a vivir a un pueblo no sé si es una opción para todos, y ni siquiera sé si será una solución lógica para un llanto que a los tres meses desaparecerá, no nos queda otra que cogernos a lo lógico: darle tranquilidad y seguridad al bebé y tener la paciencia necesaria para sobrellevar esos momentos del mejor modo que podamos.

Y esto se consigue llevándolo en vertical (no sea que haya gases), en brazos tanto como podamos y evitando que se estimule en exceso con inputs que le puedan molestar: sonidos fuertes, olores fuertes o desagradables, ir de brazos en brazos de desconocidos, mantenerles despiertos para que luego por la noche duerman más (no funciona y además es cruel para ellos), etc. Y si sospechamos que hay algo de barriga, pues lo dicho, probar algún remedio anticólicos por si cae esa breva o esperar, simplemente, con mucho cariño, mucha caricia y pasando el bebé a la pareja cuando no podamos más, a que llegue el día en que, de repente, los cólicos hayan desaparecido.

Fotos | Jon Collier, Tatiana Vdb en Flickr En Bebés y más | Cólicos del lactante: qué son, Cómo aliviar los cólicos del lactante, ¿Son eficaces los probióticos para los cólicos del lactante?

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Comentarios cerrados
    • ¡Ay los cólicos! Que temporada me tiré con mi niña en brazos de ocho de la tarde a dos de la madrugada mientras mi oído se acostumbraba a filtrar su llanto inconsolable, porque es inconsolable, ¡qué le vamos a hacer!
      A mí me gustaría hacer dos apuntes sobre lo cólicos.
      El primero es que no seré yo quien le diga a alguien que no pruebe remedios, porque yo los probé. Pero la sensación que me quedó es que nada funcionaba realmente y que la necesidad que sientes de intentar hacer algo simplemente responde al deseo de consolar a tu bebé. Como decía un amigo mío, todo lo que intentamos es una forma más de entretenernos mientras pasamos el trance. Que si a mí me funcionaba tal postura, que si a mí me funcionó darle tal cosa, que si llévale a este sitio que te lo curan, ... Yo lo intenté todo, y todo parecía surtir efecto curiosamente sólo a partir de las dos de la mañana, momento en que, como un reloj, dejaba de llorar, bien porque se le había pasado el dolor, bien porque ya no podía más de simple y llano cansancio.
      Y segundo, para los que hayan pasado por esto, que se abstengan de decirle a un padre primerizo que aguante, que solo son tres meses. No es un mensaje de apoyo en realidad, porque tras una semana aguantando el chaparrón y durmiendo poco o nada, si alguien te dice que "solo" van a a ser diez semanas más, de verdad que dan ganas de meterse un tiro. Aparte del hecho de que pueden ser tres meses, o seis, depende.
      Lo bueno es, como dice Armando, que los cólicos parecen irse se un día para otro. En el ínterin, puedes hacer una porra con tu pareja sobre el día que van a desaparecer. Por evadirte un poco, nada más.

    • Nosotros lo llamábamos "la hora tonta". Aunque en realidad podían ser dos o tres horas. Me pasó con los dos, pero con la niña creo que era más exagerado, o a lo mejor es que lo tengo más fresco. Todo el mundo me decía que eran gases, que no se los sacaba bien (como no, la culpa de la madre). El hecho de que fuera siempre a partir de las ocho de la tarde a mi me tranquilizaba, si les hubiera pasado algo habrían llorado a la hora que fuera, no todos los días a la misma. O a lo mejor es que en la toma de la tarde yo no sabía sacar los gases, pero en las otras sí, jeje.

