La urticaria es un cuadro en el que se produce una reacción alérgica muy característica en la piel superficial del bebé. En los casos en los que esta reacción es en la piel pero más profunda, el cuadro se conoce entonces con el nombre de angioedema.
Es un proceso bastante frecuente en la edad infantil, sobre todo en niños pequeños, y que puede verse de forma aguda (reacciones más o menos inmediatas tras el contacto con la sustancia que produce la alergia), o bien de forma crónica (procesos de urticaria que duran más de seis semanas).
Causas de urticaria y angioedema
Ambos cuadros son manifestaciones de un cuadro de alergia en los bebés. Existen multitud de sustancias que los pueden desencadenar, como alimentos, cremas, tejidos o metales. Pero el proceso también puede desencadenarse por causas tan curiosas como el frío, la presión, la luz del sol... ¡ó hasta el agua!
Parece ser que en los niños que puedan estar sometidos a situaciones de estrés familiar, puedan ser más fáciles de ver este tipo de reacciones cutáneas.
Existen tipos concretos de urticarias en las que el cuadro aparece cuando el niño suda, hace ejercicio ó se baña con agua caliente.
El mecanismo siempre se basa en un proceso alérgico, en el que la piel reacciona frente a un estímulo que, erróneamente, reconoce como extraño y que por lo tanto desencadena esa reacción defensiva.
Síntomas de la urticaria y del angioedema
Lo más característico de la urticaria es la aparición en la piel de los denominados "habones". Estos habones son pequeñas elevaciones de la piel, que son de color más o menos rojizo y de bordes muy irregulares. Suelen picar mucho y además es muy característico el que aparecen y desaparecen con rapidez, por lo que dan la sensación de que van cambiando de sitio.
El mayor riesgo de estos habones es que al picar tanto, el propio niño puede producirse auto-lesiones por el rascado continuo de la piel, que corren el riesgo de infectarse por bacterias. Esto es mucho más frecuente en los niños más pequeños, en los que es más difícil controlar el rascado.
A veces se produce un curioso fenómeno, conocido como "dermografismo". Este nombre viene a significar "escribir en la piel", ya que al pasar el dedo por la piel del niño, a los pocos segundos aparece un habón en forma de línea que sigue el dibujo realizado. Esto se ve mucho en las urticarias relacionadas con el calor.
El angioedema consiste en la aparición de las lesiones de urticaria pero a nivel más profundo, dentro de la piel. Esto hace que el niño tenga zonas del cuerpo inflamadas e induradas. No suelen picar, pero sí doler, incluso en forma de pinchazos, sobre todo al tocar o palpar las zonas inflamadas.
La mayoría de las veces tanto la urticaria como el angioedema se presentan en formas leves o moderadas. En las primeras se afecta una o varias zonas de la piel, pero con pocas lesiones que desaparecen en pocas horas. En los casos moderados la afectación puede ser mayor y durar varios días. Además de la urticaria puede haber angioedema.
Los casos graves se caracterizan porque la presencia de angioedema es mayor y más severa. El mayor riesgo reside en que afecte a la cara y el cuello, de forma que se pueden inflamar zonas que pongan en peligro la entrada de aire a través de la vía aérea. En estos casos el niño siempre debe ser llevado de forma rápida a un servicio de urgencias.
Tratamiento de la urticaria y del angioedema
Los cuadros agudos de urticaria y angioedema suelen evolucionar generalmente en horas o en pocos días. A su vez pueden ser leves, moderados o graves.
Los cuadros leves generalmente se tratan con poca o ninguna medicación, y remiten en poco tiempo. Los moderados suelen requerir tratamiento oral, como antihistamínicos o incluso corticoides, que siempre deben ser pautados por un Pediatra.
Los casos graves son aquellos en los que la inflamación puede poner en riesgo la vida del niño, por lo que siempre deben ser evaluados en un servicio de Urgencias. Allí, en función del estado del niño, recibirá tratamiento con adrenalina, corticoides, oxígeno u otras medidas que pueda precisar.
En Resumen...
Tanto la urticaria como el angioedema son la manifestación en la piel de un proceso de alergia en los bebés y niños de cualquier edad. La mayoría de los casos consisten en urticarias leves, pero otros son moderados o graves, requiriendo distintos tratamientos que siempre deben ser pautados y controlados por el Pediatra.
La única forma de evitar su aparición es evitar la exposición o ingestión de la sustancia que los desencadena. Por este motivo es muy importante que el Pediatra conozca la aparición y evolución de los cuadros, con el fin de encontrar dicha sustancia mediante estudios de alergia.
Una vez que se conozca la sustancia se debe advertir a cualquier persona que quede a cargo del niño.
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