Siguiendo con el repaso de los riesgos y beneficios de ir a la guardería, nos centramos en esta ocasión en posibles efectos beneficiosos a nivel psicosocial e incidimos en los principales riesgos médicos que ciertos estudios han puesto de manifiesto.
Aunque hemos de señalar que la mayoría de resultados se aplican a un determinado tipo de familias o se refieren a un modelo concreto de guarderías, esto es, que no son generalizables para todos los niños ni contextos.
Efectos psicosociales de la asistencia a la guardería
Una revisión sistemática de 1998, que incluía ocho ensayos anteriores realizados en Estados Unidos, mostró que, para una población socialmente desfavorecida o con antecedente de prematuridad, la asistencia a guardería presentaba efectos beneficiosos sobre el desarrollo conductual en la infancia, el éxito escolar y patrones económicos, laborales y sociales de su vida adulta.
Otro estudio ha presentado recientemente los resultados del seguimiento desde el nacimiento hasta los 15 años de una muestra de 1364 niños, de diferentes estratos sociales y tipos de familia, de diez ciudades de Estados Unidos (The NICHD Study of Early Child Care and Youth Development).
En este estudio se exploró el efecto sobre el desarrollo de la asistencia a la guardería en los primeros cuatro años de vida, controlando la calidad de la misma y otras variables en relación al entorno social y familiar del niño. Su principal hallazgo fue que el desarrollo no depende de la asistencia a guardería, sino de la calidad de la misma.
Los niños que habían acudido a guarderías de alta calidad de enseñanza y atención obtenían puntuaciones más altas en las escalas de desarrollo cognitivo y mayores logros académicos.
También se encontró una correlación entre el tiempo que los niños pasaban en las guarderías y el nivel de impulsividad; a mayor tiempo, la probabilidad de que fueran impulsivos y adoptaran conductas de riesgo en la adolescencia era mayor.
En la revisión que de estos estudios ha realizado la revista “Evidencias en Pediatría”, se destaca que no está claro si es más determinante la calidad de la guardería o el entorno sociofamiliar en estos resultados. Además es difícil determinar si los hallazgos de este estudio resultan aplicables a nuestro entorno, dadas las diferencias de modelo escolar de Estados Unidos con otros países hispanos.
Efectos de la guardería sobre la salud
Como ya adelantamos en la primera parte de este tema, una reciente revisión publicada este mes en “Evidencias de Pediatría” señalaba que los niños que van a la guardería tienen más infecciones durante los primeros años y menos cuando van al colegio. Vamos a ver más ejemplos que inciden en la relación entre guardería-salud infantil.
La mayor parte de los estudios publicados con respecto a los efectos sobre la salud de la asistencia a guarderías se sustenta en estudios observacionales.
Una reciente revisión sistemática para evaluar los efectos de la asistencia de día en guarderías sobre la salud infantil, realizada sobre 84 trabajos de distintos países, estudió en total los datos de más de 127.000 niños.
Tras analizar esta amplia muestra se demostró que la asistencia a guardería, en comparación con la asistencia en los propios hogares o por personas del entorno familiar, estaba relacionada con un mayor riesgo en los primeros años de vida de infecciones respiratorias y diarreas agudas.
Las infecciones respiratorias eran especialmente de vías respiratorias altas (catarro común, rinitis, otitis media aguda o con derrame), y algunas de vías respiratorias bajas (bronquitis, bronquiolitis, crup, neumonía, episodios de sibilantes asociados a infección respiratoria), con un alto porcentaje de incremento de riesgo según los estudios de mayor rigor metodológico. La valoración del riesgo de asma, en relación con la asistencia a guardería, resultaba bastante problemática.
Este aumento de riesgo parece consistente a lo largo del tiempo y entre diferentes entornos sociales y geográficos. En algunos estudios se han analizado por separado los niños atendidos en pequeños grupos en domicilios ajenos a la familia (“family day-care”), práctica muy extendida en otros países: estos niños mostraban riesgos intermedios entre los observados en las guarderías más grandes (“day care center”) y el grupo de atención en su domicilio o por personal del entorno familiar.
Otros estudios han explorado la posibilidad de que exponer a los niños tempranamente a agentes infecciosos podría protegerlos frente a otras enfermedades en la infancia o la edad adulta, pero la evidencia que aportan estos estudios es débil.
Finalizaremos nuestro repaso a los riesgos y beneficios de ir a la guardería con un último post de conclusiones que se derivan de todo lo expuesto hasta ahora.
Vía | Evidencias en Pediatría
Fotos | HGruber y Axel Bührmann en Flickr-CC
En Bebés y más | Guarderías en el trabajo, La mayoría de los niños empiezan la escuela infantil antes del año, ¿En la guardería o en casa?, Riesgos y beneficios de ir a la guardería (I)