    • Yo también pensaba que era por el cambio del día a la noche (David nació en agosto y tenía los "cólicos" sobre las 10 de la noche, y según se iban haciendo los días más cortos los iba teniendo antes... Por supuesto nosotros también colechamos desde el hospital, todo el día en brazos... Y nada, lo único que parecía calmarle un poco era ponerle en una capulana que teníamos y sacarle a dar un paseo (por cierto Armando, que nosotros vivimos en el campo y le daban igual...) y a veces de relajaba viendo las luces de las farolas, pero como se oliera que en el "trapo" se iba a dormir se ponía peor aún...
      Para mi el cambio fue cuando compramos la mochila de porteo (con el trapo nos apañábamos peor y a el le daba mucho calor) y comencé a darle la teta en la mochila mientras paseaba por el jardín y le cantaba, parece un ejercicio de malabarismo, pero de llorar 2 horas pasó a dormirse en 10 minutos!! Casi me pongo a llorar yo de la emoción!!!

    • Hola,

      Yo la verdad es que muchas veces he puesto en duda que exista esto de los cólicos...porque a día de hoy lo que visto no ha sido bebés llorando por dolores, sino bebés llorando de hambre y madres diciendo" ay pobre todo el día con cólicos". Cuando es evidente que lo que tienen es hambre... Y comprobado, yo no me suelo meter con lo que hace cada madre con su hijo, pero ver que lo pasan tan mal...es decirles ponle la teta a ver si quiere comer, y el bebé engancharse como un loco, comer y calmarse...y en seguida la madre decir:" bueno ahora si que tenía hambre pero lo que tiene es muchos cólicos"... Ver que después de 2-3 horas de que no coma el bebé, ponerse a llorar y decir: " es que tiene unos cólicos..." Dale de comer a tu hijo mujer!

      No niego que pueda existir, aunque yo con mis hijas como mucho lo que han sufrido son pedos atravesados en las primeras semanas de vida. Pero si existen no lo he visto nunca a nadie...

      Besos

    • En mi caso, era ir poniendose el sol, y estallar en un berrinche que, me puedo considerar afortunada, duraba 20 minutos, pero 20 minutos a todo "caña", pasado eso volvia a ser el niño de siempre. Si estabas en casa vale, pero si estabas fuera y empezabas a ver que se ponía el sol nos entraba el mismo miedo que si fueran a salir bestias nocturnas como en las películas, era un poco momento doctor jekyll y mister hyde, habría que ver nuestras caras ;)

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    • Avatar de maribel.ortega.562 Respondiendo a maribel.ortega.562

      Qué bueno... ¿no tendría que ver con la salida de la luna, más que con la puesta del sol? (no me hagas caso... es que suena tan "hombre lobo" ;P)

    • Pues yo creo que lo de mi niño sí eran gases. O algo físico, al menos. Lloraba y se retorcía TODO el día. Por la noche seguía llorando hasta que caía agotado a las 5 o las 6 de la madrugada. Para volver a despertarse en un par de horas llorando y retorciéndose de nuevo.
      Probé todo tipo de remedios: medicamentos, masajes, cambios en mi dieta... La chica que le dio los 2 primeros masajes me dijo que tenía que intentar espaciar las tomas del bebé 2 horas. Lo probé también pero no funcionaba. Y, x supuesto, lo tenía todo el día cogido en brazos. 22, 23 horas al día porque también dormía conmigo o, mejor dicho, encima de mí 😄. (Decidí que iba a portear y a colechar cuando estaba embarazada). Mi presencia parecía que le consolaba.
      Al cabo de unos 10 días descubrí las "5 S", x sus siglas en inglés. Es lo que aconseja el autor del libro "El niño más feliz del barrio". Y a nosotros nos funcionaba. Cada vez que se ponía a llorar lo envolvía en su mantita como vi en internet, lo mecía y le decía shhhh. Y en menos de un minuto se solía callar. Si no, le encendía el extractor de humos y le cantaba. Como leí ayer a otra forera ¡Bendito ruido blanco!
      Pero lo que supuso una auténtica diferencia fue cuando volví a darle el pecho a demanda. Cada vez que empezaba a quejarse le daba la teta y mano de santo, jeje. No sé cómo le hice caso a la masajista en ese tema. Pero estaba tan desesperada...
      Así que, desde aquel día, cuando está despierto todo va sobre ruedas. Pero aún hay muchas noches que las pasa fatal, y ya tiene 14 meses. Y cuando se despierta se tira un montón de pedos y se queda tranquilo. Es como si dormido no se los supiera tirar. Por eso llevo unas cuantas noches que le he vuelto a dar aero red. Algo parece que hace.
      No dudo que muchas veces ese lloro de los bebés sea pura hartura y necesidad de consuelo. Pero todo el mundo que ha visto a mi bebé en su época daba x hecho que era algo físico. Mi suegro hasta le revisaba la ropa por si había algún alfiler que le estuviese pinchando!!
      Otra teoría que he leído: durante el parto se puede dañar el nervio vago al tirar de la cabecita del bebé para sacarlo. Es más fácil dañarlo cuando se usan fórceps (a mi hijo lo sacaron con fórceps). Este nervio comunica el cerebro con el intestino. Y los cólicos duran lo que tarde en sanar.
      Y aún otra: un estudio inglés relaciona la dieta de la madre durante el embarazo con los cólicos. El grupo de madres que comía proteínas animales durante el embarazo tenía niños con MENOS cólicos que las madres vegetarianas.
      Bueno, perdonad el rollo. ¿Vosotros qué pensáis?

