En estos días que está empezando a levantar la temperatura, comienza el eterno conflicto con el aire acondicionado y los niños.
Ya sea en el coche, en los centros comerciales, o en casa, en verano es muy normal que en muchos sitios a los que vayamos con niños haya un aparato de aire acondicionado funcionando.
La pregunta es, ¿tienen algún riesgo para la salud del bebé?
Y la respuesta más lógica es que los niños, como los adultos, también lo pasan mal con una temperatura de 35 o 40 grados. Lo ideal es que procuremos que el bebé esté en un ambiente con una temperatura aproximada de 25 grados.
Por eso, si mantenemos el termostato a una temperatura moderada, el aire acondicionado es una buena opción siempre y cuando se tomen algunas precauciones.
No debemos colocar al bebé expuesto directamente al flujo de aire del aparato. Es preferible vestirlo con ropita algo más abrigada pero mantener en casa o en el coche una temperatura más agradable.
Si tienes un aire acondicionado instalado en la habitación del niño, enciéndelo un rato antes de acostarlo, pero apágalo durante la noche, no es aconsejable que duerman con el aire encendido
La parte más negativa de su uso es que eliminan la humedad ambiente, por lo que se recomienda ventilar la casa durante el día o colocar un humidificador.
También es importante que los aparatos estén bien mantenidos, con sus filtros limpios, pues se acumula allí todo tipo de residuos que pueden causar enfermedades respiratorias.
Como consejo, cuando salgas de paseo con el bebé lleva siempre alguna ropita de abrigo pues puede suceder que en un centro comercial, en un restaurante o en una tienda a la que vayas el aire esté muy fuerte.
Mitigando los cambios bruscos de temperatura puedes evitar que el niño pesque un resfriado en verano, época en la que parece que no, pero ocurren un 20 % de los catarros, justamente a causa del aire acondicionado.
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