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    • Avatar de estherpascualm Respondiendo a estherpascualm

      Pues que hay mil teorías y no necesariamente haya una sola cierta. También hay una que dice que la forma del cráneo, o cuán pegadas estén las membranas del interior a él, afecta a la irritabilidad de los bebés, y que por eso lloran más... en este caso dicen que la osteopatía ayuda a arreglar ese problema.

      Pero lo que me tiene mosca es lo del horario. Llorar con horario tiene poco sentido. Otra cosa es que al llanto de un bebé se le llame cólico siempre. El tuyo, por ejemplo, si lloraba a todas horas, eso no serían cólicos como tal (que se definen como el llanto por la tarde-noche), sino irritabilidad, gases, malestar constante, necesidad de contención (de seguir estando apretadito como en el útero, por lo que cuentas),...

      Al final es lo que han dicho antes, nos pasamos las semanas y los meses tratando de solucionarlo, a veces lográndolo, hasta que un buen día dejan de hacerlo.

    • Avatar de estherpascualm Respondiendo a estherpascualm

      Hola,

      Ves? Le dabas pecho a demanda y se le pasaba... Es que esto lo he visto tanto....

    • En nuestro caso, no sabría decir si nuestro bebé sufrió del llamado cólico del lactante. En general, diría que no. Lo que no significa que en ocasiones no nos enfrentásemos a noches tontorronas (pero casi siempre acabamos descubriendo que había una razón detrás: una caca atrasada, unos dientes incipientes…).

      Sin embargo, sí que observamos síntomas de ese llanto del no aguanto más que comentas, Armando. Cuando nació el peque, tuvimos la suerte (vale, suena irónico en estos tiempos) de no estar trabajando ninguno de los dos, de forma que nos centramos en él y su entorno la mayor parte del tiempo fue tranquilo. Luego llegaba el típico fin de semana de ir a visitar a la familia, y a lo peor nos pegábamos un día entero fuera de casa, comiendo con unos, visitando a otros…, y ahí, rondando las 19:00 o las 20:00, el chaval reventaba. Pronto aprendimos que la sobreestimulación, romperle sus ritmos, rodearlo de demasiadas personas que no veía normalmente, o simplemente exponerlo a entornos más ruidosos que nuestra casa…, no acababa bien. Respetar eso se convirtió en garantía de éxito… y de un bebé feliz.

    • Sin duda, es una situación que puede provocar preocupación y estrés a los padres, pero uno de cada cuatro bebés los padece y no es nada grave y desaparece espontáneamente en torno al cuarto mes.

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